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━━━━━ BLESSED SUSPIRÓ SINTIENDO LAS gotas caer en su espalda. Apoyó la mano en la pared, dejando que el agua cayera en su nuca. Su mirada estaba clavada en sus pies, pérdida.
Mientras Mia curaba la herida de Dom y Brian miraba, Blessed pensaba en todo lo que pasó los últimos tres años, desde que Dom se fue. Y, por primera vez, pensó que se hubiera ido con él.
Sacudió su cabeza, sacándose ese pensamiento. Cerró la ducha, envolviendo su cuerpo en una toalla y saliendo de ahí. Se detuvo en seco observando a Dom, quien no traía nada arriba.
Ambos se miraron, admirando lo que veían. Ambos habían extrañado esto.
— Blessed— habló Dom, acercándose. Ella no se movió, tampoco lo hizo cuando los dedos de Dom pasaron delicadamente por su brazo desnudo—. Yo--
Bless al fin se movió, atrayendo a Dom hacía ella y besándolo. Toretto no perdió el tiempo, pegándola más a su cuerpo.
— No digas nada— habló una vez se separaron—. Y no te vuelvas a ir. No así.
— No lo haré— contesta en un susurro, pegando su frente con la de Bless.
•••
— ¿Quieres?— pregunta Mia—. Está picante.
Dom empezó a comer, siendo regañado por su hermana y provocando la risa de Bless.
— ¿Qué haces, Dom? Tienes que dar las gracias.
— Tranquilo— habla Bless divertida—. Me pasó lo mismo cuando volví.
Todos juntaron sus manos, mientras Dom daba las gracias.
— Gracias, Señor, por bendecir esta mesa…
— Con comida y familia y amistad— continua Mia, provocando una sonrisa en todos.
Una vez terminaron, empezaron a comer entre risas y anécdotas.
