Fɪɴᴀʟ

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—¡Tan sólo tienes que decirlo! —gritó en frustración el alto azabache, tomando sus cabellos con cansancio.

Beomgyu no hizo más que dejarse caer sobre el colchón de su cama, ya cansado por la situación.

Todo era sencillo, tan sólo debía pedirle noviazgo a una chica, nada complicado, ¿Verdad?

¡Claro que era complicado!

Aquel chico que no temía de hacer cualquier hiriente comentario, había desaparecido por completo, dejando a un chico con un sentido adorable en exceso.

—¿Y si dice que no? —murmuró bajo, pero siendo oído.

—¡Noona jamás le diría que no! ¡Hasta dijo lo mucho que le gusta! —chilló Kai con molestia, haciendo una pequeña rabieta.

No... Ella no me diría que no, ¿cierto?





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—Bueno, si no te rechaza, te llevarás una patada en el trasero de HyunJin Hyung. —habló YeonJun, llevándose una mala mirada de los cuatro muchachos. —¿Qué?

Beomgyu suspiró con los nervios a punto de consumirlo, secando el sudor de su mano libre, ya que en la otra, cargaba un bonito y algo llamativo ramo de rosas color blanco y rosado, con algunos listones, al igual que una pequeña caja con caramelos.

Al principio, la idea le pareció muy cliché, ¡pero vamos! A la castaña chica le encarnaba lo cliché, y aún más si era para una relación.

Pero los cuatro parecían auténticos acosadores, tan sólo espiando a la chica, que no se despegaba de su nueva amiga.

Porque su primer encuentro con la chica del baño, resultó en una encantadora amistad, siendo Yeyi, una integrante más del grupo de amigos.

Y todos se ocultaron en un pasillo, viendo a ambas chicas pasar por allí, sin darse cuenta de su presencia.

El castaño golpeó su cabeza contra un casillero, sintiéndose bastante torpe.

—Hyunjin Hyung me dijo una vez que el amor te hace idiota. —comentó Taehyun, recibiendo un codazo.

De la nada, Huening Kai se puso frente a Beom, tomándolo fuertemente de los hombros.

—¡Deje de ser un cobarde! —habló fuerte, sorprendiendo a todos de que su voz no haya sido un chillido. — ¡Tan sólo vaya y diga lo que debe!

Aturdido, Beomgyu asintió, para luego salir corriendo del pasillo, aún con el obsequio en manos, ganando curiosas miradas.

Pero no lograba encontrar a la chica, técnicamente estaba perdido entre los pasillos.

Resopló cansado, dándose media vuelta, chocando sorpresivamente con alguien, alguien que le puso los nervios de punta.

—Hey, ¿qué tal Beomie? —preguntó Hyunjin con una sonrisa, viendo una mueca en el rostro del castaño.

—¿E-Eh? Bien, todo bien, ¿sabes dónde está tu hermana? —dijo rápidamente, queriendo salir corriendo de allí lo antes posible.

El rubio frunció el ceño, y su mirada calló en las cosas en las manos del menor, enarcando una ceja. Y Beomgyu tragó duro.

—No me digas que harás lo que yo creo. —musitó entre dientes.

—P-Pero me dijiste que-

—¡Dije que aceptaba que te gustara mi hermana, no una relación! —contradijo.

Y ahora el castaño frunció el entrecejo. Eso, era exactamente lo que había dicho.

—¡Beomie! —llamó una voz dulce, tensando a ambos chicos.

Volvieron su mirada hacia atrás, viendo a la pequeña castaña sonreír mientras se acercaba, en compañía de Yeyi.

Como esperaban, ambas chicas miraron el llamativo regalo que el castaño portaba, mirándose con confusión.

A toda velocidad, Beomgyu corrió a ella, posando su cuerpo frente al suyo.

—Ho-Hola. —articuló nervioso, conectando su orbes con las ajenas.

—¿Qué pasa? —preguntó de manera curiosa, aún mirando las flores.

Él carraspeó, aún sin poder decir lo que quería.

—¡Una tarjeta! —chilló Yeyi, tomando la hojita de papel sobre el ramo.

—¡Yeyi eso no es para ti! —gritó Beom.

Pero ya era tarde, ya lo había leído.

La pelinegra oculto un grito de emoción, mostrando a la chica el papel.

El castaño sudó frío, esperando pacientemente a que la castaña terminara.

Pudo ver las mejillas de la más baja pintarse rosas, y una sonrisita dibujarse entre sus labios. Elevó la mirada, sonriendo aún más ante el gesto tímido del castaño.

—Beomgyu, sí. —habló de repente, y el rostro del nombrado se pintó de carmesí.

—¿Sí qué? —llamó Hyunjin, a pesar de conocer perfectamente la situación.

Aunque el castaño quiso responder, los pequeños brazos rodeando su cuello lo detuvieron, correspondiendo al tierno abrazo.

—Ahora somos novios. —dijo la castaña, sintiendo al más alto asentir entre risillas.

Se separaron, con unas embobadas sonrisas en la cara.

Y Yeyi no aguantó, y gritó de emoción, junto con el chillido de Kai, que los observaba desde atrás, con el resto de sus amigos.

—Ahora que lo pienso, quizá pedirlo en la escuela no fue la mejor opción. —murmuró Beomgyu, rascando con nervios su nuca.

Su novia negó entre risas, tomando del cuello de su camisa para plantar un beso en sus labios, ambos con las mejillas tintándose rojas.

Dos cosas eran seguras.

Una: Beomgyu se llevaría una buena patada en el trasero por parte de HyunJin.

Dos:...

¿Qué más da?

De todas formas, ya no importaba otra cosa, ellos serían felices. Aunque en un principio, Beomgyu haya demostrado ser un verdadero...

Satírico...


ʄɨռ...

⇝丂卂ㄒ丨́尺丨匚ㄖ༅  讽刺的 𓇽︎ϲнοι ϐєοмgγυ᯽︎Where stories live. Discover now