01. Me declaro a mi crush (sale mal)

568K 42.9K 196K
                                    

En la vida estudiantil (aunque yo prefería llamarle época de tortura) hay dos tipos de personas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la vida estudiantil (aunque yo prefería llamarle época de tortura) hay dos tipos de personas.

Los que hacen la tarea.

Y los que se olvidan que había una.

En estos momentos me hubiera encantado pertenecer al primer grupo; los que no tenían menos de una hora para hacer un trabajo, los que no tenían que rezar al altísimo por poder terminar antes de que el maestro llegue, los que están relajados mientras juegan al Candy Crush porque saben que han hecho la tarea y no tienen nada de qué preocuparse. No obstante, está más que claro que las palabras «organizado» y «responsable» no entran en mi currículum, por otro lado, «famoso procrastinador» y «más olvidadizo que Doris» sí que me quedaban a la perfección.

Lo peor de todo esto es que el maestro nos había dado una semana entera para que hiciéramos la tarea con calma y pese a que el inicio planeaba hacerla con tiempo, al final terminé haciéndome tonto. El lunes por la mañana dije que lo haría en la tarde para no dejarlo a último momento. Obviamente, no lo hice, lo dejé para el martes, y luego para el miércoles, después para el jueves y...

Hoy es lunes de nuevo y no hice nada. Ni siquiera abrí la libreta en toda la semana. Si no fuera porque uno de mis compañeros me pidió la tarea no sabría que había una. Es por ello que ahora estoy intentando hacer en veinte minutos todo lo que no hice en una semana, algo que es casi imposible de conseguir considerando que mi cerebro no funciona muy bien a esta hora, bueno, si soy honesto, mi cerebro no funciona bien en ninguna hora y menos bajo presión.

Hago los ejercicios de cálculo lo más rápido que puedo, pero mi cerebro de cacahuate no es de mucha ayuda, está en estado de «no hay sistema» y todavía voy en el ejercicio cinco, me faltan otros siete para poder terminar, sin embargo, el tiempo está sobre mí y a este paso dudo mucho que lo consiga.

Si no lo logro a tiempo, por motivos personales y académicos dejaré de fijarme en los carros cuando atreviese la calle.

Vale, eso ha sido exagerado. Mi vida no depende de esta tarea, pero mis vacaciones sí. No es la primera vez que no entrego una tarea en esta materia, las faltas se me están acumulando y si no paso el curso, tendré que venir a clases extracurriculares en mis vacaciones para no perder el año. En conclusión, estoy: jodido. Y no tengo justificación.

Suelto un pequeño bostezo mientras me obligo a mantener los ojos abiertos, me quedé despierto hasta las 3 de la mañana jugando Parchís. Si hubiera recordado que tenía tarea tal vez me hubiera desvelado haciéndola y no jugando.

Mentira, no la iba a hacer. Eso sí, iba a dormir preocupado.

Soy el único en el salón por lo que solo se escucha el ruido de mi pie golpeando el suelo repetidas veces. Me siento cansado, pero también nervioso, no necesito ser inteligente para saber que no voy a lograrlo. No obstante, estoy haciendo lo posible para avanzar todo lo que pueda. Entregar la tarea a medias es mejor que no entregar nada. Puedo jurar que hasta hay humo saliendo de mi cabeza.

Una perfecta confusión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora