[36] Una pequeña confusión

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《SEGUNDA SEMANA》

MARTES.

—Eliminalo.

—No.

—Eliminalo.

—No.

—¡Eliminalo! —pisoteó con fuerza el suelo.

—No. —respondió de forma calmada.

Amanda bufó severamente.

—¡E-li-mi-na-lo! —rugio cuál león.

—Vale, déjame que lo piense. —fingió pensar. —No. —rió. —No quiero hacerlo, no pienso hacerlo... no se me pega la gana de hacerlo. —no dudó ni un segundo en burlarse de ella.

—¡Eres una...!

—Ah, ah, ah. —negó con un dedo elevado. —Ten cuidado con lo que dices suegrita, tu hijo nos escucha. —apuntó a la laptop encendida que muestra la imagen de Liam hablando por teléfono pero con el micrófono apagado.

Actualmente ambas están en la cocina; Elizabeth se encuentra realizando unas galletas que le encargaron con Amanda de cerca, pidiendo, no, exigiendo que borre las fotos que subió de ella.

¿Por qué, si ya está por todo Internet?

A ella no le importa eso.

—Si no lo borras en estos momentos, te demandare por difamación.

—Hmp. —Elizabeth se burló. —Haz lo que quieras. Tomé las fotos en un lugar PÚBLICO, —acentuó. —y si a eso le sumamos que me diste tu aprobación. Porque me la diste, ¿verdad? —giró levemente su cabeza. —Es que estabas tan borracha... como contradecir a un borracho. —se mofo.

Ambas se encontraban gritándole a la otra cuando sintieron la videollamada de Liam, por lo que reprimieron sus impulsos y sonrieron al arquitecto.

Bueno, eso fue hasta hace minutos, ya que él tuvo que contestar una llamada, y al no prestar atención, ambas volvieron al ataque.

—¿Qué te cuesta hacerme caso? —resopló.

—Me cuesta mi tiempo. Como veras, estoy ocupada, y como no ayudas, no estorbes.

—No me iré hasta que digas que lo borraras. —se plantó en su lugar.

—¿Quieres que lo borre? ¡Bien! —Amanda comenzó a sonreír. —Pero no ahora, ni mañana... ¿Qué opinas del próximo año? —volvió a burlarse a lo que Amanda dejó de sonreír.

—Ah, ¿graciosa te crees?

—Mucho. —sonrió.

—Y veo que lo disfrutas, también.

—También. —concordó.

—Aish, ¡pudre...!

—¡Hola de nuevo! —interrumpió Liam.

Amanda suspiró fuertemente y se fue, dejándolos solos.

—¿Mamá se fue? —preguntó al no verla.

—Sí, mi amor, dijo que tenía un par de cosas por hacer. —sonrió a la pantalla.

Está bien, —no le dio mucha importancia. —la llamare después para ver como sigue.

—De mal en peor. —rió ligeramente.

—¿Así de mal?

—En peor.

Liam suspiró.

¿En serio tenías que publicar las fotos? —frunció los labios.

—¡Ay, por favor! Si no hacia yo, lo hacia Sunny. —rió. —Al menos le gané.

La suegra del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora