Parte 2 - "Si viví fue por pura suerte"

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Cuando abrí los ojos por primera vez todo se veía un tanto borroso. Entraba mucha luz por la ventana y eso me molestaba un poco. Cerré los ojos de inmediato y de pronto escuché la voz de Olivia. Se oía un poco distante y con pesadez. Era como si tuviese los oídos tapados.

Volví a abrir los ojos y me encontré con los rostros de mis amigos. Me sorprendí bastante porque no me los esperaba encontrar a todos... ni tampoco que me rodearan de aquella manera.

Fue entonces cuando me concentré en Summer. ¡Dios mío! De seguro querrá matarme por lo que le habré hecho a su auto... Aunque la verdad no sé qué fue lo que le hice. Espero que no se le rayara la pintura.

—Despertaste —me susurró Olivia, acariciando mi cabello.

—Sí que nos diste un buen susto. ¡No vuelvas a hacerlo! —me regañó Cooper.

Sentía algo raro en mi nariz, así que me llevé la mano al rostro y pude sentir una especie de tubito. Quise sacármelo pero ellos me lo impidieron.

— ¡NO! —gritaron al mismo tiempo. ¿Acaso se habían puesto de acuerdo?

No entendía que era lo que había pasado, ni tampoco en dónde me encontraba.

Lo último que recuerdo es haber estado conduciendo el auto de Summer sin su permiso. El resto es historia. No recuerdo absolutamente más nada. Es como si tuviese un gran bache... ¡Una resaca! Pero de las buenas. De esas que puedes despertarte por las mañanas y no recordar qué fue lo que hiciste esa noche.

Sentí la boca un tanto seca, por no decir que bastante.

— A...A...Agua...

Daniel de inmediato me sirvió un poco de agua en un vaso y me lo llevé a la boca con desesperación. ¡DIOS! Jamás en mi vida había estado tan agradecido por beber agua.

— ¿Qué fue lo que pasó? —pregunté una vez que me bebí todo el líquido.

— ¿No lo recuerdas? —preguntó con incredulidad Cooper.

— ¡Idiota! —Le golpeó en el estómago Summer—. ¡Claro que no lo recuerda!

— Oye, yo solo preguntaba.

— ¿Podrían dejar de pelear y decirme que es lo que sucede?

Todos me quedaron mirando. Ninguno de ellos hablaba y el silencio era una cosa que me incomodaba. Me los quedé mirando y parecía como si apartaran su mirada de la mía. ¿Acaso me tenían miedo? ¿Por qué no me miraban a los ojos?

— ¿Podrían dejarse de jugar y decirme qué fue lo que me pasó?

Silencio. Como odiaba esa cosa.

— Logan... —comenzó Daniel.

— Sufriste un paro cardíaco —finalizó Cooper.

Mis ojos se abrieron como platillos al escuchar aquello. Supongo que había puesto la misma cara de asombro que Cooper me puso cuando me preguntó si recordaba lo ocurrido anoche.

— ¿Qué? No... No, eso es imposible. ¿Cómo...?

— No lo sabemos. El doctor no nos lo explicó mucho.

— Pero...

— Tienes suerte de haber salido con vida. —Me dijo Summer, sonriéndome de lado.

— ¿Por qué?

— Logan, el auto quedó destrozado.

— ¡¿Qué?!

— Deberías haberlo visto. Aquella columna lo hizo un ñoqui —dijo Daniel—. Tienes suerte de que aquella cosa no te aplastara.

FORGIVE MEWhere stories live. Discover now