Te quiero, no lo olvides. [Gemeliers]

17. ¿Dónde estará?

Un rayo de sol entra por mi ventana haciendo que me despierte.

Miro la hora.

10:01

Mierda, no me ha sonado el despertador y llego tarde.

Como es la última semana de clase entramo más tarde.

Y a las diez y media debería de estar en clase.

Cojo una pequeña mochila y meto lo que creo necesitar.

Nunca había corrido tanto hacia el instituto.

Cuando piso la puerta, termina de sonar el timbre.

Subo, corriendo, a clase.

Mi tutora todavía no ha entrado.

Menos mal.

Me siento en mi mesa junto a Jesús.

-¿Y Dani?-Le pregunto.

-Ha entrado conmigo y ha desaparecido de un momento a otro, estará en el baño.-Me contestó.

-Buenos días, poneros en grupos de tres o cuatro que vamos a hacer una ginkana.-Avisó nuestra profesora entrando en la clase.

Joder, si todavía me estoy ahogando.

Nos disponemos a hacer los grupos cuando aparece Dani.

Ya tenemos grupo.

Siempre nos ponemos nosotros tres.

No es nada nuevo.

[...]

-No puedo con mi vida.-Digo tirándome al suelo.

-Hombre te has metido unas carreras que no veas.-Dijo Jesús riendose.

-No me extraña que hayamos quedado segundos en la ginkana.-Continuó Dani también riéndose.

[...]

 Después de dejar la mochila en el salón, subo a mi habitación.

Hace mucho que no salgo a correr.

Y, la verdad, me apetece.

Me cambio.

Cojo el móvil y los cascos.

Voy sin rumbo.

Poco a poco veo cosas que hace años que no veo.

Hace años que no vengo por aquí.

Estoy casi a las afueras de Mairena.

Donde hay una caseta vieja.

Tan vieja que parece que con un solo toque se derrumba.

Lo mejor es que esa caseta es mía.

Y lo peor es que la contruí con la que era mi mejor amiga.

Ya os conté que se tuvo que mudar.

Y ella era la única que me conocía verdaderamente.

Ella era como lo es ahora Carlos y los gemelos.

Ella es como mi hermana pero sin el como.

Voy aminorando la velocidad hasta quedarme delante de la puerta de madera.

No sé si quiero entrar.

Pero que digo, si quiero entrar, lo que tengo es miedo.

Miedo de que los recuerdos se apoderen de mí.

Pero tengo que afrontarlo, y entro.

A cada paso que doy, una loseta cruje.

A cada paso que voy, mi mente se llena de recuerdos.

Voy a la pequeña terraza que hay en la parte trasera.

Me acuerdo que allí nos pasabamos las tardes.

Las tardes, los días y los meses.

Me siento en el suelo apoyando mi espalda en la pared.

Mientras observo el horizonte.

Ahora puedo verlo.

Antes había un muro, pero se ha caído.

Ahora se pueden ver las lejanas montañas.

Giro la cabeza y veo entre los ladrillos un papel.

Nunca lo había visto.

Es una carta de Elena.

"No sé cuando leerás esto, ni siquera sé si lo leerás, pero quiero que sepas que esto lo escribo con el corazón.

Te convertiste muy rápido en alguien especial en mi vida. Éramos prácticamente inseparables, me hacías reír como la que mas, pero sobre todo sabias antes que nadie cuando necesitaba un abrazo.
Pensé que esto se mantendría así por mucho tiempo, que seria una de esas relaciones que duran para siempre, con planes de futuro.
Estuviste a mi lado en momentos muy duros y eso siempre te lo agradeceré.

Tu voz resonará como un eco cuando me acuerde que ya no estas, cuando me aleje calladamente de mis labores y recuerde que en algún lugar  lejano te estas riendo. Te mereces todo lo bueno que la vida te tenga preparada. Pero espero que pases eso momentos difíciles de la vida.

Habrá momentos en los cuales sentirás que la vida es injusta contigo, pero en realidad la vida te manda lecciones, para que aprendas cada día, para que puedas ser una mejor persona. La vida, a veces es complicada y trae problemas que tu piensas que no tienen solución, pero en realidad todo en esta vida tiene una solución a veces muy difícil de encontrar, pero llega.. solo no debes darte por vencido ni dejarte derrumbar por nadie. No dejes que nadie te haga sentir menos de lo que tu eres.
Aunque a veces el dolor sirve para que te fortalezcas. Jamas digas que una persona es o fue un error de tu vida. Porque todos llegan a tu vida por un propósito. Algunos llegan para enseñarte, otros llegan para fortalecerte, y solo algunos llegan para apoyarte y quedarse contigo en las malas y en las buenas. Si una persona no es capaz de quedarse contigo en las malas, no creo que merezca estar contigo en las buenas.

Sé por todo lo que has pasado y la mayoría de esas cosas no las vas a olvidar por más que quieras ya que esas cosas hacen daño y se te quedan grabado, pero aun así no olvides los buenos momentos, esos que con solo recordarlos te sacan una sonrisa inmediata.

Ahora serán nuestros recuerdos los únicos que nos comunicarán. Todos esos momentos vividos harán que nos sintamos más cerca, aunque no lo estemos.

Y ahora lo que más me preocupa es que va a llegar el día en el que ya no nos hagamos falta la una a la otra, el día en el que ya no recordaré como era tu risa y como eran nuestros secretos. Y me temo que ese día llegará y ya no nos tendremos para recordarnos que la distancia no es nada cuando alguien lo significa todo.

Atte: Tu mejor amiga."

No puedo parar de llorar.

Esa carta me ha hecho recordar muchas cosas.

¿Dónde estará ahora?

¿Estará bien?

Joder que solo teníamos 11 años.

Teníamos 11 años y ya se le daba bien escribir.

Siempre he pensado que si se lo propusiera podría escribir libros y hacerse famosa.

Salgo corriendo hacia mi casa.

La gente me mira, pero me da igual.

Solo quiero que todo vuelva a ser como antes.

Pero que todo esté bien.

Pero es imposible...