x6x

193 41 21
                                    

Frank tenía taquicardia, sus mejillas estaban ardiendo, sentía sus piernas más temblorosas que nunca y no podía concentrarse en nada.

Y quizás si estuviese en su habitación ya sabría que tenía un ataque de pánico, pero debía recordar que estaba en la biblioteca donde Gerard trabajaba y estaba acercándose, estaba muy cerca, demasiado cerca para su salud física y mental.

—Hola Frank—susurró el pelinegro, apoyando sus manos en la mesa con calma, observándolo con atención.

El mencionado no quería alzar su cabeza, estaba avergonzado, y se arrepentía siquiera de haber pensado que iba a llegar allí,  hablaría con Gerard, lo invitaría a salir y todo saldría bien. ¡Era un iluso!

—Bien ¿y tú?

Él no había preguntado cómo estaba.

—Pues muy bien, trabajando—Frank inclinó sus cejas, sabiendo que Gerard habia notado su respuesta sin contexto, pero que lo había ignorado—, ¿vienes a estudiar?

—Sí—era bastante intrigante el funcionamiento de su cerebro, porque a veces podía formar conversaciones normales, incluso con Gerard, y en otras solo era una bola de nervios—, tengo que leer bastante, y en mi casa a veces hay mucho ruido.

—Te comprendo completamente—Gerard recordó brevemente lo incómodo que solía ser estudiar en su hogar cuando estaba en la universidad—, espero puedas concentrarte y hacer todos tus pendientes.

—Gracias Gerard—asintió y sonrió, tratando de alivianar el ambiente, que al menos para él era incómodo.

—Búscame si necesitas algo, ¿si?, voy a estar... quitando polvo.

Frank asintió efusivamente, admirando la sonrisa del contrario, que se alejaba con pasos tranquilos, quizás sintiéndose tranquilo también, mientras el castaño daba un extenso suspiro, había logrado sobrevivir.

***

Frank pasaba su resaltador por oraciones, anotaba pequeñas cosas a los lados de la hoja y a veces tomaba apuntes en su cuaderno. Intentando comprender de la mejor manera todo lo que su libro tenía para decirle y enseñarle, pero aunque por períodos pudiera mantener sus ideas fijas en las letras, de vez en cuando sentía la necesidad de mirar de reojo al pelinegro, que simplemente se paseaba de aquí para allá organizando libros.

Cuando ya había transcurrido al menos una hora y media de su llegada, el medio día ya se había pasado y comenzó a tomar sus cosas para irse, pero cuando cargó su bolso al hombro, vió la figura esbelta de Gerard, envolviendo su cuerpo con un abrigo de color azabache.

No supo si debia avanzar y así cruzarse con él de una manera incómoda, o mejor fingir que estaba ocupado por unos minutos más, o quizás, podía hacer lo que realmente deseaba; comportarse como una persona normal y caminar un poco a su lado hasta que eventualmente se separen.

Increíblemente tuvo la suficiente valentía de andar comúnmente al mismo tiempo que él, haciendo que inevitablemente se cruzaran y sus miradas hicieran lo mismo.

—¿Ya vas de salida?—Frank asintió, caminando detrás de él, mientras lo observaba abrir la imponente puerta de madera frente a ellos, dejando pasar primero al castaño—. ¿Pudiste terminar tus trabajos?

El contrario lo pensó por un momento, porque ciertamente no lo había logrado, pero de todas formas podría mentir y parecer un alumno aplicado... aunque solo por el hecho de tardar en responder lo hacía un poco sospechoso.

—Casi... solo me falta acabar algunas preguntas—formó una media sonrisa, viendo al pelinegro hacer lo mismo. En pocos pasos el camino de piedra de la biblioteca de acabaría y probablemente tendrían que separarse—, la universidad es complicada.

—Sí lo es, pero da buenos resultados—comentó, mirandolo de reojo—, aunque sean a largo plazo; es muy bonito el saber per-se, aunque no es lo que a mí me guste, enfermería debe ser de lo más interesante.

