El último semestre.

CAPITULO IX

Recostado en su cama no hacía más que ver el techo de su habitación, soltó un suspiro y sonrió ligeramente. Finalmente sus sentimientos habían sido correspondidos y no podía acabar de creérselo. Aquel día el pelinegro se le había declarado de una manera que no lo esperaba.

*Flashback*

—He estado dándole muchas vueltas al problema que se ha estado haciendo más grande en mi cabeza.

El pelinegro soltó un suspiro y se giró hasta su contrario.

—Mis sentimientos por ti han estado creciendo cada vez más—Deslizó una mano por el rostro del castaño.— Y quiero decirte que me gustas, no solo de una manera sexual, si no que también te amo.—No pudo evitar mirarle con algo de timidez esperando a la respuesta del contrario.

El de cabello largo sonrió ligeramente, aquello que presenciaban sus ojos era algo simplemente maravilloso. Las mejillas de su contrario se encontraban sonrojadas, y mientras que el viento movía su cabello de forma ligera, sus ojos decían todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Su corazón latía con rapidez y sus labios no dejaban de enmarcar una sonrisa.

—Levi, tu me has vuelto parte de ti desde el día en el que te conocí. Así que no tienes que preocuparte por nada.—

Se inclinó para juntar sus labios en un beso, un beso diferente a los anteriores, uno donde cerraban aquella etapa y para abrir una donde el sentimiento de amor gobernaba.

Aquella tarde no hicieron más que caminar por el parque tomados de la mano sin ninguna preocupación.

*Fin del flashback*

Se cubrió el rostro con su almohada intentando no emocionarse demasiado e intentar tomárselo con calma. Su momento de felicidad fue interrumpido por su madre el cual le había pedido que le ayudase con las compras de la casa, aquel gustoso le ayudó.

[...]

Era de noche, su cabeza trataba de no pensar en aquella situación. Marco le mandaba unos cuantos mensajes para saber si aquel rubio se encontraba bien, incluso estando en un mar de lágrimas trataba de contestar los mensajes de su amigo con un "Estoy bien, no te preocupes".

Sabía que no arreglaría nada llorando, pero tenía que desahogarse, el chico que le gustaba, con el que había tenido tantos recuerdos lindos, y que incluso habían hecho nuevos recuerdos se encontraba feliz con otra persona.

Se puso los auriculares recostándose en la cama, dejando que las canciones pasaran y sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas quedándose así completamente dormido.

[...]

Habían pasado ya 2 semanas desde que Levi se le había confesado a Eren, aquellos llevaban una relación estable, cada que salían de clase se hablaban para quedar en un lugar e irse a caminar mientras hablaban de su día. Hoy había tocado ir por un helado, Eren como siempre, anhelaba la salida de la escuela para irse con su amado.
Ni siquiera se despidió de Jean y se fue directamente al parque donde solían quedar.

Levi tenía la costumbre de tomar su mano y entrelazarla con la del contrario, le sonrió y comenzaron a caminar hasta el restaurante.

—¿Como te ha ido en las demás clases?— Habló el pelinegro mientras tomaba su celular y verificaba la hora.

—Creo que voy bien...— Le sonrió ligeramente.