Decir NO nunca fue una opción.

Entre Nubes y Lotos.

Con el paso de los años se logró adaptar a su nuevo nombre y familia, como se esperó el haber dicho cosas que el verdadero Jiang WanYin de niño nunca hubiera dicho o atrevido cambio la relación entre cada integrante en muelle de loto, al menos principalmente la familia principal que eran los Jiang.

Madame Yu por su parte le costó pero con los años... Fue intentando ser una mejor madre para ambos niños... O bueno los tres niños que estaban bajo su tutela, tras varias discusiones y charlas tanto con su esposo como sus propios hijos (sobre todo con él en especial) logro aceptar que Wei Ying no tenía nada que ver con las decisiones de su marido o que su madre tuviera algo relacionado a este más que una cercana amistad... Quien pensaría que sería el menor de todo quien vendría a poner el orden en tal familia disfuncional.

Gracias a su nuevo hermano logro adaptarse al uso de la espada y la técnica que representaba a su secta... Aun le parecía wow decir "su secta" porque tenía que ser realista, algún día lo seria al ser el heredero de esta.

Wei Wuxian pese a ser muy alborotador y despistado podía admitir que resultaba un buen maestro desde pequeño, su forma de explicar ciertas cosas o mostrarlo personalmente ayudaron al transmigrante a adaptarse más rápido de lo que hubiera pensado... Eso y también podría dar crédito a la memoria muscular que poseía ya este cuerpo.

No sabía muy bien cómo fue la infancia como tal del personaje de Jiang Cheng, su novia era la que podía haberle hablado al respecto más a fondo sobre esta... pero a este punto y sin ella mejor era actuar ya por su cuenta, ya al menos todos habían notado que él iba "Madurando" más rápido de lo que pensaron y que era más que todo un niño aplicado... Bueno era mejor que pensaran eso a que buscaran alguna razón por la cual no era el mismo... Se sentía aliviado de haber llegado mientras era un niño y no un adolescente con su personalidad ya mayormente definida y su cambio abrupto hubiera dejado a más de uno desconcertado y hasta más preocupados.

En cuanto a Jiang Fengmian... vaya que le sorprendió haber pasado tiempo con el hombre mayor, al parecer antes su antiguo "Yo" no insistía mucho en pasar tiempo con él y se rendía y enfadaba a la primera. El por otro lado era un hueso duro de doblegar... Si quería algo o que le prestaran atención iba a darles dolor de muela hasta conseguirlo.

Al comienzo este parecía algo apenado al saber ya lo que pensaba su hijo menor acerca de él, teniendo que dar los primeros pasos nuevamente y entablar conversaciones ligeras aptas de un niño claro está. Mostrando interés en lo que hiciera el mayor, y lentamente... Se fue formando aquel lazo entre padre e hijo que hace mucho se pensó perdido y que él no pensó llegar a formar al llegar a ese mundo...

Si negaba que no consideraba a estas personas como su nueva familia mentiría y él no era de esos, aunque literal hizo el papel de psicólogo para la mayoría tanto para su hermano, para su hermana y sus padres cada uno por separado... ¿Debería reírse por esto o simplemente estrellarse su palma en su rostro? No esperaba que en la antigua china realmente no conocieran lo que era la comunicación y dejar las suposiciones, chismes y demás ajenos a sus vidas para no amargarse con víboras.

Más temprano que tarde ya era respetado por los discípulos de su secta, incluso sus shidis y shixiong lo llamaban a menudo para practicar o charlar. Mayormente hacer ambas a la vez porque pese haber mejorado su actitud Yu Ziyuan seguía siendo firme y de carácter fuerte en los entrenamientos como la matriarca y la señora de Lotus Pier... ¡Amaba esa mujer! Claro en el sentido fraternal, ahora con su proceso de reflexión y cambio ciertamente era una madre que saca garras y dientes por sus hijos si alguien se atreve a lastimarlos, siendo estricta y seria pero al menos ya no los compara, no les hace menos y a cambio los aconseja y da a ver sus puntos malo con una solución.

Parece que ver a la araña violeta corregir las posiciones de Wei Wuxian y guiarlo en ciertas técnicas dejo a más de uno con la quijada en el piso la primera vez, incluso el propio Wei Ying quedo sorprendido pero no se negó, al contrario ese día vio a su gege llegar llorando de alegría al cuarto apenas termino los entrenamientos olvidando totalmente el drama que iba a hacer por el cansancio.