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—¡XENO!

Apenas se apareció en el maldito Purgatorio, gritó el nombre del condenado Serafín, necesitaba respuestas en ese mismo momento.

En otras ocasiones ya se había topado con ángeles, y varios de los que intentaron llevarle la contra ya no existían en el reino de los cielos o si quiera el mortal.

En el nombre de su padre ¿Qué le estaba pasando?

—No lo encontrarás.

La voz a su espalda era una bastante conocida para él.

El demonio que se encontraba recargado en el árbol gris era otro de los que le habían ayudado con sus poderes. Stanley era uno de los regentes del infierno, hasta que abandono todo eso por Xeno.

—No me vengas con eso. No tiene permitido salir del Purgatorio.

—No a menos que el creador o Byakuya-sama lo permita. Ya deberías saber eso, principito .-Stanley sonrió al mocoso frente a él. Siempre le fue más divertido entrenar a Senku que a Homura-. ¿Por qué tan enojado?

—¡MIERDA! .-las marcas en su cara aparecieron sin siquiera pensarlo, al mismo tiempo que la cola se volvía totalmente negra y golpeaba contra el pasto.

Por un momento, el pasto ardiendo fue lo único que tuvo un poco de color, hasta la bendición en lugar por parte del Creador lo extinguió rápidamente.

—¿Qué es lo que le molesta al principito?

Podría ser, quizás que Stanley tuviera la respuesta a sus dudas.

—¿Qué ventaja tiene un humano bendito sobre un demonio?

Stanley le sonrió antes de llevarse un cigarrillo a la boca y señalar detrás de él, justamente al momento de girarse se encontró con la Querubín que no veía hace un año, desde su última rabieta en el noveno círculo.

—¡Hermano!

Suika se lanzó hasta él, y de no ser porque ella voló directo hacia sus brazos no habría podido con el equilibrio.

—¡No sabía que vendrías! .-Suika aún abrazada a su hermano movió sus alas sin poder ocultar la felicidad de ver al mayor después de tanto tiempo.

—Enana .-controlar su enojo, controlar su poder se estaba haciendo difícil. Pero si observaba bien, su hermana ya estaba cambiando.

Prueba de eso, era el resplandor que había alrededor de ella que demostraba su felicidad ¿Qué tan fuerte se había vuelto Suika en solo un año? Los Querubines podían mandar a los demonios al Purgatorio si eran lo suficientemente fuertes, a diferencia de los Serafines que podían llegar a exterminarlos o de los Arcángeles que los mantenían alejados de los lugares sagrados como la puerta al Edén.

—Tu hermana tiene que seguir entrenando, principito.

Y él necesitaba respuestas.

—Es bueno verte. Ahora vete .-alejó como pudo a su hermana quien lo vio con cara de confusión.

Las reglas decían que Suika no debía encontrarse con ninguno de sus familiares. Eso pensando que ella fuera hija de seres celestiales y su familia pudiera ayudarla.

—¡Senku! .-ahora ya con los pies en el suelo, Suika jalo la mano de su hermano-. ¿Sigues molesto conmigo?

Antes de que Senku respondiera, Stanley le había creado una copia exacta de él mismo para que desapareciera a Suika del lugar y llevarla a quien sabe que lugar del Purgatorio para entrenarla.

Senku suspiró, esto solo aumentaba su enojo.

—Me hubieras dejado despedirme.

—¿Alguna vez fui blando con tu hermana o contigo?

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⏰ Last updated: Aug 11, 2021 ⏰

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