♥️♡+:。.。Prácticas。.。:+♡♥️

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Chūya había iniciado su carrera de medicina a los 17 años, desde que vivía en el laboratorio, estaba por terminarla y por esa razón, Dazai le dió la libertad de seguir estudiando pese a estar casado y ser un clon.

El pelirrojo portaba su bata blanca de médico, y se había agarrado la coleta más alta, de manera que si alguien lo miraba por detrás parecía una joven.

Nakahara-kun, de casualidad ¿No tienes alguna hermana gemela o de edad similar a la nuestra que pudieras presentarme? Tiene que ser de acuerdo a mis ideales.

Preguntó uno de sus compañeros, Kunikida Doppo, un excelente alumno que siempre buscaba tener todo bajo control y ordenado.

Chūya sabía que era imposible que tuviera hermanos si él era un clon. Incluso su nombre "Chūya Nakahara" le pertenecía al niño muerto de hace varios años del que fue clonado. Sonrió, llevándose ambos manos a los bolsillos de su bata. 

— Soy hijo único. ¿Por qué? ¿Estás buscando novia, Kunikida?

Preguntó juguetón. El rubio carraspeó nervioso y volteó hacia otro lado. A Kunikida le atraía Chūya de cierto modo, su personalidad, inteligencia y su físico, Chūya era perfecto para él. Pero no se atrevería a salir con un hombre, eso jamás, iba en contra de sus ideales.

— No. En realidad no me importa.

Fue en ese momento en que los profesores llegaron con los pacientes enfermos del corazón y con problemas cardiotorácicos. Pacientes de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, uno para equipo de hasta cinco estudiantes, uno de ellos médico y los otros cuatro enfermeros y/o de otra especialidad.

Los chicos estaban emocionados con su séptima práctica. Debían hacer la cirugía que desde hace tiempo estuvieron tratando con su paciente destinado.

Chūya estaba a cargo de realizar la cirugía a un pequeño niño de seis años, Tachihara Michizō, que le recordaba tanto a él cuando despertó por primera vez en la vida.

— Tachihara-kun, ¿Verdad?

Preguntó para brindar confianza a su pequeño paciente. El niño de cabellera rojiza, sentía miedo, pero la manera en que el médico la hablaba le daba paz y tranquilidad. Pudo sonreír.

— Sí... Doctor, ¿va a dolerme mucho la operación?

Cuestionó intranquilo. Chūya sonrió y revolvió los cabellos del menor con ternura.

— Claro que dolerá. Pero después. Tú vas a dormir mientras te esté operando, y cuando despiertes, estarás aliviado. No dolerá en ese momento, quizás duela después, pero no debes sentir miedo, Tachihara-kun. Vas a curarte y jamás volverá a doler. Cuando termine, te daré un regalo.

Dijo para convencerlo. Tachihara sonrió y dió un salto para abrazar al de bata blanca. Chūya correspondió, feliz de lo que sería su trabajo.

— ¡Regalo, sí!

Gritó feliz, llamando la atención de los demás estudiantes que estaban alrededor. Chūya sólo lo escuchaba.

— Ven, vayamos al quirófano.

Minutos más tarde, la cirugía estaba en proceso. No era algo para nada fácil, de Chūya y de los especialistas estudiantes, todos casi graduados, dependía la vida del niño.

Luego de realizar lo necesario, Chūya cerraba la herida, mirando la pantalla y la realidad. Había sangre y olor a sangre, lo normal, que le causaban náuseas y asco. Debía soportarlo, nadie tenía porqué enterarse de su embarazo extraño y de que estaba casado con un hombre asesino de la Port Mafia, cuando él era un médico que buscaba salvar vidas. Sintió un mareo.

— ¡Nakahara-sensei! ¿Sucede algo?

Cuestionó una estudiante de enfermería con preocupación.

— No. Estoy bien. Terminemos.

Fenómeno [Soukoku]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum