CAPITULO I

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Sus pies se movían rápidamente, la respiración se le encontraba agitada por culpa de correr un sin fin de metros hacia lo que era la universidad, finalmente había llegado, justo unos minutos antes de que comenzara su primera clase.

Por los pasillos ya casi no se encontraba nadie puesto que ya era hora de entrar a las aulas. La voz de un chico se hizo presente detrás del castaño, se giró para ver de quién se trataba.
Aquel era Armin, un chico de cabello rubio medio largo, con grandes ojos azules y sin duda un chico inteligente. Un amigo de la infancia, aunque no solían conversar mucho puesto que al rubio no le gustaban las amistades del castaño, sin embargo se llevaban muy bien.

-Hey Armin, ¿Qué haces aquí?¿se te hizo tarde también?.- Mencionó mientras caminaba con prisa hasta su clase.

-Llegué a la hora de siempre, pero se me olvidó pasar por una botella de agua y bueno parece que a todos se les ocurrió comprar.

Ahora tenía más sentido, aquel rubio no faltaba a ninguna clase, era totalmente aplicado, y aunque el castaño quisiese ser así de inteligente le ganaba la pereza, pero aún así se mantenía al margen de sus calificaciones.

No tomó mucho para que Armin se despidiese de aquel pues se encontraba en un clase diferente a la suya.

Tomó asiento en una de las bancas de atrás junto a Jean, no sabía cómo sentirse al respecto con él puesto que no era su amigo, pero tampoco se llevaba mal con él. Comenzaron a hablarse cuando el ojiverde esperaba a su autobús, de pronto Jean se apareció y le habló sin más, conversaron de cosas banales pero fue un tiempo largo, desde ese día ambos se habían juntado quedándose como los chicos más conocidos de la universidad gracias a que Jean había entrado al equipo de futbol americano y fue reconocido por sus grandes jugadas, en cambio al castaño solo le reconocían por los destrozos que hacía en su niñez y pre adolescencia, y claro, por la vestimenta peculiar que usaba.

-¡Eren!.

Una voz le sacó de sus pensamientos y miró hacia un lado donde se posicionaba Jean.

-¿Qué decías?.

El contrario soltó un bufido y volvió a hablar.

-Te decía que si vas a ir a la fiesta de mañana.

Lo cierto era que a Eren no le gustaban mucho las fiestas, prefería pasar ese tiempo recostado en el césped haciendo nada o conversando de alguna tontería con alguien, sin embargo en las fiestas que solía hacer Jean, había demasiado alcohol y definitivamente no se perdería de eso.

-Ahmm...tal vez vaya.

Jean se acomodó en su asiento puesto que había llegado ya, la maestra.

-¡Hola chicoooos!-. Saludó aquella chica de anteojos enérgica, se apoyó en el escritorio y se inclinó hacia adelante con una sonrisa de oreja a oreja. - Ya es su último semestre aquí, me alegra haber estado con ustedes tanto tiempo y sobre todo verles llegar tan lejos...en fin, no me voy a alargar mucho pues les traigo un nuevo tema que seguramente les encantará...-

Aunque no era muy fan de prestar atención a los maestros Eren no podía evitarlo con aquella, pues su manera de explicar las cosas eran de una forma entretenida e interesante.
Después de la extensa clase de la profesora Hange tocó el timbre el cual indicaba hora de almuerzo.

Guardó su libreta en la mochila y salió del salón en compañía de Jean.

Le pasó su brazo por los hombros atrayendole y comenzar a hablar mientras caminaban.

-Últimamente siento que este chico...Ahmmm...¿como se llama?...ah si!, Marco se me queda mirando en clase, siento que si lo hace, pero no estoy seguro completamente.

-Tal vez solo sea tu imaginación, tu cabeza a llegado a tal nivel de pensar que a todo mundo le gustas.

El castaño soltó una risa y aquel apartó su mano en el hombro para darle un puñetazo leve. Aquel también soltó una risa.

-Oye hablando en serio, creo que si me observa...

-¿Y que más da?, si a ti te gusta todo esto de la atención ¿o me equivoco?

-Tienes razón, sé que no pueden parar de mirarme, soy demasiado guapo

Eren no hizo más que negar ligeramente. Finalmente habían llegado al comedor principal, tomaron su bandeja y se acercaron a tomar lo que a cada uno le apetecía. Eren se limitó a tomar un sandwich y una botella de agua, nada comparado a su amigo Jean el cual se había comprado una cantidad grande de sandwiches, aquel solía comer mucho y sin embargo no ganaba peso, suponía que su metabolismo iba muy bien, además de que entrenaba mucho para los partidos en los cuales participaba.

Se sentaron cerca del ventanal gigante que portaba el comedor principal, a Eren le gustaba ver el cielo mientras comía, le servía aquella vista puesto que así podía fingir que se perdía en la inmensidad de el cielo e ignorar las tonterías que decían los demás. Jean comentaba lo bien que se veían las chicas que pasaban por ahí y de su gran fiesta.

-¿Entonces dices que si va a ir?-. Preguntó aquel chico rubio fornido a Jean.

-Tiene que ir, ya falta poco para terminar el semestre y no puedo soportar pensar que se la pasara encerrado en su habitación como suele hacerlo siempre.

Evidentemente Eren había escuchado lo que comentaba su contrario. Era molesto que le restregaran aquello, pero sin embargo era verdad, casi siempre evitaba ir a cualquier fiesta.

-Es cierto lo que dice Jean.- Sonrió Bertholdt mientras tomaba la mano de su novio, Reiner. -Además se que nos vamos a divertir, ya verás.-

El castaño soltó un suspiro, y accedió asintiendo ligeramente.

-Está bien, si iré.

Lo consideró, puesto que ya no les vería después de terminar la universidad, finalmente se independizaría y se iría lejos de ese lugar. Ese era su plan. Probablemente los extrañaría y por eso había accedido finalmente.

Reiner revisó su celular y le hizo una seña a su amado, aquel ligeramente asintió y se levantaron de su asiento.

-Nosotros ya nos vamos, los vemos en la siguiente clase-

Jean y Eren asintieron dejando a la pareja irse.

-Eren, porque no le dices a tu amigo el nerd que le diga a Mikasa que vaya a la fiesta, seria genial tenerla ahí.

-¿Y porque no le dices tu a Mikasa?, además dudo que vaya.

Se llevó la mano a su nuca y se rascó esta en modo de confusión.

-Vale, de igual forma todos están invitados, el punto es que quiero que se haga una fiesta grande.

Eren tomó un trago de su agua y se volvió a dirigir a su contrario.

-Bueno, si lo vemos así, tu siempre has hecho fiestas de ese tipo y bueno terminan siendo las más grandes.

El contrario sonrió satisfecho, realmente era su objetivo, le gustaba tener esa atención.

-Me iré adelantando, te veo en clase.- Soltó el ojiverde mientras tomaba su bandeja y la dejaba en un lugar especifico para estas.

Caminó deprisa hacia el salón, estaba casi seguro que Levi se encontraba en este, puesto que le gustaba llegar puntual, aún faltaban unos minutos para que iniciara la clase pero no quería perder la oportunidad de hablarle nuevamente.

Finalmente abrió la puerta y se encontró con aquel chico pelinegro concentrado en su trabajo, escribiendo lo que tal vez sería su próxima clase.

El mayor se giró al ver que la puerta del aula se abría y ahí se encontraba aquel niño que le ponía un tanto de mal humor. De nuevo tendría que lidiar con él.

El último semestre.Where stories live. Discover now