Te quiero, no lo olvides. [Gemeliers]

24. Mamá

Os recomiendo leer este capitulo con las canciones de Shawn Mendes, os gustará mucho.

-Quédate.-Le susurro a Dani antes de que cierre la puerta de mi habitación y se vaya.

-Ana, me dijiste que mañana querías ir sola a... Ya sabes...-Me dice en apenas un susurro.

-Lo sé y pienso ir sola, pero quédate, por favor.-Le digo medio dormida.

Sé que va a acabar aceptando.

Y así es, se sienta a mi lado para quitarse los zapatos y yo me echo al lado para que entre en la cama.

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Dani acaba de salir de mi casa para ir a la suya.

Para ducharse y eso.

Yo me limito a ponerme unos vaqueros y una camiseta básica blanca.

Salgo de casa y me encamino al cementerio.

Me paro en la tienda de flores de la puerta.

Y como todos los años una margarita por cada mes, es decir, 12 margaritas.

Eran sus favoritas.

Recorro los estrechos caminos de arena, hasta llegar a aquel olivo que he visto crecer y que ha crecido conmigo.

Me siento bajo su sombra, frente a la tumba de mi madre.

Inés Torres González.

1970-2004

Limpio con un pañuelo el polvo acumulado en ella.

Me vuelvo a colocar apoyando mi espalda sobre el fuerte tronco.

-Jamás podré olvidar mamá, cuando te despertaba aquellas noches de tormenta porque tenía miedo y tu me acogías en tu cama; cuando me dabas la mano cuando paseábamos por los parques; Tampoco voy a olvidar tus cuentos que valdrían para hacer mil y una novelas; Cuando tu eras la única que me contaba como eran los abuelos, los que nunca pude conocer; tu eras la única que me preparaba aquellas recetas que habían pasado de generación en generación, y que ahora me tocará a mi hacerlas, porque tanto me gustaban que me las aprendí de memoria.-Me quito varias lágrimas que caen de mis ojos.-Echo mucho de menos que me abraces de la nada, que me hables, y que me cojas delate del espejo para que observara lo mucho que nos parecíamos y todavía lo sigo pensando; ahora tu risa, tu imagen y tu voz se está quedando borrosa en mi recuerdo, lo cual no quiero que se borre nunca, me pondré cien veces tus vídeos solo para poder recordarlas; quiero que vuelvan nuestras tardes de juegos en el jardín, nuestras tonterías diarias y mis llantos cada vez que me iba al colegio, y no eran por vergüenza si no por miedo de dejarte.-Saco un pañuelo del bolsillo del pantalón y me limpio la cara.-Mamá, ahora veo a chicas con sus madres yendo de compras, madres que dejan a chicos en los entrenamientos, y yo sé que puedo hacer todo eso y más contigo ya que te llevo en mi corazón. Ojalá pudieses ver lo lejos que está llegando Christian, se ha ido a Londres a estudiar unos meses. Me encantaría que pudieras ver a Dani y Jesús, están más guapos que nunca y más encantadores que antes te lo puedo asegurar, y sobre todo me encantaría que vieses lo feliz que me han echo desde hace unos meses.-Hago una pausa y cojo aire.-Mamá, te pido perdón por los enfados que tuve contigo, por todas las veces que no te hablaba por orgullo, ahora sé que debería de haber aprovechado más el tiempo contigo ya que algún día ya no estarías conmigo. Perdón por no venir más a menudo, pero nunca encuentro las fuerzas suficientes para venir. Mamá no te olvides de mí como yo no lo haré de ti, y recuerda, algún día volveremos a estar juntas.-Termino soltando un suspiro con el que lo digo todo.

Apoyo mi cabeza en el olivo, dejando caer más y más lágrimas.

Giro un poco la cabeza y veo a una señora mayor sentada sobre la lápida continua a la de mi madre.

-Cariño, tienes un corazón de oro.-Me dice mostrándome una pequeña sonrisa en su rostro.

Me levanto para sentarme en el viejo césped al lado de la señora.

Le sonrío un poquito, cosa que me sale mal.

-Sé que no quieres sonreír ahora, pero sabes, si sacas una sonrisa verdadera en momentos así, te aseguro, que las demás sonrisas serán mucho mejores.

-Gracias.-Digo tímidamente.-Soy Ana, ¿Y usted?-Logro decir.

-Karen.