[3] Ladrona

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Comiendo helado.

Elizabeth Baudelaire lleva dos conos de tres bolas cada una, todos con el mismo sabor. Chocolate.

A ella ni siquiera le gusta el chocolate, pero a Liam, sí. Por eso, cree que comer su helado favorito es un buen inicio, pues de ese modo pensará en él, y buscará una manera de arreglar las cosas.

Obviamente eso no tiene nada de sentido.

Lo único que logro conseguir comiendo tanto helado, es odiar al chocolate, aún más de lo que ya lo hacía.

¡Y nada de encontrar una solución!

Está exhausta, luego de aquella despedida, no sabía a ciencia cierta si aquello significó un cierre, o fue su primera pelea; sea como sea, mientras su cerebro procesaba los sucesos una y otra vez, causándole migraña en el camino, Elizabeth caminaba sin rumbo fijo por todo el lugar hasta que encontró una heladería donde compró su helado.

—¿En qué estaba pensando? —se lamentó. —¿Quedarme parada? ¡Que idiota! Lo lastime.

Frunciendo el ceño se dio cuenta de que comiendo helado no solucionaría nada, por lo que se paró abruptamente y fue hacia el primer contenedor de basura a paso firme, en donde arrojó con desagrado el helado a medio comer.

—Listo. Ahora, paso dos: hablar con él. No tengo ni idea de lo que le diré, pero debo hacerlo. —habló consigo misma.

¿En dónde estará Liam?

Se puso a pensar... Liam dijo que luego de conocer a sus "amigos" irían a un evento en conjunto.

Si los dichosos amigos son sus padres, quiere decir que el evento no debe ser cercano a ellos.

¿Qué podrá ser?

Pensando y pensando se le ocurrió llamar a la única persona que podría ayudarla. Sunny Geller.

Cogio su celular y llamó a la menor de los Geller.

—¿Aló? —contestó.

—Sunny, dime rápidamente, ¿hay algún evento que incluyan a tus padres?

Sunny frunció el ceño.

—No me digas que lo olvidaste. Te mandé la invitación hace semanas.

—Sunny, ¿qué evento es?

La muchacha resoplo.

—Hoy es mi presentación. Practique todo el verano, ¿recuerdas? El lago de los cisnes.

Fuck, lo olvidé. Lo siento tanto linda, estaré allí en una hora.

—No te preocupes.

Estaban a punto de colgar cuando Sunny recordo algo.

—Ah, ¡Elizabeth!

—Dime.

—Si ves a mi mamá, dile que la estoy buscando, que me marque.

—¿No está contigo?

—No, aún no llega.

¿Dónde podrán estar? Suspiró.

—Tranquila, yo le aviso.

Y sin más, colgó.

Si aún no están con Sunny, significa que están en camino, seguramente Liam va con ellos.

Dejo su lugar y comenzó a caminar hacia la salida más cercana en busca de un taxi ya que ella vino en el auto de Liam.

La suegra del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora