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Dos días habían pasado después de aquel beso, dos días en los que entre ellos no todo volvió a ser como antes. 

 se amaban y eso los dos lo aceptaban, pero temían decirlo y no ser correspondidos. Aunque matias seguía negándose un poco a aceptar que amaba a mauro con todas sus  fuerzas. 

Mauro sí que lo había aceptado y cada que angela aparecía en su departamento lo aprovechaba bastante bien. Bueno, ambos lo hacían. 

Se habían abrazado, tomado de las manos, incluso se habían dado aquellos abrazos sorpresa por la espalda. La chica siempre les miraba con una sonrisa cuando eso sucedía. 

Ella lograba percibir todo el amor que se transmitían, pero era una lastima que solo ella lo viese. 

Mauro no podía encontrarse más nervioso en ese momento, Matías estaba de la misma manera, pero Mauro era el más ansioso. Conocerían a aquella linda bebé de la que Angela les estuvo hablando durante dos días, mauro estaba feliz mientras mantenía sus ganas de llorar de felicidad. 

Solo esperaban el momento en el que angela entrará a aquella sala con esa linda bebé. 

—mauro si sigues caminando en círculos harás un túnel a chile — dijo Matías mirando como el menor caminaba de un lado a otro, mauro dejó de caminar y dio un suspiro. 

— estoy muy nervioso, mati— dijo el peliblanco para después comenzar a morder sus uñas. 

—eso lo puedo ver, pero cálmate, todo saldrá bien  — Matías dijo con una bella sonrisa que hizo a mauro calmarse un poco. 

Matías estaba igual de nervioso, pero trataba de no mostrarlo para no poner más nervioso a mauro, pero el igual solo esperaba el momento en el que aquella chica entrara por la puerta. 

—déjate las uñas y ven aquí — dijo Matías palmeando el lugar vacío al lado de el, mauro hizo caso y se sentó a lado de Spallatti recargándose completamente en el respaldo del sofá, Matías le miró por un momento y luego sonrió apartando su mirada. 

—¿Y si no le agradamos? ¿Y si yo no le agrado? — habló mauro haciendo que changbin le mirara de nuevo, mauro miraba aquella puerta de color blanco con pura concentración. 

— le agradaras, lo aseguró mauro, no te sientas nervioso, ya lo dije, todo saldrá bien — Matías pasó su brazo por los hombros de mauro, mauro le miro y le dio una sonrisa. 

La puerta se abrió y ambos chicos se levantaron, sintieron como si el momento fuese en cámara lenta, sus corazones comenzaron a latir a un ritmo bastante rápido. 

Lo primero que vieron fue a un tipo entrar con una sonrisa, seguido de Angela, seguida de una chica que parecía tener la misma edad de mauro, aquella chica llevaba a una linda bebé con una diadema color rojo, una manga larga blanca y sobre esta un vestido de tirantes color rojo, con cuadritos blancos, cabello marrón oscuro, recogido en un pequeño moño y flequillo hasta sus cejas, ojos grandes y de un verde hermoso y claro, carita redonda y algo regordeta, con mejillas con un leve rojo, casi rosa y labios en casi en forma de corazón. 

Era asombroso lo hermosa que esa linda bebé estaba. 

Mauro la miró con una sonrisa. 

La pequeña miró curiosa a los dos extraños, pues estos no le quitaban la mirada mientras mantenían una linda sonrisa. 

—Chicos ella es Maria, Maria ellos son Mauro y Matías — dijo Angela dirigiéndose a la pequeña en una forma bastante tierna. 

La pequeña la miro como si a una loca estuviese viendo, la cara confusa que la pequeñas hizo hizo soltar una pequeña risa a Matias. 

Mati, ayudame a adoptar - litcko Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora