Capítulo 1.

1.2K 81 6
                                    

11 de octubre del 2010.


Después de un extenuante e intenso día de trabajo lo que menos querían Olivia y Elliot era hablar de los casos que habían resuelto durante la jornada laboral. Estaban agotados, lo único que querían era poder despejarse y transitar tranquilos las pocas horas que les quedaban libres antes de ir a dormir.


—¿Quieres ir a cenar? —Preguntó Elliot apagando el monitor de su computadora levantando un poco su cabeza para conectar su mirada con la de Olivia.
—Quiero hablar de lo que ocurrió con asuntos internos ayer, Elliot. —Respondió ella en un tono serio, buscando que él respondiera sus preguntas.
—No quiero hablar de eso, Liv. —Suspiró cansado, revoleando los ojos sintiendo una presión interior a causa de querer gritar a los cuatro vientos lo que ocurría.
—Sigues esquivando el tema. —Afirmó Olivia enojándose, ya no sabía que más hacer— Y me cansé de eso, Elliot. Yo confío en ti, pero ¿Tú lo haces realmente?


La castaña en cuestión de segundos, y producto de su naciente enojo tomó sus cosas tirando otras a la par. Maldecía por lo bajo y sin decir un adiós se marchó dejando completamente solo a Elliot, quién repitiendo la actitud y las acciones de su compañera decidió que ya era hora de volver a casa, nada tenía que hacer allí en la Unidad.

Siempre ocurría lo mismo, todo parecía una secuencia que no dejaba de repetirse en la cotidianidad de él y Olivia. ¿Qué tan difícil sería finalizar un día en paz? La angustia lo invadía, volviéndolo un ser pequeño ante un mundo que cada vez le demandaba más, y quería cambiar a toda costa ese carácter, esa manera de actuar que más de una vez le había traído problemas.

Quiso reír ante la estúpida idea que se le cruzó por la mente, su vida no era una película de Disney. La realidad más manchada, su realidad le hacía ver que no todo iba a ser fácil, y que solo dependía de él poder encontrar una salida.

Pero... ¿Cómo salir de algo que ya estas acostumbrado?

¿Cómo renunciar a una realidad de la que se hizo carne en cada célula de tu cuerpo?

¿Cómo volver a confiar cuando sientes que no puedes confiar en nadie?

En ese momento Elliot sintió ganas de llorar, pero llorar de verdad. No encontrar una salida lo agotaba en todo sentido, le hacía creer que nada valía la pena, que siempre iba a ser así hasta que se muriera, y que todos esos deseos de algo mejor debían quedar guardados en un cofre en lo más profundo de su corazón.

Después de algunos minutos de viaje, llegó por fin a su departamento, a ese lugar que había sido su escondite por mucho tiempo, la cuna de sus lágrimas, y la testigo de noches de insomnio y ataques de pánico. Estaba agotado, no quería pensar más. Lo único que deseaba era intentar dormir, lograr vencer ese obstáculo que tanto le costaba. Las noches eran lo peor para Elliot, y ya no aguantaba más.

Caminó hacía la cocina siendo acompañado por Fígaro, su pequeño gato y su gran compañía. Luego de acariciar su suave pelaje tomó el recipiente donde el felino comía y colocó alimento allí, lo apoyó en el suelo y pudo observar como el animal comenzó a comer. Suspiró profundamente y continuó su camino hacia la habitación, olvido por completo la idea de cenar, su estómago se había cerrado luego de la pelea con quién consideraba su mejor amiga.

Él se sentó en la cama, y quitándose sus zapatos miró a un punto fijo. Las palabras de Olivia golpearon su mente, y aunque quiso olvidarlas y no pensar en ello había algo que lo había marcado, ella confiaba en él, realmente lo hacía y se lo demostraba cada segundo que compartían juntos. El tema era que Elliot también confiaba en Olivia, más de lo que debería, más de lo que podía admitir. Todo malentendido se centraba en que no sabía cómo demostrarlo, no sabía cómo decirle cuán importante era ella en su vida.

Sin quererlo, Olivia se había transformado en su centro, en su equilibrio, en su sostén y en su refugio. Significaba más que una compañera de trabajo, y él lo sabía, su corazón lo asumía. Miles de veces quiso gritar con todas sus fuerzas cuánto la amaba, y lo enamorado que estaba de ella. Olivia lo volvía absolutamente loco y era algo que era difícil de controlar, pero después de una relación fallida que la castaña había tenido supo que todo había quedado truncado, sus sueños, sus ilusiones, sus esperanzas. Su compañera había prometido no volver a enamorarse, y sin saberlo le había confesado esta promesa a Elliot.

Fue un golpe duro, él lo sabía, pero supo que lo mejor era guardarse absolutamente todo y continuar como si nada pasara, no podía perderla. Ella lo era todo para él.

Completamente cansado, se acostó luego de colocarse el pijama y mirando fijamente el techo de la habitación suspiró profundamente, llamar a Olivia no era una buena idea en ese momento.


Mientras tanto, a algunas calles de allí Olivia se encontraba sentada en la barra de la cocina, con una copa de vino en una de sus manos, y el celular en altavoz en el otro. La llamada de Fin la había sorprendido, al parecer no era la única a la que le costaba descansar.


—Ya no sé qué pensar Fin. —Suspiró profundamente y luego bebió un sorbo de vino— No puedo ayudarlo porque no sé qué le ocurre.
—Sabes cómo es Stabler, en su momento se abrirá contigo y te contará todo.
—No lo creo, Fin. Me estoy cansando de intentar sacarle información para saber que ocurre con mi compañero, lo intenté todo. —Volvió a suspirar dolida, realmente le dolía saber que Elliot no confiaba en ella.
—No te rindas, es duro, pero tú tienes un poder que nadie tiene. —Afirmó con una confianza que logró sorprender y confundir a la castaña.
—¿De qué hablas? —Indagó Olivia y luego bebió un sorbo de vino.
—Elliot confía en ti, solo en ti, debes aprovechar eso.  

💌💌💌💌

¡Primer capítulo! Y estoy volando en nervios, debo confesarlo. Espero que les guste ❤

La metamorfosis de nuestro amor || Bensler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora