AMADO CERVATILLO

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Cinco meses... apenas podía creerlo... Loki veía crecer su pancita cada día y sentir los movimientos de su bebé mientras su carácter se transformaba,  ya se lo había dicho el Sanador, los cambios hormonales necesarios para sostener el embarazo tenían influencia sobre él... por eso presentaba cambios de humor  y él no los podía controlar, iba del entusiasmo a la tristeza en medio minuto,  reía fácilmente y terminaba llorando al leer una novela romántica, amanecía sensible, el roce de la sábana de satén molestaba sus pezones, los enrojecía, era normal también despertar erecto y excitado, pero recomendaba espaciar los encuentros sexuales a uno o dos por semana, por pura precaución, Loki comenzó a reírse a carcajadas cuando escuchó tal recomendación... no había tenido relaciones en semanas,  Thor estaba ausente de la ciudad dorada y él,  resguardado en las antiguas habitaciones de su juventud.

Aunque no era un prisionero, ni los habitantes de Valhalla se preocupaban por vigilar su estado gestante, prefería no dejarse ver, ni tener contacto con las esposas o las amistades del Rey. Un par de veces cruzó los pasillos para ir a la biblioteca y renovar los libros que amenizaban sus días, desde ahí,  se observaba a la perfección uno de los jardines, el preferido de la Reina Frigga, que se conservaba intacto en su memoria y que, por alguna razón, era el predilecto de los hijos del Trueno para pasar tiempo libre.

Loki los conoció por primera vez... ambos eran altos, vigorosos, de lindas facciones y rubias cabelleras... pero Modi poseía la audacia y decisión de su madre,  Lady Sif. Gritaba más alto,  mandaba en los juegos con su medio hermano y quería ganar a toda costa,  era la réplica miniatura de Thor... y en Magni,  también fuerte,  también ágil,  se mostraba más cauteloso, podía adivinarse la inteligencia y la ternura de su abuela Frigga. Intentó acercarse para hablar con ellos,  pero una fuerza mayor lo mantuvo en su lugar... y además, no creía que Sif permitiera tal confianza.

Fue una experiencia reveladora de pronto, ver a los dos niños convivir como hermanos y saber que el suyo estaba destinado a no tener jamás ese reconocimiento... su hijo estaría separado de ellos,  crecería en las sombras y, a menos que corriera la desgracia de Magni, y se quedara huérfano, jamás viviría en el Valhalla, jamás sería investido como Príncipe deAsgard... ni contaría con los privilegios de sus medios hermanos.

Lloró por horas, hasta que se esforzó por recuperar la entereza y serenarse... Sif tenía bajo su cuidado al futuro de Asgard,  uno de esos niños sería nombrado heredero y el otro,  segundo en la línea de sucesión, pero él tenía una vida llena de amor para entregarle a su hijo,  y también al padre de su hijo,  porque amaba a Thor con insensatez... y ya nada podía cambiar el sentimiento que le llenaba el alma.

Ese era su presente,  acarició su abdomen mientras cantaba una canción de cuna, una que la Reina les cantaba cuando eran niños pequeños... su presente era su felicidad y se aferraría para no perderlo,  con uñas y dientes.

-Perdón,  Loki,  he llamado sin respuesta varias veces... ¿Puedo pasar?

-Fandral... entra... estaba algo distraído- respondió, haciendo una señal al espadachín- ¿Sucede algo?

-Solo quiero avisarte que Thor está...

Fandral se vio interrumpido por la entrada ruidosa y la voz grandilocuente del Rey de Asgard,  quien se anunció a sí mismo dando pasos largos y extendiendo los brazos, ansioso por tener a su adoración cerca para besarlo y estrecharlo con todas sus fuerzas.

-¡Volví,  volví corazón mío! ¡Oh, Dioses eternos, como te extrañé!

-¡Thor, cariño mío!- exclamó Loki, corriendo a refugiarse en el cálido abrazo que se le ofreció,  un par de lágrimas se escaparon de sus lindos ojos, mostrando su emoción,  y el rubio se derritió de amor- También yo te extrañé demasiado...

ARRIBA Y CONTRA EL MURO Where stories live. Discover now