HERMANO MÍO

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-Me estás exasperando, mujer, o dejas de caminar de un lado al otro... o yo me  marcharé a beber a un sitio más agradable...

-¡Ese es el problema, Valkiria! Solo bebes... como ánfora sin fondo, no te preocupa nada...

-¿Qué podría pasar? Tranquila, amorcito, Sif es una cobarde... si no sabe imponerse a ese mocoso presuntuoso, no es nuestro problema. Aunque admito que fue divertido verla correr desnuda tras su hijo, no se atreverá a contarle a Thor acerca de nuestra pequeña aventura,  eso no le haría mucha gracia al Rey de Asgard.

-¿Y si le cuenta? ¿Y si el mocoso, como le dices, quiere venganza? ¿Qué tal si es Sif quien no quiera dejar testigos de su humillación? Thor puede dejarnos sin nada, quitarnos nuestro hogar, nuestros privilegios... ¿De qué vamos a vivir? Seguro tomará represalias.

-Entonces... quizá sea tiempo de que nuestro querido ex marido deje de mantenernos. Podemos regresar a Sakaar... me han informado que el Gran Maestro reconstruye su imperio de peleas de gladiadores. Fui una vez la mejor recolectora, me pagaron cada unidad que pedí por los esclavos que capturé... yo puedo hacerme cargo,  Jane, de ti.  Yo me  haré cargo de las dos.

-¿Y cómo vamos a viajar hasta allá...? Sakaar está a muchos saltos espaciales de Asgard.

-¡Qué inocente eres, querida! No sé por qué te consideraban una graaan científica en  Midgard. Tenemos patrocinadores de sobra... Sif, Thor... Loki... todos pagarán gustosos nuestro viaje.

***

Thor no se sentaba en el trono con frecuencia, le desagradaba el protocolo real, todas las ceremonias y saludos le causaban dolor de cabeza y gran fastidio, pero en las grandes ocasiones siempre tomaba la solemnidad de Rey... y aquella ocasión debía ser una muy grande de verdad, porque  estaba bien sentado ahí, sobre la enorme poltrona dorada, sosteniendo la lanza Güngnir, mesándose la barba y con gesto de pocos amigos. Miró con dureza al joven Príncipe cuando llegó a su presencia y se inclinó con toda elegancia y dignidad. También notó que ignoraba intencionalmente la presencia de la Reina.

-Se me ha informado que cumpliste cabalmente tus días de arresto, y espero que aprendieras, hijo mío, la enorme lección: Pase lo que pase en tu vida personal, los deberes no son tan fáciles de ignorar.

-Lo aprendí, Majestad- respondió Modi, con la mirada baja- Puede estar seguro que no se repetirá... Cada paso que yo dé en adelante, estará pensado dos veces.

-También entiendo que solicitaste tu baja de los  Einherjar... Eres un oficial condecorado, puedes llegar a ser un alto general... ¿Puedo conocer el motivo de esta decisión?

-Señor, padre mío...- dijo Modi, intentando sonar convincente- necesito tiempo... Los días de confinamiento me hicieron notar lo perdido que estoy, la urgente necesidad que tengo de buscar mi camino, de confrontar mis demonios... quiero encontrar mi paz, recuperarme a mi mismo... Le suplico que autorice mi separación del escuadrón... y me permita marchar...

-¿Marcharte?- interrumpió Sif, dando un paso hacia su vástago, quien hizo un ademán de rechazo- Modi, si es por mi causa que deseas alejarte de tu casa, de tus amigos, de tu vida... entonces dímelo, dime mi falta y veré de reponerla...

-Aun cuando detesto profundamente el espectáculo que dió a mis ojos, madre... usted no es el motivo principal por el que me voy. Por mi bien,  principalmente, quiero alejarme, vivir con mis propios esfuerzos y poner en claro mis prioridades... dejar de ser el niño consentido de Asgard y buscar mi lugar en la vida.

-¿Quieres decir que no deseas el trono de tu padre? Te he educado para que seas un gran guerrero y un buen Rey... te he preparado, te he dedicado mi vida...

ARRIBA Y CONTRA EL MURO Where stories live. Discover now