Capítulo 28

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RAPTADA

Un dolor fuerte me consumió el cuerpo, sentía los músculos adoloridos y mucha debilidad. No veía nada, sentía algo rodeando mis ojos, algo suave y con mal olor, intenté mover mis manos para quitar la cosa de mis ojos pero éstas no llegaron, algo las retenía.

Cadenas, pensé.

Intenté mover mis pies, separarlos para intentar ponerme de pie pero también estaban retenidos. ¿Qué me había pasado? Mi cabeza dolía un poco y mi nariz tenía restos de algún tipo de alcohol. Tosí un poco.

A lo lejos pude escuchar voces, voces que me hicieron ponerme en alerta. Fue donde recordé el mensaje y el tipo apareciéndose por detrás.

—Está todo planeado —dice una voz masculina.

—¿Estás seguro de que no se dio cuenta? —pregunta otra voz femenina. La puedo reconocer, es la voz de Melania.

Genial.

—No, solo preguntó por ella pero jamás se imaginará que está aquí —responde el chico. Yo estaba quieta, escuchando nada más.

¿Qué pretendía hacerme Melania?

—Entonces vete y avísame cómo está todo por allá —le dice Melania— Me quedaré sola con ella.

—¿Estas segura?

—Sí, ya vete.

—Está bien —escucho pasos alejarse así que supuse que el chico se había ido.

Sentí que Melania se acercó, segundo después me quita el pañuelo de mis ojos. Veo todo distorsionado al principio pero mientras mi vista se va aclarando voy viendo el lugar. Es una especie de ático o no sé, quizás el sótano de una casa alejada. Hay muebles viejos y algunos juguetes llenos de polvo que tal parecían llevar años aquí. Había una pequeña luz en el techo, era tenue y apenas nos alumbraba.

Melania estaba de pie frente a mi, ya no usaba el uniforme del colegio sino ropa normal. Pantalones de cuero, chaqueta de cuero y botas altas de cuero. Ahora me parecía mala así.

—Amarantha Chevallier —juega con mi nombre mientras camina de un lado a otro de forma lenta— Quién iba a pensar que venir aquí te iba a costar la vida. ¿Por qué no escogiste otro colegio? —me lanza una mirada rápida— Es decir, estábamos muy bien antes de que tú vinieras. Y Elder era solo mío.

Casi reí ante eso último pero no lo hice.

—¿Era tuyo o nunca lo fue? —es lo que digo, mi voz sonó rasposa.

Se detiene de golpe, fulminándome con la mirada.

—Lo fue —se agacha, tomando mi barbilla con su mano. Duele— Teníamos tanto planes que hacer juntos, tantas cosas. Mientras que tú no sabes nada de él ni de nosotros. No perteneces aquí. ¿Por qué no te largas mejor?

—¿Y tú por qué no superas a Elder mejor? Entiende que no te quiere —escupí, sintiéndome un poco mala. Pero no me dejaría de ella, si ella me atacaba yo también.

Sus ojos se volvieron más negros de lo normal, furia, eso pude ver en ellos.

—Él lo hace —se pone de pie. Sus actitudes me parecían de una loca, de una obsesionada— ¡Me quiere! Lo que pasa es que tú nos estás estorbando, así que le haré un favor y te quitaré del camino —se inclina y me propina una dolorosa cachetada en mi mejilla izquierda. Mi cara se giró y ardió. —Eso fue por lo de hoy.

Internado de lobos ✔️Where stories live. Discover now