CON TU MEDIDA MIDO LA ILUSIÓN

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"Si te tuviera entre los brazos, ya no pasarías frio... tu soledad se desvanecería al contacto de mis manos sobre tu piel de leche. La seda de tus vestidos,  el oro de tus collares, todo estorba, caería al suelo con un movimiento que te acaricie por completo,  mi calor te daría calor... cada curva,  cada pliegue, cada humedad, ya estaría grabado en mi memoria... y no solo te conocería en la punta de mis dedos, también mi lengua conocería tu sabor... la frescura de tu saliva y la miel del tesoro de tu intimidad... yo sabría  tocarte, yo sabría amasar tus pechos hasta hacerte gritar, juntar esas lunas de plata con mis propias lunas de ébano, y juntas cantarían canciones de amor... yo encontraría el punto exacto,  aquel botón de rosa escondido entre tus piernas,  mi lengua caliente sería el detonante de todos tus orgasmos y cada noche me suplicarías... "Hazme tuya... hazme tu esclava... hazme el amor..." la hermosa,  la poderosa Reina de Asgard sería mía y mi mejor homenaje para ella,  sin duda,  sería hacerla delirar, llorar de placer, enamorarse de mí... cada noche..."

-No te ofendas, pero ya no quiero seguir leyendo...

Y el joven de cabello negro dejó el perfumado pergamino sobre la mesa, con un gesto de cierta repugnancia en su rostro armonioso, de rasgos todavía adolescentes,  pero que asomaban a su próxima varonil plenitud.

-El punto es...- respondió su interlocutor, un hombre joven, de no menor apostura, con solar cabellera, peinada en una complicada trenza con cintas de piel coloreadas con tintura de oro- es que tenías razón... siempre la tuviste... mi madre mantiene una relación epistolar con esa alimaña de Valkiria... ella tampoco es una esposa fiel...

-Modi, tu problema es que estás pensando en tus padres en los términos que idealizas, y te estás olvidando de que ellos tienen sentimientos propios.  Tú madre,  es una mujer también, y busca quien llene su necesidad de afecto... no la puedes culpar.

-¿Sabes por qué se divorció mi padre de ella, de Valkiria?

-Sí... pero creo que no debería decirte...

-Yo lo sé, Jane Foster me lo contó... la mortal vivió un tiempo en palacio, rogando porque fuera regresada a Midgard, mi padre le explicó que el regresar sería muy mala idea,  pues las eras transcurrieron de diferente forma y ella no encontraría rastro de lo que fue su vida antes de viajar a Asgard... ella juraba vengarse,  porque se le prometió ser reina y a cambio,  era despreciada... Un día,  Foster desapareció... huyó con Valkiria,  pensando que eso le dolería al Rey... desde entonces,  nada sabía de ninguna de las dos...

-Lo siento... siento de verdad que yo tuviera que informarte de esto... pero te lo dije, defenderé a mi padre Loki y el amor que siente por mí padre Thor. Y por ellos haré lo que sea.

-Ahora me importa muy poco... si  quieres defenderlo, hazlo... yo siento que he perdido el respeto por el Rey... y quizá por la Reina...

Daven sonrió. Algo muy similar le sucedió tiempo atrás, y el respeto hacia el Dios del Trueno era menor, fingía para no contrariar a  Loki, que insistía en mantener su imagen intacta ante su hijo. Pero la verdad era que, desde aquel triste día en que su pequeño hermano murió al nacer, Thor se vio forzado a explicarse con su esposa,  mientras Loki quedaba doblemente devastado por su pérdida y por su posición como amante sin derechos, y eso, quedó grabado para siempre en su corazón de hijo que veneraban su poderoso padre, con algo de resentimiento. Miró el sol del mediodía entrar por las ventanas, era muy tarde, no tendría tiempo para completar su plan y regresar a Bilskirnir. Pero valía la pena en más de un sentido.

-Has crecido a la luz del sol,  Modi. Puedes mirar a todos de frente, sin callar, sin disimular... ¿Cuántas veces crees que yo he deseado ser tú... y no el hijo secreto del Rey?

ARRIBA Y CONTRA EL MURO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora