Fenómeno [Soukoku]

♥️♡+:｡.｡Mi Espos@｡.｡:+♡♥️

— Dado a tus facciones tan delicadas, Fenómeno Chūya, te haré pasar por mujer y te casarás conmigo. Porque yo, Osamu Dazai, no soy ningún gay, pero casándote conmigo podrás disfrutar de mis cosas con libertad en caso de que logré suicidarme.

Explicó Dazai, terminando de firmar el documento de matrimonio. Pasó el papel a Chūya para que lo firmara.

El pelirrojo traía una coleta más alta que la acostumbrada y un vestido blanco, sencillo, pero lo hacía ver hermoso. Fue obligado a "ser una jovencita" ante los demás, sólo el encargado de su casamiento sabía la verdad y era cómplice de Dazai.

Chūya firmó esos documentos y acto seguido, Dazai tomó su mentón para juntar sus labios con los de él y dar inicio a un beso de boda.

Chūya estaba confundido, pero correspondía. No es que fuera interesado, sino, que tenía la esperanza de que su vida iba a cambiar para bien, sin saber ni siquiera imaginar que estaba siendo engañado.

Una vez estando en casa, se acercó a Chūya y lo abrazó por detrás, de manera atrevida y que podría incomodar al de ojos azules.

— ¿Necesitas algo, Dazai? Esa no es manera... Me incomoda, ¿Sabes? También los clones sentimos y eso es bastante atrevido para mí...

Estaba avergonzado, queriendo liberarse de los brazos vendados de Dazai pero éste lo sujetaba con fuerza.

— Hmm... Recuerda que ya eres mi esposo, Chūya. Pero ante los demás serás mi mujer y no hombre. Así que, hoy es nuestra primera noche de bodas. ¿Te gusta como suena eso? Será algo inolvidable para un virgen como tú.

Respondió con morbosidad, dando una lamida al cuello de Chūya y alejándose un poco de él. Estaba ansioso, urgido, ni siquiera el autoplacer le era demasiado si ahora quería experimentar con un inocente que desconocía de las maldades de la vida.

— ¿De qué estás hablando?

Terminaba de lavar los platos cuando sintió que Dazai lo acorraló por detrás, de un manera extraña y más incómoda que antes.

— O-Oye, déjame terminar de lavar esto. Te atiendo después.

Se quejó.

— Lo terminaré yo. Tú sólo ven a mí y sé obediente, fenómeno Chūya. O te enteraré vivo en el patio de mi casa.