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━━━━ EL CRUJIDO DE LAS HOJAS BAJO SUS BOTAS LA HIZO DETENERSE DE GOLPE. Debía ser silenciosa, nadie podía saber donde estaba. Sostuvo mejor el arma, quitándole unas balas. Tenía que moverse rápido. Tiró las balas, provocando ruido a la vez que se movía hacia un árbol, para subir rápidamente.
Una vez arriba soltó un suspiro, mirando por encima del rifle para observar todo. A lo lejos vio a su víctima. Se movió sigilosamente por los árboles, apuntando a la rubia. Un disparo resonó, a la vez que la rubia caía al piso adolorida.
Siguió saltando de árbol en árbol, disparándole a un muchacho moreno y otra chica castaña. No paró hasta que sintió un dolor agudo en su espalda y cayó al piso de cara.
Enojada y adolorida, se levantó observando a la otra rubia sonreír burlona. Ahora estaba manchada de pintura.
- Yo gano- exclama apoyando el arma en su hombro.
- ¿Dónde mierda estabas?- pregunta levantándose del piso y haciéndole frente-. No te vi por ningún lado.
- Muy bien, niñas- exclama una pelirroja entrando en escena y separando a las niñas-. Bien echo, Valerie- Valerie sonrió burlona-. Pero, ¿Dónde estaba?
- Escondida- responde con simpleza-. No tenía que vencer a todos, sólo al último.
- Eres una idiota- exclama la castaña-. No puedes esconderte como cobarde y luego esperar que confiemos en tí. Si no das la cara, ¿Cómo se supone que nos cuidaremos entre nosotros?
- Blessed tiene razón, Valerie. No sólo se trata de lograr el objetivo, si no de hacerlo mientras demuestras que eres digna de ser la líder. Que no solo cuidad tu espalda, si no la de tu equipo también y ellos cuidarán la tuya.
Valerie bajó la cabeza, mirando con furia a Blessed, quien sonrió con superioridad.
- Bien, vayan. Bless, quédate un segundo- dicho eso, todos se fueron menos Blessed-. Gran discurso que diste. Pero dime, ¿Por qué lo haces?
- ¿Por qué no?- pregunta devuelta, sonriendo con sinceridad-. Robar no se trata solo de conseguir dinero. Se trata de demostrar que eres más lista que todos. La mejor en lo que haces. Me gusta eso.
Natalie rió, despeinando a Bless. Besos su frente y le ordenó que se fuera. Mirando con una sonrisa orgullosa como salía de ahí.
•••
Blessed llegó a su casa, encontrándose con Letty y Dom en la puerta. Al verla, ambos sonrieron yendo a abrazarla, siendo correspondidos por una feliz Bless. Letty y Blessed eran amigas y vecinas desde que tienen memoria. Inseparables. Mientras Dom y ella se conocieron hace dos años, volviéndose cercanos rápidamente.
- Bless, ¿Dónde estabas?- pregunta una pequeña Letty.
- Ah, por ahí- le resta importancia, sonriendo en grande-. Hola, Dom.
- Hola, Bless- ambos se miran fijamente, sonriendo felices. Letty rueda los ojos divertida, abrazando a ambos por los hombros.
- Vamos, estoy aburrida.
- Mi padre está en el taller--
- ¡Genial!- le interrumpe una emocionada Bless-. ¿Podemos ir a ver?
- ¡Claro!
El trio de amigos fue al garage de la casa de los Toretto, encontrándose con el mayor de la familia arreglando su motor. Blessed se acercó emocionada, sorprendiendo al adulto, quien rápidamente sonríe al reconocer a la niña.
- ¿Quieres ayudarme, Bless?- pregunta.
- ¡Sí! ¡Claro que sí!- responde con emoción, siguiendo las indicaciones del mayor, junto con Dominic.
El Toretto mayor observó cómo Dominic y Blessed reían y jugaban, juntos. Sonrió sabiendo que aquellos estarían juntos siempre, cuidándose entre sí.
