Capítulo 9

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LLUVIA

—¡No soy tuya! —empujé a Elder pero fue imposible que se inmutara. No me gustaba que me tratara como si fuera un objeto.

—Amara, no trates de resistirte. Eres mía, punto. —se aleja de mí y se dirige por un pasillo. Lo sigo sintiendo rabia dentro de mi.

Era la cocina.

—Elder, estoy hablando en serio, necesito que me lleves de vuelta al colegio.

—Hay lluvia, ya te dije que no se puede.

—Esto me parece muy extraño —caminé de un lado a otro— Hasta parece que el clima y tú se pusieron de acuerdo.

Se ríe mientras saca algo de la refri. Es un tarro lleno de jugo.

—¿Quieres? —me pregunta.

—Lo que quiero es que me lleves a mi casa.

—¿A tu casa o al colegio?

Me había confundido.

—Al colegio —me llevé una mano a la cabeza— Por favor, no sé por qué me tienes aquí, no sé para qué me trajiste. ¿No me odias?

—¿Quién dijo que te odio? —me mira.

—Yo pensé.

—Mira, Amara, la lluvia pasará en cualquier momento. Relájate que yo no muerdo. Bueno, no si no quieres.

Rodé los ojos ante sus bromas.

En eso, escuchamos un ruido como de una ventana quebrándose en la parte trasera. Elder se pone alerta de inmediato, me toma de la mano y sale de la cocina hacia la sala.

—¿Qué fue eso?

—No lo sé, quizás alguien se quiere meter a robar o algo. —Elder se pone de escudo mientras avanza por un pasillo hacia la parte trasera de la casa. Esto me está dando mucho miedo y hasta relámpagos hay. Aprieto la mano de Elder y él me responde con el mismo gesto.

Cuando llegamos a la ventana trasera, está hecha pedazos en el suelo. En efecto, alguien se había metido.

—¿Pensarán que no hay nadie? —quise saber.

—Como se metieron por aquí de seguro no vieron el coche estacionado afuera. Te voy a pedir que te escondas en el baño —me dice, teníamos la puerta de un baño justo a la par—yo me encargaré de sea quien sea.

—No, Elder, no me quiero quedar sola —susurré.

—Es más peligroso si vienes conmigo —abre la puerta y hace que me meta dentro.

—Elder, tengo miedo, no me quiero quedar aquí sola.

—Tranquila, confía en mí que yo no dejaré que nadie te haga daño.

Tragué grueso para asentir al final. Elder me cierra la puerta y se va. Mientras tanto yo me quedo sola aquí, escuchando solo la lluvia caer y mirando relámpagos. Me alejo de la puerta a esperar nada más, rezando para que esos que se habían metido a robar no me encontraran aquí. Y qué tampoco le hicieran daño a Elder.

Internado de lobos ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora