Capitulo 2- Tyler

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Todo estaba oscuro. Y yo estaba flotando entre toda esa oscuridad.

¿Dónde estaba?

—¿Hola?—Hablé pero mi voz sólo hizo eco en toda el área.

Crucé mis piernas, sentandome en el vacío, y, por alguna razón, esto se sentía familiar.

Debía encontrar una forma de salir de ahí, pero, ¿Cómo encuentras una salida que no se ve?

Toda la situación empezaba a molestarme, y a perder mi paciencia. No sabía dónde estaba, como salir ni cómo había llegado aquí.

Y, como si esos fueran las palabras—O en este caso pensamientos—Mágicos, algo empezó a reproducirse como si fuera un proyector en 3D.

Las voces y escenas se reproducían y escuchaban en todas partes y fue ahí cuando me di cuenta de todo.

—Es mi memoria.

*Recuerdo*

MAMÁ—Gritó mi yo de tres años—TENGO HAMBRE.

—Pues mueve tu trasero de la mesa y ven a ayudarme con la cena.

—Tengo tres años mamá.

—Y tienes dos manos, hijo.—Hice una mueca a lo que ella suspiró— Empezarás a cazar en dos años, pero mientras—Su sonrisa apareció en su cara, haciendo que yo también sonriera mostrando todos mis dientes—¿Por qué no te muestro mis dotes culinarios y un par de enseñanzas de vida?

*Fin del recuerdo*

—Mamá...—Una lágrima se deslizó por la mejilla. ¿Hace cuánto que no la veía?, El recuerdo pareció pausarse y me acerqué. Quería tocarla, abrazarla una vez más. Pero el recuerdo se evaporó antes que pudiera hacerlo.

—¡NO, REGRESA!—Empecé a pensar en ella y en los pocos momentos que recordaba, pero era inútil. Nada se reproducía...—Por favor, quiero verla...

Y, sin más, sentí como una fuerza me arrastraba más profundo.

Narra Samuel

Estaba a punto de desgarrar a Cassandra cuando sentí unos brazos abrazarme por detrás con fuerza. El sentimiento de cada vez que Tyler hacía eso me golpeó con fuerza, y mi ira creció.

Agarré sus manos que rodeaban mi cintura, mis uñas sólo clavándose lo suficiente para que me soltara. Después de todo, mi ira no iba dirigida hacía Aiden.

—¡YA BASTA!

Volteé lentamente hacia él para mirarlo, mis ojos verdes más brillantes de lo normal, y hablé con calma.

—Vuelves a ordenar o detener a tu Luna y no recibirás una simple advertencia, gato.

Lo solté, alejándolo, pero aún así  habló denuevo. Volviendo a interrumpir mi caza y que Cassandra se pegara aún más en la pared. Patética.

—Escucha, eres libre de hacer lo que quieras, Luna, pero por favor hazlo luego que te expliquemos todo. Después de eso, serás libre de elegir con quién enojarte.

"He tenido muchos arrepentimientos Samuel, lo que menos quiero es que tú vivas igual que yo por no haber escuchado"

¿Por qué estaba recordando todos esos momentos ahora?

Sacudí mi cabeza y gruñí con frustración, pero, haciéndole caso a las sabias palabras de la persona que le debo gran parte de mi vida.

Miré a Cassandra, podía oler su miedo, su desesperación, así que le dije una sola palabra a Aiden sin apartar mi vista de ella.

Monster #2 [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora