DESCUBIERTOS

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Loki llevaba con orgullo su quinto mes de embarazo; contra todo lo esperado, la criatura en su vientre se desarrollaba y el futuro padre lo celebraba por todo lo alto.

No es que fuera sencillo, gestarlo le estaba costando un millar de cuidados,  frecuentemente sentía dolor, un intenso dolor de cabeza y varias veces sufrió desmayos, Daven no se le despegaba,  desde el amanecer hasta que se quedaba dormido, el atento y amoroso hijo lo cuidaba, pendiente de cada mínimo gesto de incomodidad o malestar que presentaba, y las revisiones frecuentes de los Sanadores mantenían la esperanza de que todo resultara bien.

-Solo las Nornas comprenden por qué ha llegado tan lejos...- decían en el informe diario que hacían al Rey de Asgard- Dos meses más,  y quizá,  precipitando el nacimiento, logremos salvarlos a ambos...

-Palabras muy alentadoras- comentó Thor, sin cesar de mesarse las rubias barbas- Pero no coinciden con sus gestos de preocupación... díganme ahora la verdad... ¿Cuál es el riesgo real para Loki en los próximos dos meses?

-Majestad... quisiéramos con todo el corazón tener mejores noticias...

-¡Hablen ya, por los cielos dorados!

-Si el producto naciera en éste momento,  sus posibilidades de sobrevivir serían menores a cinco por ciento, y el Padre sobreviviría con toda certeza, sin problemas. Pero, conforme avancen los días y las semanas,  este porcentaje cambiará... en dos meses, las posibilidades del bebé serían de un treinta a treinta y cinco por ciento, más que por su prematurez, el riesgo está en que ha ganado muy poco peso, y eso lo vuelve más débil y vulnerable...

-¿Y esperar más tiempo?

-Mi Señor, la gestación de los Jötnar es de diez meses, con ocho debería ser suficiente para sobrevivir, si tan solo pesara un poco más del kilogramo. Pero para entonces también, el padre gestante tendrá un setenta por ciento de encontrarse con un desenlace fatal...

-¿Loki conoce este pronóstico?- murmuró Thor, palideciendo.

-Lo conoce y no le importa, dice que si antes no cedió, menos ahora sacrificará a su hijo.

Casi era tiempo de tomar decisiones drásticas, Thor correría el riesgo de ganarse el odio de su amado, conocía la terquedad y los fuertes sentimientos que Loki mantenía por la esperanza de tener otro hijo... así que, forzarlo a suspender su gestación para salvarle la vida, tendría un costo muy elevado para su relación... pero agotados todos los esfuerzos por hallar una solución, no parecía tener opciones.

Incluso  Blýeistr y Helblındi, los hermanos de Loki, lo comprendían tan bien, que entregaron a Thor todo lo necesario para ayudarle a detener el embarazo. "Loki no debe continuar este embarazo, los Jötnar no tenemos enfermedades naturales, pero en ocasiones,  la naturaleza nos juega malas pasadas... nada detendrá la toxicidad del feto en la sangre de su padre, por siglos lo hemos sabido, necesitamos que Daven no pierda a su progenitor, ni nosotros queremos perder a nuestro hermano. Bastará que él beba esta infusión y todo se detendrá, el envenenamiento y la vida del niño... y deben operar de inmediato, solo así lo salvarás. "

-Preparen todo con discreción...- les indicó, sintiendo una tenaza apretarse en su corazón- Dentro de una semana viajaré a Bilskirnir y haremos que todo termine...

***

-Aquí estás,  Daven... Te esperaba para caminar un poco por el jardín, como no me permites pasear solo, eché de menos tu puntualidad...

-Lo siento,  papá Loki... no me di cuenta de la hora...- respondió el muchacho, guardando de prisa varios documentos y pergaminos que revisaba en la mesa de su habitación.

ARRIBA Y CONTRA EL MURO Where stories live. Discover now