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Estúpido Beomgyu, huíste de ella, ¡pero se sienta contigo grandísimo idiota!

Porque sí, el castaño sentía que su vida de arruianba al hablar de más.

Aunque se sentía bien por al fin decirlo, sentía que había arruinado algo valioso, su amistad. Pensaba que de esa forma la mantendría cerca de él, pero ahora eso se vería afectado, o eso creía él...

-Gyu, ¿puedo sentarme? -preguntó la castaña con algo de nervios.

Él la miró de reojo, tragando saliva de forma ruidosa.

-C-Claro, es tu lugar...-se limitó a decir.

Ella sonrió un poco, y se sentó en la silla. El castaño quería hablar, decir algo, pero nada salía. La chica estaba igual, indecisa en qué hacer.

Segundos después, An Yu-Jin entró, con lágrimas de coraje aún en sus ojos, viendo mal a ambos castaños.

Luego entró el profesor.

-Señorita An, tome asiento. -ordenó mirándola. Ella lo miró con fastidio, sentándose en cualquier otro lugar.

Todos los estudiantes ahí sabían lo que había ocurrido rato atrás, pero todo se quedaba entre murmuros y discretos susurros.

-Bueno alumnos, como saben, mañana se hará la entrega de los proyectos de la semana pasada y-

-Profesor. -interrumpió Yu-Jin. -Entregaré el proyecto sola. -avisó, quedándose callada.

-Oh, creí que estaba con la señorita Hwang y-

-Pues ya no, ahora siga con su estúpida clase. -habló irritada.

Y tuvo mucha suerte de que aquel profesor fuese muy tranquilo y paciente, y sólo se limitara a pedirle amablemente que saliera del salón, cosa que ella hizo irritada.

El mayor miró al grupo de nuevo, buscando alguna explicación, la cual ninguno quizo dar. Él sólo suspiró, y siguió con su clase...

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Relájate Beomgyu, sólo unos minutos para el receso, sólo te levantas y sales rápido nada complica-

-Beomgyu, ¿Podemos hablar en el receso? -preguntó en voz baja la castaña, y él se golpeó mentalmente.

Sólo asintió, sin quitar su mirada de su cuaderno. Mierda, pensó.

Y no supo si fue su imaginación, o aquellos minutos pasaron mucho más rápido de lo que creyó.

La chica se puso de pie, esperando que él imitara su acción, cosa que hizo, un poco nervioso.

Ella esperó hasta que se posó a su lado, asintiendo, para empezar a caminar uno al lado del otro.

El silencio se prolongó, hasta que llegaron a una parte del patio escolar. Ambos tomaron asiento en una de las bancas para los estudiantes, mirando los dos al frente.

Sobra decir que los dos se sentía nerviosos, indecisos tal vez, pero tenían que discutir la situación.

-Así que... Estás enamorado de mí... -dijo la castaña en un volumen poco audible.

-Sí... -confirmó el chico.

Y de nuevo silencio. Ya no sabían cómo seguir, parte de su relación ya estaba siendo diferente, y eso los confundía.

-¿S-Seguiremos siendo amigos? -preguntó no muy convencido de sus palabras.

-No... -respondió en un susurro.

Él sintió su pecho doler, demasiado. Pudo haber sido menos directa, o procurar no ser tan fría, pero así salió.

-Beomie... Me siento diferente, te... Te siento diferente. -habló mirándolo.

Él se sentía dolido, pero aún así se atrevió a verla, sin descifrar lo que veía en sus ojos.

-¿Diferente, cómo? -dijo intentado que su voz no sea cortada.

-Beomie... Quiero intentarlo. -habló segura.

Él no captaba, y de hecho su mensaje no estaba siendo claro.

-Quiero... Que lo intentemos, un "Tú y yo". -aclaró, y un color rosa pintó sus mejillas.

Y Beomgyu quedó en completo shock, ¿acababa de proponerle tener una relación? Si eso era, obviamente aceptaría.

-Pero, si no funciona, quiero que nuestra amistad sea la misma. -volvió a decir, insegura de sus palabras.

Él llevó una mano a la mejilla de la castaña, acariciando cariñosa y dulcemente esa parte. Ella nunca había visto ese lado de Beomgyu, tan dulce, una mirada sincera...

-Está bien, lo intentaremos. -confirmó con una leve pero sincera sonrisa.

Ella se sonrojó en exceso cuando sintió el pulgar del castaño acariciar su labio inferir, pero lo dejó.

Él no quería ir muy rápido, no quería forzarla y aprovecharse, todo debía pasar a su tiempo. Aunque sus ojos no se despegaban de aquellos belfos rosados tan lindos.

Ella lo conocía, no lo haría sin un permiso, y fue ella quien jaló un poco de él cuello de la camisa del castaño, acercando sus rostros hasta por fin pegar sus labios.

Beomgyu abrió los ojos en exceso, sintiendo el calor apoderarse de su rostro. Su corazón latió con velocidad, mientras sus ojos de a poco se relajaban, hasta cerrarlos por completo, y mover suavemente sus labios junto con los ajenos.

Nunca pensaría que besar a su mejor amiga, su compañera de toda la vida, se sentiría tan bien.

Se sentía afortunado, tendría una oportunidad, un nuevo inicio, junto a ella...

⇝丂卂ㄒ丨́尺丨匚ㄖ༅  讽刺的 𓇽︎ϲнοι ϐєοмgγυ᯽︎Where stories live. Discover now