𝑳𝒂 𝑮𝒂𝒕𝒂 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒆𝒋𝒂𝒅𝒐 | ᴮᵃʲⁱ ᴷᵉⁱˢᵘᵏᵉ

╣𝟷𝟸╠

[10/Junio/2021]📝

Haruka

—Así que caíste en mis garras ¿Eh?— moleste — Aunque no era mi intención, pero no te culpo, soy una persona encantadora.

—Fue un decir — rueda los ojos y nos detenemos en la recepción, me sentía una niña pequeña en lo que esperaba pacientemente a que Baji hablara con la enfermera. La última vez que me atendieron en un hospital fue cuando aún vivía con papá y me trajo para sacarme una espina del pie.

   Estaba demasiado cansada, por alguna razón el blanco brillante de las paredes, el piso y los muebles me cegaba la vista o simplemente me mareaba. El no poder abrir correctamente mis ojos provocaba que casi me durmiera de pie de no ser porque la enfermera paso un brazo por encima de mis hombros y me pidió seguirla hacia una pequeña habitación no muy lejos de la recepción.

—Acuestate sobre la camilla y quítate la camisa— pidió amablemente la enfermera, parecía muy joven para ejercer su profesión— ¿Qué se supone que hace una jovencita metida en una pelea de pandillas? Es peligroso.

—¿Pelear?— tenía sueño y además su pregunta me había parecido un tanto estúpida — Sería tonto esperar que un hombre lo hiciera cuando yo puedo hacerlo. Además lo hacía por una buena causa.

—¿Entonces ese joven de cabello largo no es tu novio?— negué con la cabeza y ella se ruborizó avergonzada — Lo siento mucho, es que a veces solemos atender a novias de pandilleros entonces solo lo asumí.

—No te preocupes, entiendo— termine de desabrochar los botones del toppuku, el golpe no era tan grande pero si estaba bastante morado —, a mi amiga le tocó ser de las desafortunadas novias que sueles atender.

—¿Y qué está haciendo ella ahora?

—No lo sé, la inducieron en un coma— me encogí de hombros, su mirada con pena era lo último que necesitaba ahora.

—Ya veo, entonces ¿esa era la buena causa por la peleabas?— asentí, su mirada con pena pasó a tener una chispa de orgullo y una sonrisa de boca cerrada adornó su rostro — Aún así debes tener cuidado.

—Podría haber terminado peor— alegue sin pensarlo demasiado, ella solo suspiró y cambió de tema.

—¿Sabes? Eres la primera chica que atiendo que trae el uniforme de una pandilla en vez de solo la chaqueta de su pareja— comienza a hacer masajes sobre el hematoma con crema antiinflamatoria y hago mi mayor esfuerzo para no soltar un grito. Entendía que sus intentos de abrir conversación conmigo era solo para distraerme, pero no estaba funcionando.

   La crema estaba demasiado fría y de a ratos la enfermera hacia presión sobre el hematoma, haciéndome patalear y gritar.

—No te recomendaría cerrarte la camisa— comenta lavándose las manos una vez termina con su tortura —, los componentes del producto arruinaría la tela si no la dejas secar, también deberías evitar usar seguidamente esas vendas.