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Matias estaba en esos momentos en crisis existencial, mientras miraba a mauro tomar su quinta cerveza de la noche, recostado en el sofá con él peli-blanco sentado frente a él del otro lado de la mesa de centro. 

No tenia ni la menor idea de cuantas había tomado, pero sí que había contado cada una de las que su mejor amigo y ahora también esposo había tomado. 

— ¡ahg!—gruño él menor después de terminar el último trago de esa lata de cerveza, mauro tenía una mala suerte con el alcohol y esa era que el efecto de esta le hacía bastante rápido después de la tercera, por lo cual en esos momentos estaba algo ebrio, él mayor no se quedaba atrás también estaba algo ebrio, pero no lo suficiente.

Matias dejo de mirar a su menor para esta vez mirar el techo, el ambiente era silencioso y eso le gustaba a Matías, le agradaba bastante. 

por otra parte mauro era ahora quien miraba al mayor no tenía ni la menor idea de porque le miraba solo sentía la necesidad de hacerlo. 

Mauro había sentido la mirada de spallatti bastante seguido, no le incomodaba, pero le hacía sentir nervioso y tímido. 

El ojiverde se levantó y desde donde estaba miró al mayor quien tenía los ojos cerrados, mauro se quedó mirándolo por unos segundos, debía aceptar que su amigo era guapo pues recordaba perfectamente cuando ambos estaban en preparatoria como él mayor solía tener bastantes seguidoras, estas decían que Matías era guapo por tanto misterio que le rodeaba y mauro mirando al mayor en ese momento estaba aceptando que su mayor le parecía apuesto.

se acercó a Matías sin hacer mucho ruido, cuando llegó a él solo se recostó sobre el mayor posando su cabeza en el pecho de este, Matías abrió sus ojos sorprendido por el repentino peso sobre él. 

— ¿Q-que?— susurro al mirar la cabellera blanca de mauro sobre su pecho — ¿mauro, que haces? — pregunto un confundido y sorprendido Matías . 

era la primera vez que se encontraba en una situación similar con mauro y le resultaba raro, por alguna razón no le incomodaba ¿tal vez porque era mauro?

— solo me recuesto— mauro respondió con un susurro que hizo a matías temblar, el menor permaneció sin decir nada más, sin moverse

la situación era cómoda para mauro, Matías solo permanecía estático sin moverse, de un momento a otro el mayor sintió como su corazón comenzaba a latir a un ritmo más rápido, miro como mauro levantó la cabeza para mirarle con esos ojos grandes y de un color verde hermoso, la cara del peli-blanco estaba a bastos centímetros de la suya, podía ver claramente los lunares, los ojos de mauro miraban directo a los suyos. 

Matias sonrió. 

—que feo eres hijo de puta—soltó matías, mauro bufo y le dio un pellizco a lo que matias se quejo. 

—callate, pendejo.. —le susurro mauro y se recargó de nuevo en el pecho del peli negro— Mati...— le llamo mauro de una manera lenta, para luego levantar la cabeza a mirarle nuevamente, matias solo le respondió un "humm" sin dejar de mirarle, Matías comenzó a  examinar la cara de mauro nunca había estado tan, tan cerca de la cara del menor. — gracias mati..— volvió a hablar monzón, Matías sonrió y asintió, mauro le sonrió igual.

la situación era bastante gay para ambos, pero estaban "ebrios" se podían justificar hacer como que nada paso y listo sin incomodidad. Ninguno había dejado de mirarse después del agradecimiento de mauro, tremenda tensión se podía sentir entre ellos, se miraban como si uno existiera solo para él otro, pero eso claro no lo podían notar..

… 

los pequeños rayos de sol que entraban por la ventana fueron los que despertaron a mauro, alzó su mirada lentamente encontrándose con la tranquila cara de Matías dormido, pronto el recuerdo de la noche anterior llegó a su cabeza causándole un sonrojo y algo extraño en su pecho, Matías le abrazaba por la cintura lo cual le prohibía moverse para levantarse. Lentamente estiro su mano para tomar el teléfono que estaba sobre la mesa, cuando lo tomo lo encendió para mirar la hora.

Mati, ayudame a adoptar - litcko Where stories live. Discover now