Casino Bets ⋇⋆✦⋆⋇ Devil Dice

cap 12:"wine from papers and hearts"

El diablo se paseaba de forma escurridiza por el pasillo, haciendo de las suyas, robando de vez en cuando galletas como en los viejos tiempos.

Entre esas cosas que habían vuelto a la normalidad era la vieja relación de ambos, jefe y mano derecha. Estafando juntos a los incautos y sacando dinero a señoritas que solo buscaban un poco de atención.

Ese día les había ido bastante bien, el casino brillaba en opulencia debido a las grandes ganancias.

Y como era obvio, el diablo feliz como era debido a que los Buenos tiempos habían vuelto y por ende, la oportunidad de estar con el dado se habían masificado. Sus sentimientos hacían que los momentos fueran más preciados, más...sentimentales. Incluso las leves discusiones eran tan...preciadas.

Y ahora, ya que era tarde, con el camino cerrado y con ese sentimiento rimbombantes en su corazón...llevaba 2 copas de vino y una botella de este. Le ofreceria una noche de copas y juegos a su lacayo más fiel. Llevaría Champaña o algo pero la verdad. El vino era mucho mejor para la ocasión.

Tocó la puerta y espero tranquilo a que el dado respondiera. El rey dado abrió, como si nada, la verdad, no estaba haciendo nada muy importante y con la buena vibra del ambiente no pudo evitar decir no.

Una vez dentro, las copas fueron llenadas. Las cartas fueron puestas y el juego comenzó. Las miradas picaras por quien ganaba el juego solo "embellecian" el ambiente. 

.-ja!, parece que has perdido tu toque Dice~ -le canturreo el diablo bajando sus cartas y pasando su cola por la inexistente nariz del congrario-

.-de seguro usted está haciendo trampa... -le respondió molesto el rey dado sujetando la cola con Fuerza-

.-no la hago! -le respondió igual molesto el diablo quitando su cola las manos ajenas- además -como si nada tomó aquellas manos cubiertas por guantes. Quitó la tela blanca con sus dientes de forma rápida pero con cierta suavidad. Debajo de aquel guante salieron varias cartas que se dispersaron por la mesa- cree el ladrón que todos son de su condición~ -canturreó el ser con malicia-

El rey solo pudo desviar la mirada negándose a que había sido descubierto, manteniendo su orgullo y su ego en alto.

En otros pocos segundos, el de cuernos notó como una de las cartas había caído en su cola de vino. La sacó empapada de líquido carmesí, la limpio un poco y la colocó en la mano desnuda de su compañero.

.-se te calló jeje~

El dado al mirar desconcertado noto que la Carta manchada era nada menos que un un káiser de corazones.

Ambos empezaron a recoger las cartas de las mesas. Ya no iban a jugar, tan solo iban a hablar mientras el alcohol se metía y calentaba su ser.

Ambos se sentaron al borde de la cama, rememorando esas viejas memorias que con el dulce del licor solo se teñian más Rosas.

Años...

Años de robos

Años de estafas

Años...en lo que estuvieron juntos.

.-sabe jefe...usted y yo somos muy malos jaja -empezó a reír el Dado ya algo borracho, con sus mejillas blancas pintadas de rosa-

.-si...pero así somos...el imponente traidor de Dios y el dichiso Rey de las apuestas y las estafas...-respondió algo melancólico el diablo moviendo la Copa y mirando a través de ella-

.-la dupla perfecta -sonrió colocando su cabeza en el hombro contrario-

.-si, dupla...

.-Devil....siempre estaremos juntos jeje -fueron las últimas palabras del rey dejando la Copa en la mesa y tomando la mano de su jefe- somos...inseparables -dijo en suspiro cerrando sus ojos y dejándose llevar por el relajado y el alcohol-

El diablo empezó a reír, No había duda, una relación con Dice sería impensable, son solo almas que trabajan en conjunto, pero no juntas, no Unidas. El alcohol lo hacía imaginar escenarios tristes, donde la monotonía lo alejaba del romance y del amor. Todo bien y todo mal.

Su fiel lacayo, aun con las mejillas pintadas color burdeo se mantuvo medianamente abrazados. Por su parte el de cuernos además de sus pensamientos sintió por momentos sus instintos reclamar algo...pero... Era caer muy bajo.

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Con su magia acomodó todo en su sitio, dejó a aquel Rey Dado en su cama, apagó las luces y cerró la puerta a sus espaldas, resignado a que nada ocurriría entre ellos 2. Si seguía sus instintos algo malo o peor iba a pasar. Y  tenía miedo de cambiar algo de su actitud porque la verdad. Se le había inflado el pecho con palabras vacías.

No era miedo, era más bien...no obligar a Dice a tener algo con él si solo era una amistad.