Blessed Girl

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Senku era un hijo de perra. No tenía idea de lo que estaba planeando cuando se presentó de lo más animado frente a Minami, él no era así, podía no conocerlo del todo, pero sabía que nunca se comportaría tan amigable con una humana a menos que quisiera algo.

Tan pronto como se presentó se había retirado, no sin antes mencionarle que se verían a la noche, por lo cual tuvo que evitar las preguntas de la manera más fácil. Escapando, mintiendo que debía de terminar algunas cosas en su departamento que le pidió su hermana

Kohaku tenía un único lugar en calma, el único lugar donde había una persona que la escuchaba y aconsejaba como si fuera otra hermana mayor para ella. Adoraba a Minami y Kirisame, así como también adoraba a Ruri, pero desde que Amaryllis apareció en su vida pudo calmar sus pensamientos, sobre todo por las infusiones de hierbas o el café que está preparaba en su cafetería.

—¡Kohaku! Hace tiempo que no te veía por aquí .-Amaryllis le sonrío apenas la vio entrar al lugar, corriendo hacía ella ofreciéndole una mesa cerca de la ventana-. No me digas, hoy pareces necesitas una infusión de tila, te la traigo en seguida cariño.

Kohaku sonrío mientras tomaba asiento, Amaryllis había aparecido en su vida el mismo año en que Ruri cayó enferma, no recordaba cómo era que había descubierto ese lugar, pero si sabía que los consejos de Amaryllis la ayudaron mucho a lidiar con la enfermedad de su hermana, incluso había hecho que recupere la esperanza de que Ruri se salvará, y tuvo razón, aunque esa esperanza había vuelto sobre todo con la presencia del bastardo de Senku

—Aquí tienes, cariño .-Amaryllis le entregó la taza y se sentó frente de ella sin dejar la sonrisa en su rostro-. ¿Cómo has estado, Kohaku?

¿Cómo había estado? Bien, lo estaría mejor de no ser por lio que tenía en la cabeza por pensar en lo sucedido a la salida de la universidad.

—Bien, estresada con cosas de la universidad ¿Qué tal va el negocio? .-bebió un sorbo de la bebida caliente y rápidamente sintió un relajo por todo su cuerpo-. ¡Qué bien sabe esto!

—Sabía que lo necesitabas .-la dueña del lugar guiño el ojo sin dejar de sonreír, sobre todo si la rubia estaba allí-. ¿Qué tal tus exámenes? El negocio va de maravilla, aunque como ves, hoy no hay muchas personas por ser día entre semana.

Kohaku dio un vistazo al lugar y se sorprendió de que sólo hubiese cuatro personas allí, contándola a ella, habría jurado que ese lugar siempre estaba lleno cuando pasaba solo a saludar, era extraño que cuando ella iba casi no había gente.

—Salí bien en mis exámenes .-volvió a beber de su taza sonriendo, Amaryllis tenía algo en sus bebidas, definitivamente algo mágico.

—¿Algo más que quieras contarme? Siempre vienes aquí cuando te preocupa algo ¿Por tu novio quizás?

—¡Yo no tengo novio! .-se llevó la mano a la boca luego de notar que había alzado la voz, pero la joven tenía razón, estaba preocupada por algo-. Verás... Conocí a alguien .-sí, le mentiría a ella aún después de toda la amabilidad-. Pero, esta persona no es normal, no sé cómo explicarlo. Solo sé que no es alguien en quien pueda confiar.

—¿Y qué es de ti, esta persona? ¿Un amigo? ¿O solo conocido?

¿Qué era Senku? En palabras de él, seguramente tendría que decir que era su dueño.

—Es solo un conocido, pero no puedo alejarme de él .-suspiró un poco para después ver hacía la taza entre sus manos-. Y tengo miedo de a donde lleguen las cosas si sigo hablando con él.

Amaryllis la estaba viendo con algo de lástima, de eso estaba segura y ella se sentía tonta por ir siempre a contarle sus problemas, aunque sabía que eso estaba mal, ni siquiera sabía algo de aquella joven que siempre le ofrecía consejo y una mano amiga.

IncubosWhere stories live. Discover now