✠Prólogo/Introducción✠

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Con el último sonido del timbre resonando por los pasillos, una chica corría a toda velocidad hacia su aula.

Su alarma no había sonado, y eso le quitó valioso tiempo.

Aún acomodando su uniforme y sus zapatos, por fin había llegando a su salón. Suspiró con alivio al ver que aún no llegaba su profesor, eso ya era un poco de ventaja.

Entró para luego sentarse en su respectivo lugar, donde su compañero de asiento negaba mientras la veía.

— Deberías tener una alarma extra, o cambiar las baterías de vez en cuando. —sugirió con seriedad su castaño amigo.

—Oh, vamos Beomgyu, sólo fue esta vez. —se excusó tratando de amarrar su corbata.

— Sí, y tres veces más la semana pasada. —rodó los ojos y apartó las manos de la chica, atando él el nudo.

Ella suspiró rendida dejándolo a él hacer el trabajo.

— ¿Comiste algo antes de venir? — preguntó una vez que terminó.

— No... Realmente era tarde. —dijo con un bajo tono de voz.

Ella sabía que a el castaño le preocupaban ese tipo de mínimas cosas, pero era ella, así, torpe y despistada, no había mucho que hacer.

De su mochila, el chico sacó una barra de fruta, la cual le entregó a su pequeña amiga.

— Toma, y que sea la última vez que no comes antes de venir. —advirtió y ella asintió enérgicamente.

Se inclinó y depositó un pequeño beso en la mejilla regordeta del castañito.

Si tan solo fuera un poco más obvio, justo ahora estaría sonriendo como tonto enamorado, pero no, siempre tuvo ese duro semblante.

La realidad es que siempre había sido así, tan directo y con alto índice de sarcasmo, pero aún así consiguió la amistad de la hermosa chica que hoy lo acompaña, aunque él quisiera más que eso con ella.

Con el paso del tiempo, su pequeño círculo de amigos creció, incluyendo a otros cuatro chicos, y ella era la única dama, pero era mejor así.

Y pareciera que fueron invocados, pues justo en el momento los cuatro muchachos cruzaron a toda velocidad la puerta.

Fue un alivio para ellos no ver a su profesor, así que un punto a su favor.
Tomaron asiento donde les correspondía, dos de ellos frente a Beomgyu y la chica, y dos atrás.

— ¿Tarde de nuevo? —preguntó lo obvio, reluciendo su "buen humor" de hoy.

— Sí... Creo que mi alarma no funciona. —expresó el más alto, Soobin.

— Es cierto Hyung, a veces pienso que lo hizo a propósito para regañarnos siempre. —dijo el más joven, Huening Kai.

— De hecho hoy te vez muy feliz, ¿cierto Beom? —bromeó el pelirrojo, Taehyun.

— ¿Quieren ahorrarse sus bromas? La clase va a comenzar. —se quejó con su natural semblante serio.

— No seas así Beomgyu, por un vez en la vida sonríe. —le dijo el peliazul, YeonJun.

— Ya déjenlo, llegué tarde primero y por eso se molestó. —explicó la chica.

Todos asintieron comprendiendo que en parte sí era su culpa.

Minutos más tarde, su profesor llegó, disculpándose por la tardanza, comenzaron la clase...

Sin tan sólo supieras cómo me siento, no creerías que soy malhumorado...



⇝丂卂ㄒ丨́尺丨匚ㄖ༅  讽刺的 𓇽︎ϲнοι ϐєοмgγυ᯽︎Where stories live. Discover now