Capítulo 14

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LA PIJAMADA

Karla toca la puerta del dormitorio de Mell y en seguida abren. Mell está en ropa interior. Así es: ropa interior. Miro a las chicas y viceversa.

—Pasen, las estábamos esperando.

Nos adentramos al dormitorio en donde había música, todo era casi rosa y habían cuatro chicas más allí. Algunas estaban en top y shorts y otras en baby doll. Había música movida en el ambiente y unas cuantas cervezas. Lo que me sorprendió fue que entre las chicas estaba Melania, ¿es novia de Elder o solo su juguete? Como sea, me sentía un poco incómoda con ella.

—Chicas, ellas son Melania, Gina, Kendra y Lasy—Mell nos presenta. Es obvio que Karla las conoce.

—Gina, ¿viste la pelea de Louis? —se acerca Karla a una chica cabello negro, es baja y delgada. Bonita. —¿Qué tienes que decir acerca de tu ex novio?

Me sorprendí al saber que esa chica era ex novia de Louis. Y eso que Karla me estaba diciendo cosas de él.

—No me interesa ya, estoy saliendo con alguien más. —le responde Gina.

—Eso es bueno, amiga.

—Bueno, esto se está tornando aburrido —Mell avanza al equipo de sonido y le sube todo el volumen para después bajar la intensidad de la luz. —Hay cervezas aquí... entre otras cosas.

—¿No hay agua? —quise saber yo.

Rieron.

—No seas graciosa, Amara, y ven a bailar.

Todas hacían el gesto de bailar en el centro del dormitorio con una botella de cerveza en la mano. No me gustaba bailar y no me sentía parte de esta fiesta pijamada. Ahora me quería ir.

Me escabullo fuera del dormitorio sin que se den cuenta y salgo al pasillo.

—¿Qué haces?

Salto del susto mientras me doy la vuelta para ver a Elder, aún viste con el uniforme.

—Me asustaste —le dije.

—¿De qué huyes o qué? —me inquiere— Con esa vestimenta. —sus ojos brillan. Había una chispa especial en ellos. No tenía manera de taparme.

—Voy a mi cuarto —lo rodeé, me pareció extraño que no me detuviera. Sin embargo, cuando abro la puerta de la habitación y entro él también lo hace, cerrando la puerta tras de mi. —¿Qué haces? —lo miro mal.

—Me provocas con eso puesto —se acerca a mi, yo retrocedo.

—Elder, ¿qué estás haciendo? —repetí. Mientras más retrocedía, más se acercaba, hasta el punto  en que caí de espaldas a la cama y eso hizo que él se subiera encima de mi. —Quítate.

—Amara, ambos queremos lo mismo —susurra. Sus ojos. Otra vez sus ojos que parecen hipnotizantes. Es difícil no perderse en ellos.

—Lo único que quiero es que te vayas de mi habitación —Elder baja la vista a mis pechos, era más que obvio que se veían a través de la camisa tan delgada.

Internado de lobos ✔️Where stories live. Discover now