✾ La fine ✾

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El torrentoso sonido de las gotas golpeando contra la ventana inundaban todas y cada una de las habitaciones del departamento, ayudando a los presentes a atravesar la barrera de los recuerdos y sumergirlos en sus propios pensamientos y emociones, aún si fuesen horribles y capaz de devorarlos. Por su parte, Sett permanecía estático viendo sin ver todos los puntitos de agua que se formaban en la ventana; había abierto la persiana solo para contemplarlas, mas de inmediato se había perdido en un lugar muy lejano más allá de todos los edificios que podían verse desde la altura. 

Aphelios se echó contra las cerámicas de la pared de la cocina y se dejó arrastrar por la gravedad hasta el piso. Se había puesto un pijama holgado, lo primero que encontró, para nada adecuado con el frío que hacía, ese que se pegaba a él desde la pared y le calaba hasta los huesos. ¿O era algo más?  No descartaba la idea, no sería la primera vez que le bajaba el pulso cuando tenía que afrontar cosas que lo superaban. Odiaba eso. Es como si su cuerpo se rindiera antes que él, instándolo a la derrota y no actuar ante nada; ante lo más mínimo que ocurría su corazón se escondía, bajaba los pulsos, la presión bajaba y lo que quedaba de él no eran ni rastros de la persona que solía ser. Ahora, era su primera vez completamente a solas desde que había recogido a Sett; sí, antes lo había visto dormir, pero lo veía. Ahí en la cocina sólo estaba él y la tetera que recién había colocado al fuego. Observó sus manos tiritar, sin saber si era por la temperatura o los nervios y algo desagradable captó su atención. Su piel era de un pálido casi enfermizo y sus largos y elegantes dedos ahora se veían mermados, huesudos y carcomidos. Apretó sus puños y tapó sus oídos. Odiaba el incesante sonido de la lluvia, cada uno de los golpeteos le generaba una ansiedad incomprensible que lo agobiaba. 

Tenía que levantarse e ir a chequearlo, no podía dejarlo tanto tiempo solo fue lo que pensó, y el darse cuenta de sus pensamientos lo turbó un poco. ¿Cuándo había sido la última vez que había encontrado fuerzas para levantarse estando así? Además, ¿por su mejor amigo que lo había abandonado y fugado de la justicia? Una parte de sí sabía que esos calificativos eran mero rencor, mas no estaba a tiempo para hacer auto-análisis reflexivos y juzgar las connotaciones de sus pensamientos. Mientras hiciera "lo correcto" bastaría por ahora. Ahí se quedo, hecho un ovillo en la cocina contemplando el tiempo pasar mientras hervía el agua. No quería pensar ya en nada; conseguía un poco de tiempo para sí mismo y en lugar de poder poner en orden sus pensamientos e idear un plan o monólogo para atender a Sett, todos sus traumas y negatividades llenaban su cabeza y se desesperaba dentro de la misma caída que le proporcionaban sus pensamientos. Sería mejor desaparecer de una vez por todas, sería más fácil, más práctico. Cerró los ojos con fuerza.

No lo entendía. 

Sí, le habían diagnosticado depresión hace unos años, y aunque sus días estaban vacíos y monótonos al menos se las arreglaba para llenar el mismo con acciones rutinarias, caminatas, libros, series, incluso dormir todo el día. Había tenido una semana peor que otras, sí, ¿pero como para que todas sus crisis lo abofetearan y escupieran de nuevo a la cara? Lo único que había cambiado... era él. Enterró sus dedos en su brazo dejando unas pequeñas marcas rojas debido a la fuerza. Tantos años, aparecer así de la nada, tantos problemas, tantas cosas que hablar, el debate de lo correcto y lo incorrecto, tantas, ¡tantas cosas! Si lo hubiera encontrado en una situación totalmente distinta, es muy probable que se hubiera acongojado, que ni siquiera hubiese podido atinar a llamar su atención o escribirle un mensaje. Fueron las circunstancias... las circunstancias malditas las que lo obligaron a actuar; actuar con fuerza y valentía, rastros de lo que alguna vez fue. Pero ya no quedaba nada de ese chico, ¿por qué su cuerpo lo había metido en semejante situación entonces? No podía lidiar con esto. Iba más allá de sí. 

Aquello que no te he dicho [AU][SettPhelios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora