VII

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—No me da confianza ese tal Namjoon. —murmuró Jungkook removiéndose en la cama, su cabeza se encontraba enterrada en la almohada.

Luego de conversar con los chicos decidimos subir a la habitación que compartimos la noche anterior, Hoseok subió con Baek y SeokJin con Namjoon se acomodaron en donde se suponía Jungkook pasaría la noche antes de venir a dormir conmigo. Antes de subir a descansar, los chicos le comentaron lo que sabían sobre todo el tema de los búnkeres a Hoseok por lo que llegamos a la conclusión que hoy deberíamos quedarnos para que el menor del grupo lograra estabilizarse. Por el momento ya había despertado y Hoseok le proporcionó el medicamento que le trajimos así que solo debíamos esperar, Baek también se había presentado con los chicos y se veía bastante emocionado por su llegada.

—Tendrás que hacerte la idea de que está con nosotros, Kook. —murmuré en respuesta mientras me acomodaba de lado quedando frente al desordenado cabello de Jungkook el cual al escuchar mi respuesta levantó un poco su cabeza permitiéndome observar uno de sus ojos, podía notar su ceño fruncido con clara molestia. —Hey, no me mires así. —reí. —Si no fuera porque Namjoon nos quitó de encima a esas cosas quizás no estaríamos ambos aquí... —un leve escalofrío me recorrió al imaginar aquella escena por lo cual la deseché de inmediato. —Aparte que gracias a él también sabemos de los búnkeres. —finalicé en lo que comenzaba a acariciar su cabello, este solo suspiró y se acomodó de lado.

—Lo sé. —hizo una mueca mientras jugaba con el collar en mi cuello, una sonrisa apareció en sus labios. —Aún lo tienes. —reí tenue ante su cambio de tema y observación, asentí.

—No como tú, que apenas conseguiste novia lo perdiste. —agregué golpeando su hombro, él solo se limitó a reír. —No te rías, imbécil. Ese día rompiste mi corazón. —su risa se detuvo dejando caer el collar en mi pecho.

—Fui un idiota, pero no me culpes. —chasqueó su lengua. —Tenía tan solo dieciséis años y creía estar enamorado.

—Te culpo, aun así, te culpo. —golpee suavemente su frente con ayuda de mis dedos. —Una chica llegó y como si yo no fuera nada me sacaste de tú vida, no supe de ti hasta que rompieron te recuerdo.

¡Yah! —se quejó golpeando mi frente como anteriormente yo había hecho. —Eso fue hace años, ¡Creí que lo habíamos superado! ¿No bastó tener que hacer todo lo que querías durante esas vacaciones?

Reí recordando la imagen de Jungkook maquillado y usando aquel pijama en forma de panda, él rio conmigo mientras negaba y me observaba acusadoramente.

—En todo caso, jamás saliste de mi cabeza. —comentó dejando de reír, yo lo observé extrañada ante aquella confesión. —Te pensé en todo momento, me sentía infiel. —carcajeó avergonzado, yo solo lo observé ligeramente sorprendida. —Teníamos planes, ¿Recuerdas? —asentí esta vez riendo, él me acompañó y luego suspiró llevando su vista al techo. —Sigue en pie.

Lo observé extrañada ante el último comentario.

—¿A qué te refieres?

Él me miró con una sonrisa ladina y acarició suavemente mi mejilla, mi corazón se aceleró de manera escandalosa en mi pecho.

—Dijimos que sí llegábamos a los veintiún años sin pareja nos casaríamos. —abrí mis ojos de golpe saliendo de mi trance anterior, él solo rio observando nuevamente el techo dejando de acariciarme. Golpee su pecho.

—¡Tonto! —podía sentir el leve sonrojo en mis mejillas. —Éramos tan inocentes, creíamos que tener veintiún años era ser adultos, que estaríamos listos para casarnos y ser padres. —reí a lo que él nuevamente me acompañó negando divertido.

30 minutes ; Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora