Peace |Cillian Murphy|

35 (Maratón 3/5)

—Hace mucho frío — me quejé para después tomar de mi té de manzanilla

—Eso te pasa por dormir con el pelo mojado

—Ay mamá — me volví a quejar

Genial, era mi cumpleaños, estaba lloviendo y además me estaba poniendo algo enferma

—Y ¿luego? ¿qué harás? — preguntó

No lo sabía.
Tampoco sabía noticias de Cillian y bueno, con el clima tampoco me daban ganas de hacer algo.

—No lo sé...y- — no alcanzé a comentar nada porque habíamos oído el timbre

Fruncí el ceño mientras volteaba ver a mamá.

—¿Quién será? — pregunté

—No creo que sea tu padre o ¿si? — pausó — iré a ver

Yo solamente alzé los hombros para después seguir hablando con Patrick.

—No se escucha como la voz de... papá — comenté confusa para después abrir los ojos de golpe

Quedé estática.

—uy, y ¿esa pose de congelada? — preguntó burlón Patrick

Lo miré asustada

—No puede ser — llevé mi manos a la cara

Estaba en mis lamentos cuando oí a mamá de repente

—¡Estela! ¡Te buscan!

Alzé las manos

—No puede ser — susurré

Patrick sólo seguía riéndose.

Respiré ondo para después levantarme de la silla y caminar lentamente hacia la salida de la cocina.

Cillian platicaba con mamá hasta que volteó a verme, sonrió.

—Mira hija, tu novio te trajo un regalo — comentó mamá emocionada — bien, los dejo, un gusto conocerte al fin

—Igualmente, señora

—Y si salen o algo, cubranse, verás, mi hija se está enfermando y no quiero que empeore

Mamá empezó a caminar, me miró y me guiñó el ojo. Yo solamente abrí los ojos en plan de regaño, quería que se comportara.

—¿Qué haces aquí? — espeté en un susurro

—¿Qué tiene? — preguntó juguetón — un peso menos, ¿no?

—Pues sí pero...debiste haberme comentado algo

—Ay niña, era tu cumpleaños, ya no sería una sorpresa — comentó sereno para después extender los brazos — ven, abrázame, cumpleañera.

Reí para después acercarme hacia él.

Dios.

Me encantaba abrazarlo, siempre olía bien, muy varonil. En verdad no quería soltarlo.

Me regaló un beso en mi sien para después soltarme.

—Perdón, la lluvia está por empeorar y bueno...— comentó mientras se sacudía el abrigo, después, se acercó hacia mi y tomó mis mejillas, me analizó

—¿Qué pasa?

—¿Cómo que estás enferma? ¿cómo te sientes?