The Deal

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Menos mal había hecho caso a su amiga sobre los vasos de agua la noche anterior, si no tendría una resaca además del sueño que sentía por dormir hasta altas horas de la madrugada. Pero lamentablemente debía volver a su departamento antes que su Incubo favorito se apareciera por allí, al menos esa noche no soñó nada.

Ya había avisado a sus amigas que se iría temprano, recurriendo otra vez a la mentira, esta vez usando a su hermana como excusa para su retirada temprana. Maldito demonio bastardo mala influencia.

Ya en la estación tuvo la mala suerte de que el metro estaba lleno, por lo cual su plan de dormir un poco más en él alguno de los asientos se vio bloqueado, saliendo de allí el sol pegaba demasiado fuerte, estaba casi segura que si comenzaba a sudar botaría todo el alcohol de la noche pasada.

—Necesito mi cama... .-bostezo y antes de llegar a la esquina de la cuadra divisó a alguien bastante conocido.

Ella siempre gozó de una vista excelente, impecable y rara según los doctores. Así que no le costó divisar el cabello de Tsukasa en el parque que había frente a su edificio ¿Qué hacía allí? Minami le había comentado sobre que el boxeador había abierto un gimnasio cerca de donde vivía, pensó en inscribirse pues para ella sería un sueño que la entrenara alguien con semejante fuerza como la de Tsukasa, pero por alguna razón él siempre se negaba a alguna de sus propuestas sobre entrenamientos amistosos, lo cual la molestaba pues pensaba que era porque el chico la estaba discriminando, pero Minami le explico que Tsukasa no entrenaba mujeres directamente por algo sobre su religión... ¡Que anticuado!

Quería llegar a su cama para disfrutar del tiempo de dormir que tuviera antes de que el maldito demonio se apareciera solo para dejarla más agotada de lo que ya estaba, pero sus pasos se movieron automáticamente hacía el novio de su amiga, interrumpiéndolo en lo que parecía ser su momento de meditación.

—¡Hey! ¡Tsukasa! .-saludó sonriente al chico quien la miró con su rostro en calma.

—Kohaku .-ya había detectado su energía, así como también notó que Senku no estaba cerca-. ¿Qué tal la pijamada?

—Si llamas pijamada a las malas influencias de la alcohólica de tu novia, puedo decir que estuvo bien .-se sentó junto al chico en la banca del parque-. ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu nuevo gimnasio?

—Minami es buena bebedora, no lo niego .-sonrió un poco recargándose en la banca-. Todo bien, ya están llenos todos los cupos .-primera verdad que salía de su boca hablando con otro humano que no fuera su novia.

—Ah que pena, esperaba poder inscribirme .-suspiró resignada con la respuesta, pero se le alegraba por el chico.

—Será para la otra supongo.

—Si bueno... ¿Qué haces por aquí? Si no es que te molesta la pregunta.

—Para nada... Esperaba ver si podía encontrarme con un viejo conocido .-la presencia de algún demonio de la violencia había dejado de hacerse presente, lo cual lo preocupaba un poco después de todo lo que habían hablado.

—¿Un viejo amigo?

—No, solo conocido .-jamás consideraría a ese ser repugnante un amigo, nunca-. Minami me comentó que tienes novio .-también se había acercado al edificio solo para saber un poco más de su relación con Senku, y que tan lejos había llegado el príncipe. Era más que nada temor a que la humana se debilitará de manera que tuviera que consolar a su novia por su pronta muerte-. ¿Qué tal es?

—Estoy segura de que estudia periodismo solo por lo chismosa que es .-la noche anterior había decidido que su vida no giraría en torno al demonio, que mala suerte tenía-. No es por ser grosera, pero no es tu tema Tsukasa. Solo es un conocido .-se levantó de la banca para volver a caminar hacía su edificio, que odioso sería ese sábado-. Nos vemos.

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