Casino Bets ⋇⋆✦⋆⋇ Devil Dice

cap 13:"elegant malice and repressed loves"

Devil ya no tenía papeleo en el cual trabajar, por lo que se veía más común verlo pasear e imponer frente las audiencias de su casino.

Volviendo a las andadas de embriagar a los clientes con sus pecados más fáciles de sustentar en ese momento, la avaricia más pura, hacerla florecer en las mentes más manipulables y hacerla aumentar en aquellas que ya habían caído en los vicios. Junto con ello, hacer cumplir las fantasías mediante tratos y espectáculos singulares que encantaban al público y lo dejaban más vulnerable para caer en sus estafas.

El diablo estaba lleno del encanto que había vuelto a su ser después de mucho, la razón?, era una forma de olvidarse un poco de su enamoramiento y disfrutar de lo que ya parecía su destino, simplemente condenado a convivir con Dice.

Convivir y estafar, pero jamás destinado a amar mutuamente. Lo había...aceptado en parte.

Obvio, los primeros días había Estado como un niño, apenado y casi llorando porque sabía que jamás podría tener una relación con su fiel lacayo, como tenerla?, era obvio que el Dado estaba cansado y que no lo tomaba encerio. Dice ya le había roto el corazón sin siquiera decirle un simple no. O almenos eso sentía el dramático demonio.

Había concluido que mínimo si ese era su castigo la pasaría bien, al límite demostrando que si serían una dupla, serían la mejor.

Dice por su lado estaba más dispuesto a ayudar a su jefe en sus andadas, era hacer su trabajo regular pero de forma distinta, se sentía...bien, más que bien, ya no era ostigado por el diablo. Los 2 eran los ostigadores encantadores, y eso lo hacía estar más despierto. Aún que sentía una extraña vibra por parte de "su señor".

Le costaba leer esa vibra que emanaba, entre la malisia más seductora, la Picardía más atrallente y algo más, ese tercer factor que no podía adivinar que era. Solo podía describirlo como... Tristeza?, lo cual, no concordaba con lo que mostraba su jefe. Ese entusiasmo no podía venir de "tristeza", no tenía sentido...

El rey dado, trabajando normalmente estafando a gente en su juego de cartas, notó de reojo como su jefe seducia a una joven muchacha a firmar un contrato, se le veía sonriente y rimbombante como siempre, no podía ser ese sentimiento tristeza, imposible.

Debido a su distracción había perdido el juego frente a un cliente de gran opulencia, le molestó pero al ver que aquel cliente tan solo reía y era un viejo al cual no se le veía rostro por su gran abrigo y que para colmo parecía simpático, esperó a que este pidiera revancha pero en su lugar el viejo tan solo dijo:

.-tienen una sala de eventos?, este casino me a parecido una maravilla y me gustaría organizar alguna fiesta.

.-claro que si se- -iba a empezar a explicar pero el diablo había parecido tan rápido que había empujado levemente a Dice de la silla, casi empujandolo al piso-

.-esta interesado en nuestro salón de eventos buen señor?~ -preguntó el diablo de forma pícara y elegante.-

El viejo asintió

.-que tipo de evento busca hacer? -sacó una libreta y un lápiz de la nada, sintiendo la mirada molesta de su lacayo-

.-seria una fiesta formal y-

Ambos adinerados empezaron a hablar, concluyendo que sería una fiesta nocturna de la clase alta y elegante, todo los funcionarios ese día debían lucir sus mejores prendas acordes a la ocasión, para sierto Dado no sería difícil, pero el duelo del lugar si sería complicado.

Mayormente no usaba ropa, su pelaje era todo lo que necesitaba para cubrirse como si de un chaleco de piel se tratase. Los trajes elegantes eran difíciles de usar, pues debían ser ajustados y gracias a su gran cantidad de pelaje se Sofocaba o por defecto no le cabían.

Su fiel amigo y lacayo sin que nadie le diera una orden se ofreció a ayudar en temas de vestuario, los únicos elegantes y pulcros eran él mismo y Announcer. Acompañado de su buen ánimo al no ser ostigado por su jefe decidió ayudarle personalmente.

.-mi señor, usted no se agobie con la elección de trajes, yo le ayudaré y usted sabe que esta en buenas manos -le comentó el Rey Dado cuando la jornada había terminado-

.-se que estoy en buenas manos, después de todo eres mi mano derecha -dijo el Diablo mientras se rascaba de forma despreocupada con su tridente-

.-creo que también debería enseñarle modales -mencionó entre dientes el contrario apartando la mirada- es un evento de alta sociedad, debe estar a la par -puso su mano sobre uno de los hombros de su jefe-

.-pero quien se ve malvado y elegante al mismo tiempo? -preguntó de forma inmediata devil mientras sentía su sangre hervir debido al contacto, pero solo se limitó a hacer un chiste- tu eres elegante, fancy, mentiroso y atractivo, todo menos malvado

.-jajajaja, si... -rió y se reconfortó por que su jefe había dado en el clavo- tal vez usted pueda lucirlo de otra forma malvada, ya lo a hecho, solo le falta el toque

.-el toque...?

.-sip, así que, más vale que aprenda o perderá un gran cliente, es ganar ganar, usted gana una nueva forma de "poder" e "imponer" y además, un gran cliente.

.-en ese caso.....enseñeme maestro~♪ -respondió de forma dramática fingiendo ser una damisela, tirándose hacia atrás hacia el pecho de su lacayo. El cual únicamente le siguió el juego. Sosteniendolo para que este no callera al suelo. Haciendo que el diablo de forma interna gritara a los cuatro vientos-