19.- Cine.

868 79 61
                                    

Narra Altagracia

- ¿Qué película vamos a ver? - me preguntó por tercera vez.

- No lo sé, José Luis. La que sea - puse mi perfume.

- ¿Y si hay de terror?

- Pues vemos de terror, no jodas, parece que no vas nunca al cine.

- Si voy... Una vez cada tres años pero si voy. - apretó su reloj

- Ah caray - bajé la escalera. Mi vestido se veía de maravilla, me encanta.

- No soy mucho de cine, la verdad. Prefiero quedarme en casa viendo la misma película en vez de salir.

- ¿Entonces nos quedamos aquí o qué? - me giré.

- Solo te estoy diciendo - bajó la escalera.

- Si quieres nos quedamos aquí, así no tendrías que salir - me crucé de brazos.

- Ay, ya vámonos, mañosa - me tomó de la cintura y me fue apurando hasta salir.

Al llegar al cine nos dimos una pequeñita vuelta por los pasillos de las tiendas.

- ¡Ese me gusta! - saqué un collar y lo compré. Cuando la señorita me lo pasó le di la bolsa a José Luis que venía lleno de otras bolsas atrás de mi.

- Se supone que veníamos a ver una película, no shopping - se le cayeron dos cajas de zapatos.

- Oye cuidado, mis zapatos - los recogí dejándolos en la bolsa.

- Aunque no lo creas solo tengo dos brazos, no puedo llevar todo.

- Qué penita - miré los locales - ¡Mira! - fui hasta la vitrina - Ay yo quiero esto - miré un anillo precioso.

- Eso si está lindo - dijo observando.

- ¿Y todo lo que llevo ahí es feo o qué? - lo miré.

- Raro diría yo. Ese anillo está lindo.

- La película ya va a empezar - vi la hora - Hay que comprar palomitas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- La película ya va a empezar - vi la hora - Hay que comprar palomitas. Otro día puedo venir a comprarlo.

- Por fin - fuimos hasta el auto a dejar las cosas y corrimos hasta la sala de cine.

- Están calentitas - comí las palomitas.

- Se supone que son para la película - dijo avanzando.

- Es que son muy ricas - saqué un puño de palomitas y me lo eché a la boca. Seguimos caminando hasta la sala seis, aves de presa fue la película que elegimos.

Al principio todo bien, todo correcto, muy entretenido. Habíamos escondido comida, José Luis se había llevado una cerveza más las papas fritas y yo una coca cola con una bolsa grande de doritos.

Me acomodé en el pecho de José Luis, podía escuchar como este bostezaba a ratos. La película era entretenida pero no tanto. Nos distraíamos fácilmente.
Al estar abrazada a su pecho tenía vista directa a su entre pierna, quizá puedo hacer algo más divertido...

Estamos en los asientos de arriba, no hay tanta gente, no pueden vernos. Quiero hacerlo, él me lo hace bastante seguido y ¡Dios! Se siente tan bien tener su lengua en mi entrepierna.
Yo también quiero intentarlo.

Limpié disimuladamente mi mano de las palomitas y acaricié lentamente su pantalón. Él bajó una mano a mi espalda baja y comenzó a acariciarme.
Con mis dos dedos fingiendo que eran unas piernitas fui subiendo hasta su muslo. Se removió levemente, se estaba excitando, lo sé.

Seguí subiendo mis dedos pasándolos por encima del bulto que prontamente sería un bultote. Se acomodó levemente disimulando y acarició mi cabello.
Puse mi mano completa en su entrepierna y comencé a masajear sintiendo como se ponía cada vez más duro.

Desabroché su cinturón y fue cuando él intervino.

- Preciosa, ¿Qué haces? - jadeó tocando mi cabeza. No le tomé atención y bajé sus pantalones dándome acceso a su bóxer ya con ese enorme bulto.

Comencé a pasar mis labios desde lo que vendría siendo tu punta hasta todo su tronco a través del bóxer.

Sentía sus roncos jadeos que me producían miles de mariposas en el estómago. Solté ese pequeño botón que traía su ropa interior tomando con mi mano su largo tronco.

Nunca lo había visto así de cerca, tan grande, tan erecto, tan marcado, lleno de venas sobresalientes...

Lo sentí gruñir y metí todo su glande en mi boca, lo máximo que pude fue hasta la mitad y comencé a succionar moviendo mi cabeza de arriba abajo. Cada segundo sentía que se hacía cada vez más y más duro.

Bajaba mi cabeza chupando todo lo que podía.
Lo saqué de mi boca y me acomodé mejor quedando arrodillada observándolo a los ojos. Tenía el ceño fruncido y sus respiración era bruta, casi un toro. Sus ojos estaban oscuros y su rostro me miraba con absoluto deseo, era imponente. Lamí su punta y fui bajando hasta el final mientras seguía masturbandolo con mi mano. Por su rostro supe que lo estaba haciendo bastante bien. Volví arriba y sentí una fuerte puntada en mi entrepierna cuando sentí que agarró mi cabello e introdujo toda su polla dentro de mi boca hasta el máximo que pude. Él llevaba el ritmo, sujetaba tan fuerte mi cabello haciéndome tragar todo lo que podía que apenas podía respirar. El ruido de la película tapaba sus gemidos aunque para mí eran bastante fuertes y claros al igual que los míos.

Tiró mi pelo hasta atrás dejándome respirar y rápidamente volvió a tomar esta vez mi mandíbula para volver a embestir mi boca otra vez. Mi centro palpitaba sin parar, bajé mi mano y comencé a darme placer.

- Voy a venirme preciosa - dijo con su voz ronca.

Al escucharlo comencé a succionar más fuerte, su pene palpitaba dentro de mi boca excitandome así mucho más. Su mano apretó más fuerte de mi mandíbula y enseguida sentí un líquido medio espeso en mi boca que no dude en tragar. Fui subiendo hasta sacarlo de mi boca recibiendo un chorro de su semen en mi cara y me saboree mirándolo directo a los ojos.
Cuando su pene ya se empezó a poner flácido lo guardé en su bóxer.

- Carajo - lo escuché suspirar y mirar al techo. Este bajó su mirada y movió un dedo por mi rostro untandose del semen que luego pasó a mi boca para que lo lamiera.

Se levantó rápidamente dejándome sentada en una de las sillas del cine procediendo a levantar rápidamente mi vestido, rompió mis calzones y desesperado se acercó para lamer cada punto nervioso de mi.








































Me Faltabas Tú || NavagraciaWhere stories live. Discover now