II

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Infectados era lo que había en las calles junto con gente huyendo en autos y corriendo, alejándose lo máximo posible del inexplicable desastre.

Jungkook nuevamente me llevaba a su lado corriendo mientras tomaba mi mano, corríamos a la par de otro grupo de personas, fue cuestión de minutos para que la calma que sentíamos en el callejón desapareciera y los gritos comenzaran a ser cada vez más cercanos dejando en claro que esas cosas se acercaban, solo pudimos correr.

El caos ya estaba, el infierno se estaba adueñando de las calles, los gritos, la desesperación y el miedo se apoderaban de aquellas calles que tantas veces transitamos en días normales riendo o discutiendo sobre cuál restaurante tenía el mejor jajangmyeon.

Mientras corríamos pasamos por fuera de la tienda de mi madre, una presión en el pecho apareció nuevamente al ver como las ventanas se encontraban rotas con gente siendo acorralada por infectados, ¿Cómo llegamos a esto?

—¡Por aquí! —gritó uno de los chicos que se encontraba a nuestra par al que supuse era su acompañante.

Observé el panorama que teníamos a nuestras espaldas al momento que nos detuvimos junto con ellos, atrás de nosotros y a una gran distancia un grupo de infectados se encontraba aturdido al ver cómo la gente corría en distintas direcciones y otros se encontraban encima de inocentes, no se parecían en nada a los de las películas, al parecer los efectos no eran tan fuertes como se mostraban.

Volví mi vista a los chicos que se encontraban frente a nosotros, al parecer nuestra mejor opción era seguirlos.

—Kook, creo que deberíamos seguirlos. —murmuré bajo para no llamar la atención de algún infectado ni de los chicos que teníamos en frente.

—Mmm... no lo sé Anne, nada nos asegura que al abrir la puerta de ese edificio un infectado no salga por ahí. —susurró en respuesta.

Iba a contestarle, pero el grito de uno de los chicos con los que corríamos me interrumpió, mi atención se dirigió a él y pude sentir como mis ojos casi salieron de su órbita, Jungkook tenía razón.

—¡Oh por Dios! —grité alarmada.

Una de esas cosas ya se encontraba encima de uno de los chico mordiendo su cuello mientras su acompañante gritaba por la fuerte situación, no sabía qué hacer, al parecer ninguno de los que nos encontrábamos ahí, pues ninguno se movía. Fue en ese momento que un fuerte quejido se escuchó a mi lado, llamando mi atención, asustada me volteé para encontrarme con un infectado observándonos fijamente mientras caminaba torpemente en nuestra dirección, al parecer mi grito con el del chico llamó su atención.

—¡Jungkook!

No recibí respuesta, solo el fuerte tirón de mi acompañante mientras me arrastraba en dirección contraria del infectado, el cual ya no se encontraba solo, cinco más lo acompañaban, sus pasos ya no eran lento, esta vez parecía que en cualquier momento comenzarían a acelerar para alcanzarnos.

—Mierda. —Mi mirada volvió al frente cuando escuché la grosería dicha por Jungkook.

La calle se terminaba dando paso al puente que dividía la ciudad, el problema era que este se encontraba con autos incendiándose, al parecer el pánico causó aquel accidente, puesto que a lo largo del puente auto tras auto se encontraba incendiándose.

—Ahora qué, Jungkook, ¿cómo cruzaremos eso? —me quejé por el gran esfuerzo físico que estábamos haciendo.

No hubo respuesta, podía escuchar como cada vez más quejidos se escuchaban a nuestras espaldas, el miedo me consumía, me sentía atrapada. La situación si bien en un principio ya estaba mal ahora era el doble. Volví mi vista a mis espaldas, una horda de infectados nos pisaba los talones creando que un grito saliera de mi garganta, el llanto quería volver.

30 minutes ; Jeon JungkookWhere stories live. Discover now