El último semestre.

CAPITULO X

—Jean fue muy...—

Se detuvo pues se había percatado que su amigo no le prestaba atención, le tomó del hombro y lo balanceó un poco para que pudiese reaccionar.

De inmediato el rubio se sobresaltó y miró hasta su compañero algo apenado.

—Perdón, ¿podrías volver a decírmelo?

Soltó un suspiro y negó ligeramente.

—Armin, estás así desde la vez que hablamos por teléfono. Tienes que distraerte e intentar no pensar en eso.

Una chica de cabello pelinegro se sentó frente al rubio dejando su bandeja de comida en la mesa interrumpiendo la charla de ambos chicos.

—¿Que te ocurre, Armin?—Habló aquella chica mientras tomaba de su jugo.

—¿Que es lo que haces aquí, Mikasa?—

Habló evadiendo su pregunta, aun así se mostró extrañado por el comportamiento de la contraria, ya que hacía tiempo que no se hablaban.

—Te he visto estos últimos días, y evidentemente no estás bien, ¿que es lo que te ocurrió, Armin?—

No sabía si contarle el hecho de que estaba enamorado de una persona que nunca le correspondería, pero no podía solo callarse, la contraria se preocupaba por él y no quería ser desconsiderado.

—Bueno...yo me he enamorado de una persona y...me he enterado que tiene a alguien más.—

La contraria se mostró impresionada por tal confesión pues todo el tiempo que le había conocido nunca había notado que mostrara aquellos sentimientos por alguna persona, y cuando finalmente había ocurrido pudo sentir también el dolor de una desilusión. 

—Realmente me gusta Eren y yo sé muy bien que no puedo cambiar nada, porque después de todo el también tiene sentimientos, no puedo cambiar lo que siente.—

De nuevo se encontraba impresionada pues la persona de la que se había enamorado era su amigo de la infancia. Mikasa no tenía nada en contra de Eren, pero no le agradaba la gente con la que salía.

—Puedes mostrarle que es lo que se ha perdido...—

El rostro de confusión del rubio solo hizo que Marco entrase en la conversación.

—Creo que es muy buena idea, solo tienes que mostrar lo que no vio de ti y demostrarle todas las cosas especiales que solo tienes tú.—

Aquello solo hizo mejorar el ánimo del ojiazul, estaba convencido en enseñarle lo agradable que era salir con él.

—Intentaré hacerlo, he estado evitando sus mensajes y bueno, todo lo que venga de él porque no podía verle al rostro y recordar que el que lo besaba no era yo.—

—No te preocupes, que se dará cuenta de lo maravillosa persona que eres.— Marco pasó su brazo por el hombro de Armin y le abrazó.

—Gracias a ambos por estar conmigo.—

Mikasa sonrió ligeramente y pasó su mano por el cabello de Armin despeinándolo. 

—Bueno, después hablamos ¿vale?—

Se despidió la pelinegra y tomó su bandeja para alejarse de ahí.

Después de unos minutos habían entrado a clase, por ahora debía prepararse mentalmente para recuperarse y había agradecido de no encontrárselo por los pasillos.

[...]

Sin duda alguna le preocupaba aquel comportamiento de su amigo rubio pues no era de dejarle sin responder. Habían pasado semanas anteriores después de que le vio por ultima vez, tampoco se lo había cruzado por la universidad ya que el castaño solía llegar tarde muy a menudo. Tomó su mochila y optó por salirse del aula, la última clase que tendría, no dudó en esperar a su amigo en la puerta de su salón.