1. La propuesta del mago

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La mañana amanecía fría en los Montes Ciucaș, en la cordillera de los Cárpatos orientales de Rumania, como ya era costumbre.
El verano no había hecho más que comenzar, en las zonas más altas de las montañas aún se podía divisar los restos sucios y embarrados que habían dejado a sus paso las heladoras tormentas de nieve.

Cuando llegaba el verano, Girasol se decía que los Cárpatos eran casi soportables. No es que no fueran hermosos. La belleza de aquel paraje natural y virgen era indudable, no. El problema eran las condiciones que enmarcaban aquellos bellos paramos entre las montañas. Dragones. Y es que el paisaje de verdes follajes se veía, aquí y allí, salpicado por la enorme presencia de aquellas bestias de fuego, aquellos reptiles titánicos que existían pacíficamente lejos del imaginario colectivo actual de los muggles.

Pero lo cierto es que los dragones seguían presentes, su población había descendido drásticamente y con el tratado del secreto mágico, el ocultar semejantes criaturas se volvía todo un desafío, que obligaba a las colonias de estos animales a ocultarse en reservas especiales cuyos encantamientos alejaban a los muggles curiosos y su geografía privilegiada daban las condiciones perfectas para que se pudiera establecer colonias de una o distintas razas y que tuvieran espacio y recursos para volar y cazar. Y así es como era la reserva del Santuario de Dragones Rumano, el santuario para dragones más grande del mundo, que poseía distintas variedades y razas de dragones de todo tipo.

El verano era la mejor época porque no había que lidiar con aquellas imponentes bestias mientras te enfundabas en el más gordo de tus abrigos de piel de dragón para a, que no te quemaran sus llamas y b, no morir de congelación por las temperaturas glaciares que se llegaban a recoger en las montañas. Temperatura que para los dragones, con sus fuentes inagotables de llamas personales no suponían un gran problema pero que para humanos, fueran magos o muggles podía suponer el fin de todo si no se tenía cuidado.

Un trabajo duro, apto única y exclusivamente para gente dura, con ambición y con una amor especial a los animales. Girasol compartía muchas de estas cosas, pero lo cierto es que no era una dragonóloga, como casi todos en el santuario. Girasol era investigadora, de pociones para ser más exacta. Su trabajo allí consistía en estudiar farmacológicamente que pociones daban mejor resultado en los dragones para poder tratar algunas enfermedades que hacían que la despoblación de dragones fuese en aumento y además comprobaba y estudiaba el uso de los distintos elementos que se podían extraer de un dragón, sin la necesidad de matarlo, y su uso y estudio en diversas pociones y ungüentos. O esa era la teoría. Los ecosistemas naturales mágicos que ofrecían los Cárpatos suponían una exuberante fuente de conocimientos por descubrir. Sol dedicaba la mayor parte de su tiempo libre a la investigación mágica no centrada en dragones.

Aquella mañana se había levantado antes del amanecer, y había caminado una hora, por placer, hasta llegar a una zona de bosque donde un viejo árbol cubierto por liquen y musgo, cuyo tronco se había partido, dejando así un inmenso agujero a la intemperie. Entre esto y el deshielo, allí se generaba una pequeña poza natural donde se criaban larvas de crispos de cuerno azul. Una variedad específica de la región.

Girasol volvía de recoger muestras del agua de la zona cuando vió a lo lejos el brillo de una barba plateada.

Hacia unos 20 minutos que había amanecido y le sorprendía que hubiese llegado algún curioso a aquellas horas. La gente no solía hacer visitas no anunciadas de madrugada en las reservas de dragones.

Aunque claro, las cosas habían cambiado aquella primavera. A finales de la misma el señor Weasley les había confirmado a Charlie y a ella que el ministerio, junto al comité de gestión internacional, estaban preparando algo interesante para el otoño de aquel año que causaría casi tanto revuelo como la final de Quidditch. Percy había escrito a su hermano que se estaba barajando la posibilidad de el uso de dragones en dicho evento, aunque aún no había nada confirmado, ni mucho menos.

El Vacio (Snape fanfic) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz