El último semestre.

CAPITULO II

Por suerte el salón se encontraba vacío así que podía dirigirse a él sin ninguna preocupación.

Caminó hasta donde se encontraba y apoyó sus dos manos en el escritorio.Se aclaró la garganta, pero antes de poder hablar fue interrumpido por el mayor.

—¿Que es lo que quieres?, estoy ocupado—. dijo aún con su mirada en los papeles, fingiendo concentrarse.

Ni siquiera le había hablado y el mayor ya le estaba corriendo, el castaño negó con la cabeza.

—Profesor, no debería de ser tan malo con sus alumnos...— este se acercó al oído del pelinegro para así susurrarle.— Y menos con alguien que le ha dado tanto plac...—

El mayor le interrumpió levantándose de su asiento y apartándose del contrario.

—¿Que demonios te pasa?, si no tienes nada que decir te sugiero que te calles y me dejes trabajar.

Se sentía completamente nervioso, cada que escuchaba su voz le hacía estremecerse pero no le daría la satisfacción de verle en tal situación, era vergonzoso sentirse así por culpa de un adolescente precoz.

El menor sonrió victorioso al observar que aquel le había provocado que se exaltase

Justo antes de hablar el timbre había tocado y los estudiantes estaban por entrar a las aulas así que no hizo más que dejar un papelito en su mano e irse a tomar asiento, antes de que le atrapasen tan cerca de él.

Como era costumbre Eren se pasaba viendo a Levi mientras daba clase. Era un gran reto para el pelinegro dar clase y no sentirse nervioso, sentía la mirada depredadora de aquel chico y sin embargo evitaba a toda costa no mirarle para poder concentrarse en la clase.

Cuando era hora de su clase nadie conversaba, tenían restricciones y dejaba tarea un tanto complicada, todo mundo le tenía miedo puesto que era muy estricto, es una persona con logros y completamente puntual, pero nadie sabía que aquel tenía un secreto con su alumno Eren Jeager, nadie tenía idea de que esa persona fría que todos veían era completamente sumisa a los pies de su alumno.

No pasó tanto cuando sucedió la primera vez que se besaron...

—¿Que hace usted aquí profesor?

Preguntó el castaño mientras se adentraba más al baño 

—Solo quería limpiarme las manos, pero la conserje no me dejó pasar y tuve que venir aquí.

—Entiendo...

El castaño llevaba mucho tiempo mirándole y deseando tener una conversación con aquel, pero nunca se daba la oportunidad. Finalmente lo tenía frente suya y no hizo más que observarle descaradamente de arriba hacia abajo.

Aquel notó como le observaba y solo negó abriendo paso para irse.

Le tomó rápido de la mano y le detuvo. Su corazón estaba completamente acelerado, tenía que hacer algo para que no se fuese.

—¿Que es lo que quieres, Eren?

Tal vez era la única oportunidad que tenía para estar ambos solos así que tenía que aprovecharlo. Sin pensarlo se acercó al pelinegro y le besó. 
Su corazón estaba latiendo muy rápido y sus manos se movían con sutileza hasta las caderas del mayor. Pudo sentir como aquel correspondía su beso pero después de unos segundos mordió su labio sacándole sangre, le apartó y le observó con su característica frialdad.

—No lo vuelvas a hacer, ¿entendiste?

Se limpió la sangre del labio con el dedo pulgar y sonrió ligeramente