Monster #2 [En Edición]

Capitulo 6-¿De qué sirve?

Narra Tyler

Tan pronto como acepté el trato su risa resonó triunfante, haciendome dudar por un segundo si había hecho la decisión correcta.

>>Confía en Samuel idiota<< Me reprimí a mi mismo.

—Que empiece el juego—Su voz divertida me hizo ver lo confiado que estaba, y no puedo esperar a restregarle nuestra victoria en su cara.

Toda la "habitación" fue reflejada por una luz blanca que me cegó, mis manos tapando mis ojos como acto reflejo. Tan rápido como la luz desapareció mis manos descendieron hasta colocarlas a mis costados y lo que mis ojos observaron me dejó atónito.

>>Por esto está tan confiado, de nada sirve que Samuel me salve... si yo me derrumbo primero<< Pensé, la verdad golpeadome de frente.

*Recuerdo*

Había pasado una semana desde que mis padres murieron a manos del cazador. Y con esto, el regreso de mis recuerdos.

Gracias a ellos he manejado la búsqueda y caza de comida, además de administrar agua en la casa, limpiar, y salír a correr de vez en cuando... Ahora que estoy por mi cuenta, significa que debo encargarme de todo, y mi cuerpo pequeño y flacucho no ayuda en nada.

Suspiré. La tristeza pintando mi cara. En mi vida pasada no conocí a mis padres reales, después de todo, para ser el rey de lo sobrenatural no tiene que ser algo hereditario, es algo con lo que eres creado, algo con lo que naces y la marca en mi pecho de una media luna era la proclamación de que me debían entrenar para serlo.

Fui despegado de mis padres al poco tiempo de nacer, siendo acogido por el congreso real y enseñado por ellos mismo. No sé los nombres o caras de mis padres, sólo sé que nací de ellos.

Terminé de afilar el cuchillo con una de las rocas que había encontrado por ahí. Aún no podía convertirme en un lobo eficiente, así que me debía confirmar con mi forma humana.

Olí el ambiente, olfateando el conocido aroma de un conejo no muy lejos de donde estaba, así que sin más me puse en marcha, cuidándome de las hojas y ramitas sueltas para no espantar a mi presa, al mismo tiempo me cuidaba de ir contra el viento para no ser olfateado.

Entonces lo ví, estaba bajo un pequeño tronco podrido que se había caído recientemente por las lluvias. Me agaché, mi mano izquierda ocupada por el cuchillo al lado de mis pies sucios y enlodados al igual que mi ropa, y una pequeña llovizna mojando mi cabello...

El conejo saltó y yo reaccioné con él moviendome un poco entre las sombras, para volver a mi sitio cuando lo ví acurrucarse y mover su nariz bajo el tronco. No aparté mis ojos de él ni cuando la llovizna se convirtió en un diluvio mojando toda mi ropa y haciendo mi cuerpo temblar un poco del frío.

>>Recuerda Tyler<< Sentí a mi padre. Colocando una mano en mi cabeza y susurrando a mi oído.

>>Si te quedas en el pasado, si te preocupas por algo más que no tenga tanta importancia o te quejas por una simple lluvia..<<

Mi corazón latía desbocado en mi pecho, sintiendo la adrenalina recorrerme desde las puntas de mis pies hasta la punta de mis dedos

>>¿Cómo sobrevivirás el presente?<<

Me lancé con todas mis fuerzas hacia él al mismo tiempo que sentí un suave toque de mi padre a mi espalda. El conejo, incapaz de oírme por la lluvia, no reaccionó ante mis pasos.

>>Ve<< Lo escuché susurrar a lo que avancé con más decisión y firmeza >>Sobrevive, Tyler<<

Lo agarré, justo a tiempo en que se iba a echar a correr y sonreí feliz de poder cazar mi primera presa de la semana. Estaba hambriento, sólo me había alimentado de las sobras y tuve que racionarlas hasta que finalmente se acabaron hace dos días.