Cuando baja, se saca el tanga y lo guarda en el pantalón mientras Altagracia se bañaba rápidamente. Tenía mucha hambre.
Magdalena se encontraba limpiando el mueble hasta que se giró y se asustó al ver a Luis.
— ¡Virgencita! — se lleva la mano al pecho — Ay, hombre. Avise ¿no? — mira a otro lado.
— Lo siento. Venía a buscar algo de comer. Altagracia tiene hambre...
— ¿No van a bajar? — pregunta ella.
— No, cenaremos arriba.
— Mm — dice mientras va a la cocina — Está bien.
Avanzaron hasta la cocina y mientras él buscaba un poco de pan para tostar, ella calentaba un poco de sopa.
— ¿Y usted es...? — trata de sonar un poco amable.
— ¿Perdón? — la mira.
— De dónde es, dónde trabaja... — pregunta — Si es que no le molesta que pregunte.
— Ah, eso. — sonríe. — No, no me molesta. Soy Mexicano pero llegué de Suiza hace poco. Y, soy empresario.
— Ah... — hace una linea con sus labios — Y...¿hace cuánto se conocen?
— Emm, bueno, hace muchos años.
— ¿De cuántos estaríamos hablando? — dice y él la mira.
— Diez años mas o menos.
— Oh... Y, oiga — dice un poco más animada y chismosa — ¿ustedes son pareja? — lo hace reír.
— Es algo complicado.
— Ah... pero al menos son lo más parecido a eso, ¿no?
— Sí, algo así.
— Ah bueno, me alegro mucho entonces — sonríe. — Disculpe si le hago muchas preguntas. Quizá no deba pero... La doña es como una hija para mi, y no me gustaría que otro hombre la hiciera sufrir.
— Lo sé, y te entiendo. No te preocupes — le sonríe.
— Vea, vaya arriba con ella y yo les llevo esto. — saca la sopa.
— Tranquila, Magdalena, no te preocupes.
— No, no, no, usted vaya con ella — lo aparta de la tostadora — yo les llevo la comida. Vamos, vaya, yo se lo llevo.
— Está bien — ríe y empieza a salir de la cocina — Ah, Magdalena, ¿podrías hacerme un café sin azúcar, por favor?
— Por supuesto que sí — le sonríe.
— Gracias — sube las escaleras.
A penas entra en la habitación, observa a Altagracia que se encontraba en el tocador aplicando crema en sus piernas. Había salido ya del baño y le urgía comer algo.
José Luis entra con mucho silencio y deja la puerta entreabierta
— ¿Y la comida? — le pregunta con el ceño fruncido.
— Decidí que quiero que vayas tú. — dice acercándose.
— José Luis... — lo mira — ¿Te fuiste diez minutos y ahora vuelves sin nada diciendo que quieres que lo haga yo?
— Sí — dice nervioso por el tono de voz y la cara que puso Altagracia.
Lo mira mientras asiente.
— ¡Eres un idiota! — le tira un zapato — Tengo mucha hambre — se queja-
— ¡Ay! — se toca la cabeza. — Que agresiva, mujer — ríe.
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Me Faltabas Tú || Navagracia
FanfictionLos padres de Altagracia deciden hacer un viaje de trabajo por cuatro meses, pero ella, por su situación y reputación, no podrá ir con ellos. Es por esto que sus padres deciden dejarle un niñero. Pero, la relación de sus padres junto con los de su...