17: Primera vez.

1.6K 97 18
                                    

MIKASA

Giré mi cuerpo una vez más, no podía seguir durmiendo y ya daba incontables vueltas intentando buscar la comodidad. Finalmente, abrí mis ojos y miré directamente el reloj: 9.32. Raramente, Jean seguía durmiendo a mi lado. Seguramente estaba cansado de todo el arduo trabajo que tuvo, y tiene, que realizar. Quite su mano de mi cintura levemente, y camine al baño para hacer mis necesidades.

Hoy le prepararé el desayuno, aunque sea dejaré que lo haga en uno de estos días. Tengo que empezar a moverme, no puedo vivir en la cama todo el día a pesar de que él lo quiera así. Camine hacia la cocina, y llene la lechera mientras que buscaba los frascos de café y azúcar.

No puedo dejar de pensar acerca de lo que pasó ayer, me dio tanta vergüenza que me vea de esa forma. Nunca me sentí insegura acerca de mi cuerpo, pero ante la presencia de alguien si. Más si ese alguien es Jean. Se que vio a varias mujeres y no pude dejar de pensar acerca de que me compararía con otras. Mis pechos, mi abdomen, mis piernas, mi trasero. Aunque me puso feliz de que me haya dicho que tengo un buen cuerpo. Al fin y al cabo tampoco tendría que preocuparme mucho por eso ¿No? Digo, en algún momento tendremos que vernos desnudos si seguimos en esta especie de relación ¿No?

— Tendrías que estar acostada. — escuche decir atrás mío, me di vuelta encontrándome con Jean bostezando.

— Quisiera ser buena por un dia. — sonreí.

Él se acercó y puso sus manos en mi cintura, apoyo todo su peso en mi. No le di importancia y seguí calentando el pan. Coloque estos en un plato al finalizar su cocción. Entonces, él tomó mi mentón y giro mi cabeza para darme un profundo beso. Pude sentir como eso comenzaba a elevarse en su entrepierna, y él se alejó rápidamente para ir casi corriendo a sentarse.

— Sabes que no soy una niña, ¿No? — dije mientras que ponía los platos en la mesa.

— No entiendo a que te refieres. — disimulo.

Tomé asiento enfrente suyo, y respondí: — Se que a los hombres se les para su miembro inesperadamente. — él se puso rojo como un tomate — No hace falta que corras hasta una silla para disimularlo, puedo no decirte nada pero siempre lo he notado. Creo que era tiempo de lo que supieras. — sonreí mientras que untaba mermelada en mi tostada, pensaba en los incontables momentos donde vi a Jean durmiendo con su amigo notándose.

Al tener dos mejores amigos hombres, desde muy chica supe acerca de ello debido a que me lo explicaron para que no piense cosas que no son. He entendido que puede pasar muchísimas veces en el día y no es algo que ellos puedan controlar. También estuve toda mi adolescencia rodeada de soldados así que, aunque no quise, he visto varios pantalones abultados o ellos acomodándose descaradamente.

— Pero no quiero que te sientas incomoda al respecto de mi anatomía masculina. — dijo, sus mejillas parecían calmarse levemente.

— A pesar de lo que sucede con eso seguiré gustando de ti, no te preocupes.. Entiendo perfectamente la anatomía masculina. — sonreí, él simplemente asintió para luego llevarse el café a su boca.

Parece que el tema ya estaba resuelto, creo que que pondría más incomoda el hecho de que intente hacer como si nada.

— Estaba pensando.. — exclamó dudoso — Cuando sepas bien como manejar la maquina y tengas prácticas, podrías trabajar con María así no te aburrirás ¡Y tendrías más dinero! Podrías comprar más rosas. — agrego mientras pensaba.

Después de todo [Jean x Mikasa]Onde histórias criam vida. Descubra agora