05: Almuerzo.

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JEAN

El ruido de una puerta cerrarse de un golpazo llega a mis oídos, oigo un quejido de Connie y un "Perdón, fue sin querer" de Pieck. Abro los ojos lentamente, y me encuentro con Mikasa recostada en mi pecho.

Suspiré. Ojala todo fuese de otra forma y no como amigos. No hice ruido, ni me moví. Simplemente la miraba dormir. Dudoso, lleve mis dedos a su pelo y lo acaricie levemente.

— ¡No los despiertes! — se oyó a Reiner detrás de la puerta y unos pasos caminando hacia aquí para luego seguir de largo.

Mire el reloj junto a mí: 12:05. Dormimos demasiado. Mikasa soltó un quejido y cambió de posición; esta vez puso su cabeza en mi hombro como mirándome a la cara. Tan bonita..

Cerré los ojos otra vez, intentando dormir. Pero fue imposible cuando un par de minutos luego, sentí una mano tocar mi mejilla. Abrí un ojo curioso y vi como se ponía roja como un tomate.

— Perdón. — murmuró levantándose de un golpe.

Reí haciendo que se ponga aún más roja. — Buenos días, Mika.

— Hola. — volvió a murmurar casi intendible. — Mm-m, ¿dormiste bien?

— Sí, aunque roncas mucho. — le dije divertido, sabiendo que era mentira.

— ¡Mentira! Yo no ronco. — exclamó mirándome.

Me causó ternura. — Lo sé, pero quería molestarte.

— Eres infumable. — dijo antes de adentrarse al baño. Minutos más tarde apareció con su pelo mojado y una toalla envolviendola; recién bañada. — Tengo sueño.

— Recuestate un poco, iré a bañarme y te despierto. — le sonreí. Ella asintió buscando en su closet ropa. — ¿Tienes algo de ropa cómoda? — le pregunté rascandome la cabeza.

Mi ropa la había dejado en una mochila en el comedor, pero verdaderamente no tenía ganas de salir así todos empezaban sus suposiciones. Ella asintió y rápidamente me extendió una remera básica azul marino con un pantalón negro. Espero que me quede.

Salí del baño y la vi durmiendo pacíficamente. Había tardado unos quince minutos, no se como pudo dormirse tan rápido; yo a veces tardo una hora en hacerlo. Cepillo mis dientes velozmente, me coloco mis zapatillas. El reloj marcaba 12:47. Se escuchaba ruidos provientes de la cocina; espero que estén cocinando algo rico.

— Mikasa.. — murmure tocando su hombro. Sus ojos se abrían despacio. — Vamos.

Ella asintió y se levantó. Salimos de la habitación, cuando pisamos el comedor vimos a Armin y Annie poniendo la mesa. Supongo que Pieck, Reiner y Connie cocinan.

— ¡¿Qué les paso?! — dijo Armin casi gritando al vernos.

— Hola. — murmuramos ella y yo al unísono.

— Dios, ¿qué hicieron? — exclamó Pieck apareciendo.

— No pasó na.. — comencé a decir negando lo sucedido, pensando que a Mika le molestaría hablar de lo que paso pero parece ser que no era así.

— Intentaron violarme, Jean me ayudó. Problema resuelto. — comento ella sentándose en la mesa. — ¿La comida? Tengo hambre. — dijo restándole importancia a sus palabras anteriores.

— ¿Qué? — dijeron todos los presentes al mismo tiempo.

Segundos más tarde estaba Armin abrazando a Mikasa, Pieck entregándome un hielo para mí ojo. Connie y Reiner haciendo miles de preguntas. Annie, en cambio, terminaba de poner los cubiertos para traer la comida.

Mikasa comenzó a contar la historia con un nudo en la garganta, Armin le sostenía la mano con fuerza pero a la vez delicadeza. Todos ya estábamos sentados, escuchando expectantes mientras que nos serviamos la comida.

— Si no fuere por Jean no creo que haya estado acá. — terminó mirándome.

— Gracias. — me dijo el rubio.

— No hay de qué. — respondí.

El almuerzo se centro en cosas que pasaron ayer. Principalmente en el hecho de que Connie se fue con una chica del bar y se quedó a dormir en la casa de ella; y también acerca de lo sucedido con Mika. Lo único en que podía pensar era en el hombre suplicando que pare cuando me subí encima de él y le pegaba sin césar. Estaba tan enojado, demasiado. Una parte de mi se arrepiente de haberle golpeado tan fuerte, mientras que la otra se encuentra victoriosa. En conclusión, lo importante es que prometió no acercarse más a "la chinita" como llamó él. Estúpido.

— Debemos llevarte al hospital. — habló Annie tocando el brazo de Mikasa llena de moretones. — ¿Tienes más? — ella asintió ligeramente. — Muéstrame.

Annie, prácticamente, la obligó a pararse y se la llevó a rastras a la habitación. Pieck las siguió.

— ¿Esta bien? — habló Connie mirándome.

— Ayer estaba muy mareada, tiene una abertura en la cabeza que la cubre la venda. Estuvo llorando mucho tiempo. El hombre destrozo su ropa, pero.. ya está resuelto. Prometió no meterse más con ella, le di su merecido. — murmure mis últimas palabras.

— ¿Duermieron en la misma cama? — pregunto Reiner.

— Sí. — rasque mi cabeza. — Me estaba por ir pero me pidió que me quede.. seguramente no quería estar sola después de lo sucedido.

Annie y Pieck aparecieron, las dos con ojos llenos de lágrimas.

— Tenemos que ir al hospital. — murmuró Annie. Armin se levantó de golpe y corrió a la habitación de Mika. Hice lo mismo, donde me encontré a Mikasa de espaldas a la puerta. Su espalda desnuda, llena de hematomas. Estaba tan morado que parecía negro.

— ¿Mika? — murmuró él. Se acerco con cuidado. Ella se coloco una remera rápidamente dándose vuelta y dando pasos para atrás. — ¿Por qué no avisaste que te dolía?

— No quiero ser una molestia.. — respondió. Ella comenzó a llorar, provocando que Arlet haga lo mismo. — Lo siento mucho, no pude defenderme y provocó todo esto.. no quiero molestarlos ni retenerlos aquí, pueden ir a hacer sus labores si así desean..

— No digas eso Mikasa. — le dije. — Yo me quedaré aquí, contigo, hasta que mejores. El ejército puede esperar un rato, ¿o no Comandante?

Armin asintió. Un par de lágrimas cayeron por mis ojos. El hecho de que capaz quede internada me asusta, ¿Y si era demasiado grave? ¿Y si se rompió algo? No fue capaz de avisarme solo por "sentirse una molestia" cuando no lo era. Y yo no fui capaz de darme cuenta lo mal que se sentía, soy un imbecil. P

Perdón Eren, se que tengo que cumplir la promesa y seguramente pensaras que te estoy fallando en estos momentos; se que me estas mirando desde el más allá junto a los demás con ganas de pelearme como siempre hacíamos.

A pesar de vivir discutiendo siempre te admiré, siempre te vi como mi hermano aunque me molestes. Te extraño Eren.

Después de todo [Jean x Mikasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora