68.

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-Punto de vista de Anne-

Mientras todos habían ido a buscar a Maya, Ashton y yo nos habíamos quedado en la casa, esperando, para salir corriendo si necesitaban ayuda en cualquier momento. Éramos la reserva, y eso me estaba matando. 

-¿Quieres algo de comer?

Me preguntó Ashton, desde la puerta del salón. Yo, sentada en el sofá, negué con la cabeza. No tenía hambre. Él también estaba nervioso, a su manera, pero no lo demostraba. Ashton siempre parecía estar contento, estar bien. Suspiré, mirando de nuevo la pantalla de mi teléfono, y cuando alcé la vista vi que Ashton se había acercado hasta mí…y se estaba sentado en el sofá, a mi lado. Ashton siempre olía tan bien…

-Todo va a salir bien, Anne. Siempre sale bien.

Estiró su mano, su enorme mano, para coger la mía…y cuando lo hizo entrelazó sus dedos con los míos. Sentí un escalofrío, una descarga eléctrica incontrolable, pero sabía que aquello no estaba bien. Nada bien. 

-Ashton…

-Espera, Anne, tengo que hablar contigo.

Aparté la mirada, intentando ser fuerte, pero los ojos de Ashton me atraían como un poderoso imán. No podía dejar de mirarlos, no podía evitar que mi corazón se acelerara cuando me miraba de esa forma.

-¿De qué?

Le pregunté, intentando sonar indiferente. Ashton y yo teníamos que hablar de tantas cosas que no estaba segura de si quería empezar aquella conversación. Él, sin embargo, no dejó de mirarme, no me soltó la mano, ni un sólo segundo. 

-De lo que hiciste por mí. Sé lo que sientes por Harry y sé…sé que al traicionarle has sido la persona más valiente que he conocido en mi vida.

Harry. Pensar en él, escuchar su nombre, fue como si me clavaran un cuchillo en el corazón. Harry siempre sería Harry…y yo le había traicionado. Por Ashton. Jamás podría perdonármelo. 

-Lo hecho, hecho está, Ashton. Lo importante es que ahora sois libres.

-No, espera, no he terminado. No sabes cuánto valoro lo que hiciste por mí, por nosotros, Anne…

Cuanto más hablaba Ashton, más me dolían sus palabras. Sabía de sobra que lo valoraba, sabía de sobra cómo se sentía. Aparté la mirada, intentando contener las lágrimas, y entonces Ashton me cogió la cara, por la barbilla, y me obligó a mirarle. Sentí, durante unos segundos, que me quedaba sin respiración.

-Por eso, Anne, no mostré los papeles en el juicio. 

Sus ojos eran tan bonitos, tan intensos, que no entendí lo que me estaba diciendo. 

-¿Qué?

Las manos de Ashton siempre estaban calientes, siempre eran suaves a su manera. Tenía el pelo muy largo, mucho, pero estaba guapísimo. Era él, sin ninguna duda, pero llevaba tantos días sin afeitarse que parecía mucho más mayor…mucho más hombre.

Crossed 》5SOSWhere stories live. Discover now