[12] Isabella

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—Estoy tan cansada que dormiría una semana entera. —exclamó Elizabeth tirándose a su cama con la ropa puesta.

—Amor, debes ponerte tu pijama antes de meterte va la cama. —recordó Liam quitándose la corbata.

No era la primera vez que su chica dormía con lo que tenía puesto, pues, para siempre estar disponible en el día, se trasnochada trabajando.

—Bebé, son las tres de la mañana, acabamos de regresar, me duele todo, mañana lo hago, ¿sí?

Liam sonrió.

—No puedes dejarlo para mañana. Es más, yo iré a tomar una ducha, deberías hacerlo también.

—Es tarde, métete a la cama conmigo. —se acomodó aún más en la cama.

—Tu pijama...

—Pijama, pijama, ¿quien piensa en pijama tan tarde? —exclamaba parándose lentamente, algo molesta.

Si la niña no duerme bien, se asemeja a un huracán. Pensó Liam internamente.

Él observó con suma atención como su novia fue despojándose de su ropa quedándose rápidamente en ropa interior, pero luego se quitó también el sostén y se metió en la cama, tapándose hasta el cuello.

—Ahora entiendo porque te quitas todo siempre, es delicioso.

Negando lentamente con su cabeza, Liam se dirigió al baño, donde se dio una ducha rápida.

...

Al salir, un leve sonido seguido de una vibración se pudo escuchar en la mesa de noche al lado del cuerpo dormido de su chica.

—Lizzy, tu teléfono. —avisó cubriendo su cabeza con una toalla, alborotandolo para secarlo.

—Lizzy. —volvió a insistir al no parar de vibrar.

—Hmm. —murmuró la castaña sin prestar atención.

Es más que obvio que la muchacha no tiene intención alguna por ver el aparato.

Liam hubiese ido a dormir como planeó, pero las efímeras e insistente vibraciones provenientes del celular ocasionaron que soltara un gran suspiro frustrado y vaya por el aparato.

Su intención era apagarlo para poder dormir... pero ya saben... para apagarlo hay que prender la pantalla...

Y fue en ese momento en el que todo el cansancio desapareció en el chico, dándole paso a mirada curiosa, y luego, una de verdadera furia.

Dado que el celular no cuenta con una clave verdaderamente "segura" (porque la contraseña son puros unos) Liam entró rápidamente al chat, y procedió a borrar el número que le había escrito a su chica, después de eso, bloqueó el número y apagó el celular.

Ahora sí, se fue a dormir.

...

Ay, que bonito día, tan lleno flores y alegría... si tan solo los protagonistas estuvieran despiertos para aprovecharlo...

Pero no, ellos quieren seguir durmiendo, a pesar de ser más de las 11 a.m.

Aunque claro, un celular misteriosamente comenzó a sonar, lo que los levantó. O algo así...

—Liam, amor. Tu celular suena. —dijo entre dormida la castaña.

—¿Hmm?

—Tu celular.

La suegra del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora