You let me fall - Parte II

241 37 12
                                    


Un suave susurro que jamás salió de sus labios. Presos de la ira y la incertidumbre, mientras que la ansiedad y la angustia los perseguía rebuscando en cada rincón de sus corazones. Luego de golpear la pared, Sett se había reincorporado de forma rápida, ojos fulminantes e inyectados por el odio y la desilusión dieron a parar con la suave figura de Aphelios sentado a un lado de su cama con los ojos mirada totalmente en blanco. Por un instante, recuerdos lejanos habían llegado a su mente sin saber un por qué específico: no se trataba solo de su madre, sino también de las extrañas circunstancias en que había conocido al menor. Recordó, entonces, cómo le temía a los truenos y los oscuros motivos que Alune le había dado tras ello. Aphelios intentó escribir algo más, pero las palabras simplemente no salían. No sabía que decir ni cómo interrumpir la situación. Por primera vez desde que lo había traído a su departamento Sett lucía perdido. Consciente pero perdido.

El silencio reinó, mas pronto la atmósfera tomó un rumbo completamente diferente al que había llevado hasta ahora. Percatándose de pequeños detalles, Aphelios se acomodó con mucho más recelo y alerta, olvidándose ya del cuaderno y el papel que había estado usando para comunicarse. Se tragó las lágrimas que anteriormente lo asaltaron a su limite y, volviendo a estar tan sereno como de costumbre, tal cual elegante felino se mantuvo alerta a todos los movimientos contrarios. Aquel hombre frente a él, como si por arte de magia se tratase, parecía haber al fin encontrado paz. Una retorcida y efímera, pero paz. Tras golpear la pared e indiferente de si había alertado o no a los vecinos, a la vista se podía notar que sus músculos ahora yacían relajados al son en que su rostro era tapado por rojos mechones de cabello.

—Entonces —su voz ronca interrumpió el orden de la habitación, haciendo que al pálido chico se le erizaran todos los pelos del cuerpo. Dentro de su persona, aún escocía el resquemor del rencor por haber sido abandonado por la única persona a quien había amado, todo lo que había escrito anteriormente era cierto. Cuando lo apartó, a su pesar, de su persona, había reunido hasta el último gramo de voluntad que pudo encontrar en su cuerpo impulsado por la ira. Sin embargo, al verlo ya malherido, las emociones se entremezclaban y el rencor ya no era lo único que golpeteaba en su interior. Ganas de verlo llorar, ganas de disculparse, ganas de verlo feliz, ganas de verlo sonreír. Todas estas emociones coexistían juntas en su interior y, en su sentir, ninguna era incompatible con la otra. Sett dio un primer paso, a lo que Aphelios ávidamente volvió a retroceder otro, esta vez sin cometer el error de posicionarse contra la pared. Pero no importó. A unos escasos centímetros, el pelirrojo volvió a apoyarse con ambas manos en la cama, cada uno de sus brazos a un lado del cuerpo del menor. Por supuesto, el joven lunari siguió retrocediendo por cada acercamiento que se daba, casi hasta llegar a la cabecera de la cama. Fue el sonido de su agenda el caer y, posteriormente, el de su propio lápiz bailando en el suelo, fueron aquellas cosas las que bautizaron la escena del reencuentro de dos almas en pena—, recuperemos el tiempo perdido, Phel.

Lo iba a abofetear al instante, cosa que aprovecharía para zafarse segundos después. Ni lo uno ni lo otro se dio, por cuanto apenas alzó su brazo éste se vio atrapado entre una de las grandes manos de Sett. Lo sostuvo con fuerza, con una delicadeza ruda que transmitía en parte cariño, que transmitía en parte ira. Sus ojos se volvieron a encontrar en una danza fatal. Aphelios alzó una de sus piernas, clavando su rodilla en una de las costillas del mayor. Sin dar tregua ni cede, su movimiento también estuvo plagado de un montón de acusaciones pasivo agresivas. —Huiste antes, ya has hablado, ¿volverás a huir?

Una sinfonía de una vieja película en blanco y negro, una bailarina protagonista, una femme fatale, se podía respirar la esencia en el ambiente. Sett posó el peso de su cuerpo cada vez más sobre la suave contextura de Aphelios, aguantando la presión sobre sus costillas sin importarle mucho más de lo que al contrario le terminaría por doler la pierna. Aunque la verdad, pensó para sí, aquella posición con la rodilla alzada podría servirle para bastante juego después. Cursó entonces la acción, una sonrisa ladina y malintencionada, pasó su rostro por el lado del suyo para alcanzar a relamer el lóbulo de su oreja. Una pequeña lamida, muy suave y efímera, que procuró lentamente extender hasta los fines de su cuello. El rostro de Aphelios se encendió rápidamente como los mil infiernos en un ataque de rabia y vergüenza. Clavó sus uñas en el brazo de Sett que aún mantenía presas a sus manos, cosa que solo resultó en una clara mordida de parte del mayor en su cuello. —Dime, ¿quizás en este momento me odias tanto como yo lo hago? —con un tono claramente sarcástico, se alejó un momento para observar aquel rostro que siempre le había parecido tan atractivo y estuvo temeroso de tocar. Ah, ¿cuánto tiempo se había contenido en aquel entonces? Cuando sus sentimientos aún le decían de cuidarlo, de protegerlo de cualquier mal. ¿Para qué? Para haber terminado siendo él mismo el primero en herirlo. Ahora tenía en sus manos remediarlo... de alguna forma... antes de que llegara la policía, antes de que su vida se acabara. Podría terminar de romper todo aquello que había querido de una vez por todas. —Vamos, no seas tímido. Está lloviendo allá afuera, ¿por qué no mejor te acurrucas en mí como solías hacerlo antes en los días lluviosos, Phel? 



------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡¡Hola a todos!! Lamento tanto tiempo de ausencia, también lamento la calidad de este capítulo. Traté de hacerlo para disculparme y pronto subiré la siguiente parte. Lo que quiero preguntar y saber es, ¿aun hay gente que espera el fin de este fanfic? Además de ello, ¿preferirían que termine este y trate de retomar la escritura, o que escriba uno totalmente nuevo de la misma pareja?

En el caso dos, ¡acepto ideas! Si tienes alguna situación que siempre has querido ver de estos dos, es tu oportunidad de decirme qué quieres leer (?) y yo lo escribo, uwu.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 16, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aquello que no te he dicho [AU][SettPhelios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora