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Miriam

—Miriam ven conmigo un momento —Kamala estaba junto a mí, todavía no podían controlar a Jeremiah en su forma lobuna, en cambio Benja seguía tranquilo sentado frente a mí. 

Yo no podía moverme, todo esto es demasiado confuso y lo único que deseo es salir corriendo y respirar tranquilamente. 

—Miriam ven conmigo ahora —volvió a repetir Kamala, pero no podía moverme, claramente al no tener ni una pisca de paciencia utilizo magia para levantarme y llevarme a quien sabe donde. 

Solo sabía que Benja venía detrás de nosotras y al parecer ese hizo que la furia del lobo de Jeremiah fuera creciendo cada vez más, tenía miedo después de lo que paso en el balcón con Jeremiah me tiene mal, es como si sintiera todo aun más que antes. 

Entramos a la casa de Kamala, ¿Qué tan rápido camino esta señora? Si no recuerdo mal la casa esta a cinco kilómetros del centro de la manada ¿utilizo magia? Estoy tan abrumada que ya no puedo distinguir nada.

Aunque el dolor va desapareciendo, mi cuerpo se sigue sintiendo como si me hubieran pasado por encima una manada de caballos, mis ojos se cerraban por momentos y solo lograba ver una bola de pelos negra con dos puntos verdes. 

¿Qué le pasa a Miriam, abuela? —esa voz otra vez, ¿Cómo dijo que se llamaba?

—Es algo que le hizo la diosa Luna a Miriam, pero no es el momento de hablar sobre eso Zack —estaba acostada en medio de la sala, una sabana era lo que estaba entre mi cuerpo y el frío piso de madera. 

¿Qué me hizo la diosa Luna? ¿Por ese siento este dolor tan inmenso? 

Pero ¿porqué sufre tanto? 

—Por que lo que le esta quitando es muy doloroso para cualquier criatura. 

—Bueno, sea lo que sea ya no siento tanto dolor —dije entre jadeos al estar levantándome del suelo, diosa Luna esto duele más que... 

—Eso es bueno Miriam, ahora bebe esto —dijo acercándose con un vaso humeando de quien sabe que, pero sin objetar me lo tome, quería dejar de sentir esto ahora mismo. 

...

Hija mía no es momento para angustias, te prometí que ya no sufrirías por las causas de tu destino tan tormentoso que te ha tocado, sin embargo, pruebas aun más difíciles van a llegar y es hora de que sepas el por que de tu viaje de tres años, del cual espero no te arrepientas nunca.

—Diosa Luna, ¿Qué fue lo que paso? —pregunté a la hermosa silueta de luz que veía en medio de la oscuridad de la noche.

—Cambiaste de compañero, tu mate sí era Raegan el lobo de Jeremiah —¿que? 

—¿Por qué cambiaste mi compañero? 

—Hija mía, junto a él solo ibas a sufrir, además necesitas salvarlo para poder cumplir con tu viaje —concluyó, la luz se iba siendo cada vez más pequeña y se perdía en la oscuridad, solo no quería que eso sucediera. 

No quiero ver morir a Benja, eso sería lo peor que me puede pasar.

Me desperté sobresaltada por el sueño que tuve con la diosa Luna, pero dejando de lado lo que me dijo, sentía una respiración junto a mi. Era Benja que estaba en su forma humana nuevamente. Se veía tan tranquilo durmiendo junto a mí, su piel que podría llegar a compararse con la nieve y la forma en su pecho subía y bajaba saber que no va a durar lo que yo deseo es horrible. 

Mis ojos comenzaron a humedecerse y Benja se despertó como si pudiera sentir mi dolor al saber el destino que nos espera a ambos.

—Hey ¿Qué pasa mi vida? —se levanto, tomo mi rostro con ambas manos y con sus dedos comenzó a limpiar las lagrimas que salían de mis ojos.

—No es nada no te preocupes —una sonrisa fingida apareció en mi rostro que pareció no convencerle en nada a él. 

Su abrazo me tomo desprevenida, pero pronto me sentí mejor, sentir como sus brazos rodean mi pequeño cuerpo y el calor que emana me hacen sentir paz, como si solo estuviéramos los dos. 

Como si estar así es lo único que deseo en la vida y lo único que necesito para seguir en este viaje sin fin, en este mundo que solo nos quiere ver mal y estos pequeños momentos de felicidad son inolvidables.

Aunque todo este momento fue interrumpido por un ruido proveniente de Benja.

—¿Estas ronroneando como un gato? —dije conteniendo la risa que me causaba al sentir como se tenso al escuchar la pregunta. 

—Claro que no, son ronroneos de hombre lobo —dijo tratando de sonar convincente, pero al final termine riéndome a carcajadas por su explicación para nada certera. 

—Chicos el alfa quieren que vayan a la casa —dijo la abuela al otro lado de la habitación. 

Ambos nos volvimos a ver confundidos, si vamos haya era seguro que Jeremiah este ahí eso significa que va a ver un drama y esperemos no sea igual al de ayer. 

...

Ya estábamos en la casa de Víctor, los nervios y la ansiedad estaban aumentando, las manos me sudaban y sentía un calor abrumador recorriendo mi cuerpo, aunque el atento chico a mi lado rápidamente me calmo con una sueva caricia en mi mano. 

La puerta se abrió sola causando que pegara un salto por el susto, esto se veía demasiado tenebroso y por un momento pensé en irme de ahí hasta donde mi madre.

—Pasen niños —dijo Leticia con su sonrisa característica y esa ropa rojo vino con las prendas de cuero, luciendo todos los atributos que tiene.

Ambos tomados de la mano entramos al lugar que en estos momentos parecía ser más oscura, como si la luz huyera de la casa o como si no quisiera tocar nada que este dentro de la enorme mansión. 

—Pequeña Miriam, Benja, que bueno que hayan venido tan pronto —dijo Víctor con sus ojos azules brillando de alegría iguales a los de Benja. 

—Queremos arreglar lo que paso ayer en la noche, después de todo ustedes son en realidad mates —dijo con emoción —aunque Jeremiah diga que no es así —esta vez todo el brillo que emanaba de ella desapareció y el recién nombrado hacia su aparición en la sala. 

Todos estaban tensos, Jeremiah tuvo su transformación su lobo es un alfa y además cree que yo soy su mate (aunque en parte eso era cierto) y puede sentirse el aura oscura entrar a la habitación haciendo que el ambiente se sienta pesado. 

Instintivamente Benja me coloco detrás de él, me pareció increíble que yo con veintiocho años sea aun más baja que él con dieciséis, volviendo al tema principal, tenía miedo de la reacción de Jeremiah o Raegan su lobo al ver la acción de Benja. 

—Después de robarte a mi mate te atreves a venir a mi casa —rujío aunque no levanto tanto la voz, era como si cada palabra que salía de su boca era aun más demandante que antes ¿era este el poder de un alfa?

—Yo no te robe nada, la diosa Luna la eligió como mi compañera así te guste o no —replico Benja, aunque en este punto siento que el que habla es Zack. 

Ambos estaban en posición de ataque y aquí es donde intervino Víctor y Leticia, por suerte ya que tenía miedo de que algo más pasara y tener que separarlos con magia aunque nunca lo he intentado contra un alfa y un beta, supongo que tienen más resistencia. 

—¡Basta ahora ambos! Jeremiah esta casa es de ambos y Benjamín puede venir cuando quiera, y por lo que ves Miriam es la mate de Benjamín —concluyo con ambos cruzados de brazos y matándose con la mirada. 

—Mis niños hay algo mucho mayor que tenemos que resolver —comento Leticia ganándose la atención de todos en la sala. 

—¿Qué es eso tan importante? —dijo Jeremiah dejando este drama de lado para escuchar las palabras de sus padres. 

—Alguien esta haciendo el ritual de Crosst. 


Orígenes [#1: TRILOGÍA ABBADON]Where stories live. Discover now