Frank lo miraba con ojos grandes y brillantes, completamente concentrado en sus palabras, y aunque haberse sorprendido solo por el hablar bien lo hacía sentirse un poco tonto, no podía evitarlo, porque Gerard tenía el poder de dejarlo con la misma capacidad de razonamiento que un pez.

—Es bastante interesante, y una carrera preciosa, pero...—se detuvieron cuando el camino terminó, el pelinegro aún planeaba continuar escuchando, pero Frank no deseaba quitarle más de su tiempo—. Debes estar super ocupado, así que voy a dejar de distraerte.

—Tengo que esperar un poco para pasar por Bandit, así que ahora estoy libre, no te preocupes—Frank titubeó un poco, observándolo mientras pensaba qué significaba eso—. ¿Quieres ir por algo para almorzar?

***

El menor tomó una servilleta de la mesa, solo para jugar un poco porque se sentía aún bastante nervioso. Gerard era muy agradable, y aunque a veces sus temas de conversación o intereses  no eran los mismos, podían charlar tan a gusto como lo haría cualquier par de amigos.

Incluso podía notar que el pelinegro era mucho más relajado cuando no estaba con su hija, o cualquier familiar en general. Eso no quitaba que de todas formas su carácter sea tranquilo y serio.

—Eres muy ocurrente—Gerard comentó entre risas, luego de oír alguna de las bromas por parte del contrario. Y Frank pensó que ese era un buen adjetivo para describir que se comportaba como un payaso—, entiendo por qué le caes bien a mi hermano, él suele ser bastante selectivo con sus amistades, y por supuesto contigo no fue la excepción.

—¿Fui el elegido de Mikey?

—Pues... considerando a Mikey y su timidez, debes ser muy especial—bebió un poco de su bebida al terminar su frase, dejando a Frank pensando por un segundo.

El ambiente del restaurante al que fueron era calmado y familiar, se veía como el lugar en el que Gerard comería todos los días, según Frank.

—Tú también debes ser así, supongo, en el cumpleaños de Bandit estaba Ray—dudó por un segundo si su nombre era así—, que por cierto es genial, y no lo sé, Michael y tú son muy parecidos.

—Bueno, en realidad considero que tengo bastantes amigos, pero... ya sabes, hay amistades que simplemente no encajarían en el cumpleaños de mi hija, y otras con las que se lleva una relación muy ocasional—Frank sentía un leve cosquilleo en su estómago al oírlo hablar tan seguro, y saber que era realmente un adulto—, además el tiempo que tengo para salir con amigos es bastante escaso, y el de mis amigos igual.

El castaño dio un leve suspiro que pensó no lo notaría, pero lo hizo, y agregó.

—De todas formas mi vida es cool, no te preocupes, no te asustes—reía mientras decía cada palabra, notando quizás un poco de miedo por la vida adulta en el contrario—, te prometo que es divertido; tienes dinero; auto; tu propia casa; hijos; una salida familiar todos los domingos...

—Por favor que esa salida no sea a la iglesia.

Soltó una risita, esperando que el contrario hiciera lo mismo, pero solo permaneció con su sonrisa, un poco confundida, en el rostro.

—Entonces asústate, porque esa salida ciertamente es a la iglesia—en ese momento fue él quien rió suavemente, ante la atenta mirada el contrario—, soy como un... anciano, lo sé—finalizó, describiendo en una sola palabra lo que suponía Frank estaba pensando.

—Claro que no, eres muy joven—razonó, mordiéndose la lengua de cualquier comentario fuera de lugar sobre sus creencias que aún eran desconocidas para él, hubiera agradecido que Mikey le dijera algo sobre su hermano siendo el ser más estrictamente adulto de la Tierra—, está bien todo lo que haces, no es como si alguien fuera a juzgarte.

—Eso creo, además Bandit se lo pasa muy bien allí, impresionantemente—agregó—, y yo canto en el coro así que es bastante entretenido, y puede vernos a su madre y a mí en el mismo lugar.

—Es muy bueno entonces—asintió levemente, centrándose en la idea de Gerard cantando en una iglesia, pero por alguna razón no lo imaginaba exactamente angelical.

* * *

Espero que les guste 💘💘💞💖

Soon We'll Be Found. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora